Base Naval Antártica "Arturo Prat" conmemoró el 103° aniversario de la hazaña del Piloto Pardo a bordo del Escampavía "Yelcho"
Foto Armada de Chile
La mañana del 30 de agosto, bajo una sensación térmica de -10ºC y una temperatura de -3ºC se conmemoró el 103° aniversario de la hazaña realizada por el Piloto 1º Luis Pardo Villalón, quien junto a su tripulación, al mando de la Escampavía “Yelcho” de la Armada de Chile, efectuaron el arriesgado e increíble rescate de 22 náufragos del velero inglés “Endurance”, luego de que quedaran atrapados entre los hielos impidiendo su desplazamiento y libertad de maniobra el 18 de enero de 1915 en el territorio antártico.
Después de 10 meses de haber naufragado, Sir Ernest Shackleton al mando de la nave y de la “Expedición Imperial Transantártica”, trasladó a sus 28 hombres en tres botes que pudieron rescatar, junto a las escasas provisiones, hacia la solitaria Isla “Elefante”.
Shackleton al ver las pocas posibilidades de ser rescatados debido a la ubicación geográfica y paraje inhóspito de la isla, decide volver a navegar, pero esta vez con 6 hombres en busca de auxilio, quedando 22 hombres en dicha isla.
Cuando finalmente lograron tocar tierra continental, se realizaron tres intentos de rescate. El primero realizado por el ballenero inglés Southern Sky; el segundo por la nave uruguaya Instituto de Pesca Nº 1; y el tercero por la Goleta chilena Emma, contratada por los residentes ingleses en Punta Arenas, sin resultados positivos.
El último intento lo hizo la Escampavía “Yelcho” al mando del Piloto 1º Luis Pardo Villalón, zarpando el 25 de agosto de 1916 y logrando llegar a mediodía del 30 del mismo mes a Isla “Elefante”. La maniobra de rescate duró aproximadamente dos horas, regresando el mismo 30 y recalando a Punta Arenas el 3 de septiembre.
La ceremonia para conmemorar esta arriesgada y valiente hazaña del Piloto Pardo y su dotación estuvo presidida por el Comandante de la Base Naval Antártica “Arturo Prat”, Capitán de Corbeta OM Engelbert Mori, quien efectuó una alocución dirigida a su personal y donde destacó que: “las determinaciones durante la navegación fueron sabias y oportunas, y supo aprovechar las circunstancias favorables del tiempo con habilidad y decisión, todo lo cual redundó en el más completo éxito”.
Además agregó que “hoy que estamos experimentando una vivencia extrema, no como la de aquellos años, nos permite valorar la gesta de estos hombres, quienes dieron gloria y honor a nuestro país y a la Armada, demostrando una vez más al mundo el desempeño del marino chileno, no fue fácil y no estuvo exenta de dificultades, sin embargo, la entereza y profesionalismo les permitió cumplir con la misión. Nosotros estamos a pocos meses de cumplir la nuestra, por lo que debemos mantener más que nunca el trabajo en equipo y la convivencia como una pequeña familia, y así cuando estemos de regreso en nuestros hogares y en nuestras próximas destinaciones, nos sentiremos orgullosos de haber sido habitantes de la Antártica y en, especial, dotación de la primera base antártica chilena en este Continente Blanco”.
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