La Presidenta del Banco Central de Chile, Rosanna Costa, presentó el Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a junio de 2024, ante la Comisión de Hacienda del Senado

 

Presidenta del BC presenta IPoM ante Comisión de Hacienda

La Presidenta del Banco Central de Chile, Rosanna Costa, presentó el Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a junio de 2024, ante la Comisión de Hacienda del Senado, oportunidad en la cual señaló que la actualización de las proyecciones contenidas en este informe se enmarca “en un contexto en que el escenario macroeconómico ha evolucionado según lo previsto, aunque con una demanda interna que creció algo más de lo esperado en el primer trimestre”. De esta forma, la economía nacional ha ido retomando una senda de crecimiento coherente con su tendencia y la inflación ha seguido disminuyendo, con expectativas de inflación a dos años que siguen en 3%.

En la oportunidad, la titular del instituto emisor destacó que los principales cambios respecto del escenario del informe anterior son el mejor punto de partida de la demanda interna y un impacto favorable de un mayor precio del cobre, que afecta positivamente en la inversión y el consumo. Por su parte, se considera el efecto de la regularización de las tarifas eléctricas, las que tienen un impacto significativo en la inflación, especialmente durante 2025.

Analizados los antecedentes oficiales dispuestos por la Comisión Nacional de Energía, se prevé que esta alza tarifaria incrementará en 1,45 puntos porcentuales el IPC acumulado a junio de 2025, señaló la Presidenta Costa, detallando que, de este modo, la proyección considera que la inflación anual cerraría 2024 en 4,2% (3,8% según el IPoM de marzo), mientras que en 2025 culminaría en 3,6% (3,0% en el mismo Informe), con una inflación promedio que sería 1,1 puntos porcentuales mayor durante ese año. Así, el IPoM prevé que la convergencia a la meta del 3% se concretaría en la primera mitad de 2026.

En este sentido, afirmó que “desde el punto de vista de la política monetaria, nuestra economía hoy está mejor capacitada para lidiar con este shock”. Sobre esto, recalcó que el marco de política permite acomodar este impacto en el horizonte de política sin una respuesta proporcional de política monetaria. Apuntó que esto es posible pues “por una parte, hemos resuelto los desbalances por el lado del gasto, y con ello se han ido controlando las presiones inflacionarias de carácter más persistente. Por otra, las expectativas de inflación están ancladas”.

De este modo, la Presidenta del Banco Central sostuvo que la forma en la que se enfrenta este shock “es muy distinta a si fuera un shock de demanda”, ya que esa situación tendría impactos más duraderos y requeriría ajustar por el lado del gasto, tal como ocurrió tras el excesivo consumo que provocaron los retiros de ahorros previsionales y las transferencias fiscales universales.

En esta línea, la titular del BC advirtió que si bien se han superado los significativos desequilibrios y el impacto inflacionario que provocaron los retiros de ahorros previsionales, la economía aún está sufriendo los efectos de estas medidas. “Uno muy importante es que el stock de ahorros de largo plazo de nuestra economía no ha logrado recuperar el tamaño que perdió. Esto nos deja más expuestos al financiamiento externo, en un contexto en que las tasas de largo plazo han aumentado a nivel global y hay incertidumbre sobre diversos factores estructurales”. Agregó que esto también ha mermado la capacidad de nuestros mercados para atenuar shocks, lo cual se traduce en mayor volatilidad y riesgo.

La Presidenta del BC resaltó los negativos efectos que tendría sobre la inflación la insistencia en este tipo de medidas, particularmente en un momento en que la economía se enfrenta a un shock de costos relevantes y los equilibrios macroeconómicos han sido recuperados hace poco tiempo.

“El Banco Central siempre ha sido claro al transmitir los negativos efectos de este tipo de medidas. Puedo decir con absoluta convicción que el tiempo nos dio la razón. Por tanto, nuestra opinión no ha cambiado”, sostuvo la Presidenta en la instancia con los senadores.

Agregó que ciertamente existían problemas importantes que abordar y que la invitación era a buscar políticas públicas creativas, bien diseñadas y orientadas a dar las mejores soluciones posibles a aquellos que se busca apoyar. En ese espíritu, destacó la aprobación en el Congreso de ley de resiliencia y, más recientemente, de ley de deuda consolidada, que permitirá a los buenos pagadores acceder al crédito en mejores condiciones.

Costa finalizó su presentación asegurando que “no debe haber ninguna duda de nuestro compromiso con la meta de inflación y de que tomaremos todas las decisiones que sean necesarias para cumplirla”. Agregó que “el período de elevada inflación que vivimos hace poco evidenció los costos que implica para una sociedad no controlar este flagelo, particularmente para quienes no cuentan con los recursos para enfrentarlo”.