Nueva alianza mundial para proteger los Océanos y poner freno a los ya reconocidos problemas de la sobreexplotación pesquera, la degradación del entorno marino y la pérdida de hábitats naturales
SINGAPUR, 24 de febrero de 2012 - Una poderosa coalición de Gobiernos, organizaciones internacionales, grupos de la sociedad civil e intereses privados se está congregando bajo el alero de la Alianza Mundial a favor de los Océanos para poner freno a los ya reconocidos problemas de la sobreexplotación pesquera, la degradación del entorno marino y la pérdida de hábitats naturales.
En el discurso de apertura que será pronunciado hoy ante la Cumbre Internacional de los Océanos de The Economist, el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, declaró que la Alianza congregará al mundo de la ciencia, grupos de interés, el sector privado e instituciones públicas internacionales para promover objetivos mutuos en pro de la consecución de océanos saludables y productivos.
Al tiempo que subrayó la importancia de los mares para las economías en desarrollo, Zoellick sostuvo que: “Los océanos del mundo están en peligro y el problema supera las capacidades de un único país u organización. Necesitamos medidas internacionales concertadas para restaurar su salud. Juntos, avanzaremos sobre el excelente trabajo ya realizado para hacer frente a las amenazas que sufren los mares, identificar soluciones factibles y aplicarlas a mayor escala”.
Todas las organizaciones, países y entidades que apoyan a la Alianza, incluido el Grupo del Banco Mundial, ya están realizando actividades de protección. Los océanos aportan el 15% de las proteínas de origen animal consumidas globalmente y millones de trabajos, además de servicios de los ecosistemas cruciales, como la regulación del clima y el almacenamiento del carbono. El paso clave es actuar en torno a objetivos compartidos. Este enfoque ayudará a coordinar las actividades y procurar nuevo respaldo financiero; y en estrecha colaboración con los países, la sociedad civil y el sector privado, se intentará revertir los patrones de degradación y agotamiento de los recursos.
Los debates adicionales ayudarán a definir el programa específico de la Alianza, acordar mejores sistemas de gestión pesquera, crear más áreas marinas protegidas, intensificar los esfuerzos para atacar las fuentes de contaminación y degradación marítima y mejorar la administración de las zonas costeras para aumentar la adaptación a las amenazas relacionadas con fenómenos meteorológicos y climáticos.
En camino a la Conferencia de Río +20 sobre Desarrollo Sostenible que se realizará en junio, la salud de los mares es vital. Esta Alianza cooperará en las tareas de implementación ayudando a los países a cumplir las promesas acordadas para mejorar la gestión de los océanos.
“Brasil está empeñado en lograr resultados específicos en materia de conservación y explotación sostenible de los océanos y espera que Río+20 se preste para que todas las naciones renueven los compromisos asumidos en 1992 con otros nuevos y específicos”, señaló Francisco Gaetani, viceministro del Ministerio del Medio Ambiente de Brasil.
Numerosas organizaciones no gubernamentales (ONG) orientadas al tema manifestaron su respaldo a la nueva Alianza. “Cuando la población mundial llegue a 9.000 millones en 2050, la demanda de alimentos y otros recursos se habrá duplicado”, declaró Peter Seligmann, director ejecutivo de Conservation International. “La custodia sabia de nuestros océanos es de particular interés para cada nación y comunidad. La humanidad necesita el mar para prosperar. Y la colaboración es indispensable”.
El presidente de The Nature Conservancy, Mark Tercek, dijo: “Es urgente apurar el ritmo de conservación de todos los océanos congregando a un amplio abanico de asociados dedicados a la causa. El liderazgo y el compromiso del Banco Mundial son un paso gigantesco en pos de ese objetivo. Las naciones tienen la tremenda oportunidad de lograr beneficios tangibles en materia de empleo, medios de sustento y desarrollo económico mediante la administración de sus océanos de una manera tal que les permita construir su propio capital natural”.
Otros partidarios de la nueva alianza destacaron la necesidad de mejorar la gobernabilidad de los océanos y así destrabar el flujo de inversiones privadas en empresas que fomenten su sostenibilidad.
“Las fallas en el mercado y la falta de una buena gestión explican prácticamente todos los problemas que enfrenta la sostenibilidad de los océanos”, declaró Andrew Hudson, director del Programa de Gestión de Aguas y Océanos (WOGP, por sus siglas en inglés), dependiente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“Según nuestra experiencia, apoyar la reforma de la gestión de los océanos en todos los niveles crea un entorno propicio que a su vez moviliza cantidades considerables de fondos públicos y privados para mantener los servicios de los ecosistemas oceánicos. La Alianza Mundial a favor de los Océanos constituye un mecanismo de implementación clave para la aplicación a mayor escala de métodos probadamente eficaces”.
Hay empresas privadas, como Darden Restaurants, uno de los mayores consumidores de pescados y mariscos del mundo, que apoyan el trabajo de mitigación de los riesgos para la salud de los océanos que servirá para mantener la sanidad sostenible de las pesquerías en las próximas generaciones. “La salubridad de los mares del mundo es de crucial importancia. Al igual que tantos otros, dependemos de los recursos naturales que nos brindan los océanos e invertir en su salud garantiza la viabilidad a largo plazo”, señaló Roger Bing, vicepresidente de Adquisiciones de Frutos del Mar, Darden Restaurants.
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El apoyo a la Alianza Mundial a favor de los Océanos: Diversos países desarrollados y en desarrollo, además de agrupaciones de naciones (como los Estados insulares); organizaciones no gubernamentales y organismos de fomento como Conservation International, el Fondo de Defensa del Medio Ambiente, International Seafood Sustainability Foundation (ISSF), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN), National Geographic Society, The Nature Conservancy, Oceana, Rare y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF); organismos científicos, como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos; agrupaciones industriales como National Fisheries Institute y el Consejo Mundial de los Océanos (WOC), cuyos miembros dependen del suministro sostenible de productos del mar o de los recursos oceánicos; y organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), el Foro Global sobre Océanos, GRID Arendal (Noruega), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de UNESCO y el Grupo del Banco Mundial.
fuente: Banco Mundial
En el discurso de apertura que será pronunciado hoy ante la Cumbre Internacional de los Océanos de The Economist, el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, declaró que la Alianza congregará al mundo de la ciencia, grupos de interés, el sector privado e instituciones públicas internacionales para promover objetivos mutuos en pro de la consecución de océanos saludables y productivos.
Al tiempo que subrayó la importancia de los mares para las economías en desarrollo, Zoellick sostuvo que: “Los océanos del mundo están en peligro y el problema supera las capacidades de un único país u organización. Necesitamos medidas internacionales concertadas para restaurar su salud. Juntos, avanzaremos sobre el excelente trabajo ya realizado para hacer frente a las amenazas que sufren los mares, identificar soluciones factibles y aplicarlas a mayor escala”.
Todas las organizaciones, países y entidades que apoyan a la Alianza, incluido el Grupo del Banco Mundial, ya están realizando actividades de protección. Los océanos aportan el 15% de las proteínas de origen animal consumidas globalmente y millones de trabajos, además de servicios de los ecosistemas cruciales, como la regulación del clima y el almacenamiento del carbono. El paso clave es actuar en torno a objetivos compartidos. Este enfoque ayudará a coordinar las actividades y procurar nuevo respaldo financiero; y en estrecha colaboración con los países, la sociedad civil y el sector privado, se intentará revertir los patrones de degradación y agotamiento de los recursos.
Los debates adicionales ayudarán a definir el programa específico de la Alianza, acordar mejores sistemas de gestión pesquera, crear más áreas marinas protegidas, intensificar los esfuerzos para atacar las fuentes de contaminación y degradación marítima y mejorar la administración de las zonas costeras para aumentar la adaptación a las amenazas relacionadas con fenómenos meteorológicos y climáticos.
En camino a la Conferencia de Río +20 sobre Desarrollo Sostenible que se realizará en junio, la salud de los mares es vital. Esta Alianza cooperará en las tareas de implementación ayudando a los países a cumplir las promesas acordadas para mejorar la gestión de los océanos.
“Brasil está empeñado en lograr resultados específicos en materia de conservación y explotación sostenible de los océanos y espera que Río+20 se preste para que todas las naciones renueven los compromisos asumidos en 1992 con otros nuevos y específicos”, señaló Francisco Gaetani, viceministro del Ministerio del Medio Ambiente de Brasil.
Numerosas organizaciones no gubernamentales (ONG) orientadas al tema manifestaron su respaldo a la nueva Alianza. “Cuando la población mundial llegue a 9.000 millones en 2050, la demanda de alimentos y otros recursos se habrá duplicado”, declaró Peter Seligmann, director ejecutivo de Conservation International. “La custodia sabia de nuestros océanos es de particular interés para cada nación y comunidad. La humanidad necesita el mar para prosperar. Y la colaboración es indispensable”.
El presidente de The Nature Conservancy, Mark Tercek, dijo: “Es urgente apurar el ritmo de conservación de todos los océanos congregando a un amplio abanico de asociados dedicados a la causa. El liderazgo y el compromiso del Banco Mundial son un paso gigantesco en pos de ese objetivo. Las naciones tienen la tremenda oportunidad de lograr beneficios tangibles en materia de empleo, medios de sustento y desarrollo económico mediante la administración de sus océanos de una manera tal que les permita construir su propio capital natural”.
Otros partidarios de la nueva alianza destacaron la necesidad de mejorar la gobernabilidad de los océanos y así destrabar el flujo de inversiones privadas en empresas que fomenten su sostenibilidad.
“Las fallas en el mercado y la falta de una buena gestión explican prácticamente todos los problemas que enfrenta la sostenibilidad de los océanos”, declaró Andrew Hudson, director del Programa de Gestión de Aguas y Océanos (WOGP, por sus siglas en inglés), dependiente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“Según nuestra experiencia, apoyar la reforma de la gestión de los océanos en todos los niveles crea un entorno propicio que a su vez moviliza cantidades considerables de fondos públicos y privados para mantener los servicios de los ecosistemas oceánicos. La Alianza Mundial a favor de los Océanos constituye un mecanismo de implementación clave para la aplicación a mayor escala de métodos probadamente eficaces”.
Hay empresas privadas, como Darden Restaurants, uno de los mayores consumidores de pescados y mariscos del mundo, que apoyan el trabajo de mitigación de los riesgos para la salud de los océanos que servirá para mantener la sanidad sostenible de las pesquerías en las próximas generaciones. “La salubridad de los mares del mundo es de crucial importancia. Al igual que tantos otros, dependemos de los recursos naturales que nos brindan los océanos e invertir en su salud garantiza la viabilidad a largo plazo”, señaló Roger Bing, vicepresidente de Adquisiciones de Frutos del Mar, Darden Restaurants.
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El apoyo a la Alianza Mundial a favor de los Océanos: Diversos países desarrollados y en desarrollo, además de agrupaciones de naciones (como los Estados insulares); organizaciones no gubernamentales y organismos de fomento como Conservation International, el Fondo de Defensa del Medio Ambiente, International Seafood Sustainability Foundation (ISSF), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN), National Geographic Society, The Nature Conservancy, Oceana, Rare y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF); organismos científicos, como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos; agrupaciones industriales como National Fisheries Institute y el Consejo Mundial de los Océanos (WOC), cuyos miembros dependen del suministro sostenible de productos del mar o de los recursos oceánicos; y organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), el Foro Global sobre Océanos, GRID Arendal (Noruega), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de UNESCO y el Grupo del Banco Mundial.
fuente: Banco Mundial
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