Senado: Comisión de Zonas Extremas estudia factibilidad de aplicar un IPC diferenciado por región
Comisión de Zonas Extremas estudia factibilidad de aplicar un IPC diferenciado por región
A la próxima sesión se acordó invitar al programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Agrupación de Universidades Regionales, el Instituto de Desarrollo Regional, la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN) y el Banco Central (BC).
Publicado el: 30/05/2016
Una primera mirada dieron los integrantes de la Comisión Especial de Zonas Extremas a la posibilidad de generar un instrumento que mida el costo de la vida en regiones, una suerte de Índice de Precios al Consumidor (IPC) diferenciado.
Para profundizar en este tema, los legisladores escucharon al director del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, Jaime Ruiz Tagle; al subsecretario de Desarrollo Regional (Subdere), Ricardo Cifuentes; el presidente de la Fundación Chile Descentralizado Desarrollado, Heinrich Von Baer; y la directora del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Ximena Clark.
El presidente de esta instancia, el senador Antonio Horvath admitió que el objetivo de la sesión es identificar si una canasta diferenciada permitiría rebajar los gastos que actualmente sustenta la población que viene en el extremo norte y sur del país, que están por sobre el promedio de gasto nacional.
En esa línea, el senador Carlos Bianchi planteó como solución establecer cinco macrozonas para estudiar las variaciones de precios y hacer los ajustes necesarios. A su vez, solicitó al Ejecutivo que en el presupuesto 2017, se contemplen fondos para que el INE haga estudios afines.
A su turno, el senador Iván Moreira cuestionó la ausencia del director de Presupuestos, Sergio Granados, en la sesión. Para el legislador, “es esencial contar con algún representante del Ministerio de Hacienda en esta mesa para saber si al Gobierno de verdad, le interesa avanzar en esto”.
Por su parte, el senador Francisco Chahuán visibilizó el problema que existe con la consolidación de datos que se encuentran dispersos en las regiones. Por ello propuso que el INE cuente con la facultad de aunar dicha información.
EXPOSICIONES
El director del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, Jaime Ruiz Tagle reconoció que medir el costo de la vida es complejo considerando que las necesidades como los bienes y servicios son altamente dinámicos. “Lo que hacemos es determinar canastas de consumo para identificar variaciones de precios. Los índices precios revalorizan un instrumento financiero en un escenario de inflación volátil. Es el IPC como indicador porque en función de él, se establecen otros índices y fijan beneficios sociales”, describió.
El especialista relató que a principios de los años 50, se comenzó a medir el costo de la vida, y desde el 2006 el estudio comenzó a hacerse a nivel nacional. “Hoy cubrimos más de 60 comunas urbanas pero existen 395. Pasamos de estudiar 6 mil hogares a los actuales 13 mil. Se priorizó aumentar la cobertura, pero no así el nivel de detalle”, confesó.
“La canasta de consumo que conocemos refleja los gastos que hace una familia durante dos semanas. Para suplir el problema de la estacionalidad, se hace en distintos momentos del año”, explicó reconociendo que hacer un indicador para las zonas extremas es posible pero complejo.
“Sería muy caro y no creo que el INE esté capacitado para ello porque su labor se centra en ejecutar el Censo. Se requeriría hacer mayor seguimiento y capacitar de mejor manera a los encuestadores. Además es necesario determinar el nivel de división geográfica. Aunque se tengan canastas diferenciadas, no necesariamente se reflejará el costo de vida de cada zona. Muchos elementos intervienen”, resumió.
Por su parte, el Subsecretario de Desarrollo Regional (Subdere), Ricardo Cifuentes explicó que el organismo que lidera no produce información, sino que cruza la que tiene un carácter oficial.
En cuanto a generar un IPC diferenciado, Cifuentes no se mostró partidario de esa idea. “No estoy tan seguro que un impacto de un IPC de ese tipo, sea positivo. Un IPC local que podría ser mayor al nacional, afectará otras mediciones. Por ejemplo, si el IPC de la región de Magallanes es alto, se elevará la UF de ese lugar”, hizo ver.
“Creo que antes de pensar en este indicador deberíamos avanzar en una matriz de insumo-producto regionalizada. Es urgente contar con información regional de distintos ámbitos. Por ello pienso en estudios exploratorios que nos entreguen una mirada más global”, comentó.
El presidente de la Fundación Chile Descentralizado Desarrollado, Heinrich Von Baer planteó que “en la Comisión Asesora Presidencial para la descentralización que operó el 2014, vimos que la gente clama por un IPC diferenciado, pensando tal vez en los costos de elementos básicos como la parafina o el agua dulce”.
La entidad aseguró que “están dadas las condiciones para formar un grupo de trabajo que se reúna a diversos actores en esta materia. Nuestra disposición está. También hay que pensar en la experiencia de otras naciones que también tienen pocos recursos con fuertes diferencias territoriales”.
Von Baer abogó por conformar un equipo de trabajo pensando en una experiencia piloto regionalizada. “Creo que podemos aprovechar que en junio parte la recolección de información de la encuesta de presupuesto familiar del INE. Podríamos usar esos datos para hacer análisis regionales usando la debida corrección estadística”, planteó.
Finalmente, la directora del INE, Ximena Clark relató cómo nació el estudio que se hizo de una canasta única. “Habían tres alternativas: construir una canasta única valorizada en cada región, hacer una canasta de gasto regional diferente o hacer un estudio preliminar de una canasta única nacional del gasto que se valore en cada región. Se optó por esta última”, explicó.
Desde lo conceptual, Clark aclaró que “el costo de vida implica un conjunto de bienes y servicios que mantienen el bienestar de una persona. Eso implica lo material e inmaterial. En ninguna parte del mundo se mide ese costo porque es imposible. Lo que sí se hace es estudiar canastas que tienen una menor exigencia”. Añadió que actualmente el INE mide la canasta cada cinco años, lo que tiene un costo de 12 millones de dólares.
La autoridad reconoció que actualmente el organismo no tiene capacidad para concretar otro tipo de medición, considerando que está en plena marcha el Censo y el marco muestral maestro. “Creemos que de ahí van a surgir diseños de encuestas que podrían servir para afinar una canasta regional”, apuntó.
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