COLONIZACIÓN AÉREA SUR AUSTRAL DE ARTURO MERINO BENÍTEZ A ERNESTO HEIN ÁGUILA




 Por Félix Berger Mercado 

A la colonización del territorio de Llanquihue en el siglo XIX, se le sumará luego la colonización aérea de la zona sur austral durante las primeras décadas del siglo XX. En este proceso vamos a destacar de manera arbitraria a dos nombres: Arturo Merino Benítez y Ernesto Hein Águila. El primero instalará una Base Aérea en Chamiza y buscará las mejores rutas para llegar por avión desde Puerto Montt hasta Punta Arenas. Mientras que el segundo aprovechará el conocimiento generado por Merino Benítez para trasladar colonos y carga a la zona austral, realizando incluso evacuaciones médicas.

Podemos señalar que el Comodoro Arturo Merino Benítez, fue un colonizador del sur de Chile, él exploró y abrió la ruta aérea desde Puerto Montt hasta Punta Arenas, incluso con riesgo para su propia vida como cuando al regresar de Punta Arenas cayó su avión Junkers al mar , esa vez a principios de 1930 logró salvarse con parte de su tripulación, otros tres quedaron atrapados en el avión y fallecieron.

El entonces coronel Merino Benítez llega a Puerto Montt a fines de 1929 con el fin de buscar una ruta aérea que conecte la zona sur austral con el resto del país , en 1930 instala su base en Chamiza y de ahí parte a explorar la zona sur austral. Antes en 1929 gracias a Merino Benítez se había inaugurado el servicio aéreo postal . A fines de enero de 1930 llega a Punta Arenas, cumplió su cometido de unir Chile , y más tarde seguiría con LAN fortaleciendo la ruta de Aysén y Magallanes.

Por lo tanto, su contribución y aporte al país fue enorme , y en justicia, por lo dicho anteriormente , Arturo Merino Benítez merece que el aeropuerto Pudahuel siga llevando su nombre .

Mientras Merino Benítez, abría las rutas del sur, otro como Ernesto Hein las consolidaba para asentar la soberanía del país, trasladando colonos a los lugares más inhóspitos , y luchando contra todo tipo de adversidad climática.

Hein junto a otros pilotos fortaleció e integró Chile con viajes desde Puerto Montt a la zona sur austral. Gracias a él por ejemplo colonos de Palena, Aysén podían realizar sus trámites, compras de víveres en Puerto Montt y luego volver por avión a sus campos y trabajar de manera solitaria y anónima por el progreso del país.

Este trabajo de Ernesto Hein ha sido reconocido en múltiples ocasiones , incluso su labor fue vital en el conflicto de Laguna del Desierto, lugar en que falleció el Teniente Hernán Merino Correa, a la patrulla de este uniformado trágicamente fallecido, les arrojaba por el aire harina, lentejas , frazadas , ollas, entre otras cosas.

Cuando había un accidente aéreo, Ernesto Hein, era uno de los primeros en concurrir para iniciar la búsqueda , por ejemplo, Sergio Millar Soto en un artículo publicado en el Diario “El Llanquihue” de Puerto Montt del 7 de noviembre de 2005 señala que:
“A las 15 horas del domingo 16 de junio de 1963, el Douglas DC-3 de la Fuerza Aérea se estrelló en la cúspide del cerro Pérez, falleciendo en forma instantánea mi padre Emilio Millar Muñoz, mi hermanita María Eugenia Millar Soto, junto a 17 tripulantes y pasajeros de la aeronave, con la excepción de Guillermo Ayala.

Esa misma tarde y al día siguiente comenzó a operar el sistema de búsqueda y rescate.
El aviador Ernesto Hein Águila no descansó, sobrevolando una y otra vez la zona hasta que logró divisar los restos del Douglas y dar cuenta de su situación a las patrullas que en esos momentos se dirigían por tierra al lugar donde presumiblemente se había estrellado el avión……………………..”

Igualmente en el Diario “El Llanquihue” de Puerto Montt, pero del jueves 27 de mayo de 2004, en la sección “Ocurrió Hace 50 años” se informa lo siguiente:


“Leemos en la edición del 27 de mayo de 1954 en nuestro Diario:

Piloto Hein: Ante la admiración de los entendidos, el piloto señor Ernesto Hein sacó ayer a su avión desde el cerro Manquehue en Santiago. Como se había informado tuvo un aterrizaje forzoso en los faldeos de la referida colina, mientras conducía a un enfermo grave a Santiago”.

La tremenda labor de Ernesto Hein por integrar el país, ayudar a que se realice una efectiva soberanía y además de ser solidario ante la desgracia ajena fue ampliamente reconocida con los años: La Fuerza Aérea de Chile lo distinguió el 12 de diciembre 2003 con la "Cruz al Mérito Aeronáutico", por los servicios y el aporte a la aeronáutica nacional. Según consigna el Diario “El Llanquihue “ de Puerto Montt del 18 de diciembre de 2003 : “………… Ernesto Hein, se manifestó aún emocionado al recordar el momento en que el Comandante en Jefe le puso la medalla. "Para mí es un enorme orgullo el que el Alto Mando de la FACH me haya destacado de esta manera. Estoy feliz porque éste es el mejor epílogo en la vida de un aviador, el recibir este reconocimiento de la Fuerza Aérea".

Ernesto Hein señaló además que la medalla que hoy luce en su hogar, se ha transformado en un incentivo vocacional para sus nietos, quienes han quedado muy entusiasmados con la idea de seguir la carrera aviática”.

Por último, Ernesto Hein Águila, junto a Federico Führer y el francés Eduardo Simon Bernheim son considerados la primera generación de aviadores patagónicos

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Presentamos a continuación tres documentos, uno se refiere a la colonización aérea , otro al Comodoro Arturo Merino Benítez , y el último reproduce in extenso el proyecto de ley que cambia de nombre al aeródromo de Cochrane por el de “Ernesto Hein Águila”.



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DOCUMENTON°1: COLONIZACIÓN AÉREA DEL TERRITORIO SUR AUSTRAL. DESDE CHAMIZA, LA PALOMA Y EL TEPUAL, AVIADORES DE LAN, FACH Y EL CLUB AÉREO DE PUERTO MONTT HAN EJERCIDO CELOSA Y ESTRICTA SOBERANÍA SOBRE NUESTRO TERRITORIO . LOS PRIMEROS MÁRTIRES DE LA AVIACIÓN EN EL SUR DE CHILE.

Enero de 1930. Un gran acontecimiento rompe el letargo provinciano. Puerto Montt se transforma en capital aeronáutica del país con la llegada del Director de los Servicios Aéreos de la República, el entonces coronel Arturo Merino Benítez, quien instala su “comando en campaña” en la incipiente Base Aérea de Chamiza .

Había llegado el 10 de diciembre de 1929 con el propósito de implementar en el terreno mismo las condiciones especiales que requería la puesta en marcha de la segunda etapa del gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, que consistía en unir todo el territorio por medio de una ruta aérea que controlara nuestro dilatado espacio para ejercer una real y efectiva soberanía sobre el.

CHAMIZA PUNTO CLAVE .
Nuestra aviación militar, gracias al entusiasmo y acción avasalladora de Merino Benítez, había inaugurado el 6 de marzo de 1929 el Servicio Postal Aéreo que ya unía Santiago con Arica.
La segunda parte del plan-la más ambiciosa-era unir Puerto Montt con el extremo austral.

Era preciso estudiar los vientos reinantes, crear campos de aterrizaje en los puntos adecuados, instalar estaciones radiotelegráficas y meteorológicas en la desmembrada geografía de Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes, en regiones que se hallaban en su totalidad inexploradas y en valles cordilleranos aptos para la agricultura y la ganadería que aún permanecían ocultos a la mirada del hombre .

El hermoso valle de Chamiza había sido elegido como punto neurálgico de conexión para el trayecto Santiago-Puerto Montt (denominado Línea Aérea Nacional Central) y el trayecto Puerto Montt-Aysén-Punta Arenas (que fue denominado Línea Aérea Nacional Sur).

PLANES HACIA EL SUR .
La labor de implementación se inició en enero de 1929 con el viaje de reconocimiento efectuado por una escuadrilla de “botes voladores”, procedente de Quinteros, que recorrió la zona hasta Quellón con la comisión de los tenientes Romero, Donoso y Abel, quienes estudiaban el establecimiento de pistas de aterrizaje en Río Bueno, Aysén, Río Baker y Última Esperanza.

En aquellos días todo Puerto Montt se volcó a Chamiza. Sus habitantes incrédulos y asombrados, llegaban a contemplar la improvisada pista y la veían prácticamente cubierta de una veintena de máquinas voladoras. La Aeronáutica Nacional había asentado sus reales en Puerto Montt.

RUMBO A AYSÉN .
La actividad aérea comenzó a intensificarse día por día. El viernes 13 de diciembre, Merino piloteando sendos monomotores anfibios Vickers Vedette, volaban hasta Aysén en viaje de reconocimiento de la ruta aérea.

El 14 de enero de 1930, Merino y Vergara reconocían la región fronteriza sobre el valle del Puelo hasta el lago Inferior, en el límite con Argentina, donde acuatizaron. Se iniciaba de esta forma la colonización aérea de los valles fronterizos.

El jueves 23 de enero, en cumplimiento con el itinerario establecido, despegan hacia Aysén los tenientes Aníbal Vidal y Félix Schaerer en sendos anfibios Vedette. De regreso esa misma tarde, al cruzar una zona barrida por temporales y bancos de niebla, un torbellino atrapa la máquina de Vidal (quien iba acompañado del mecánico sargento Ernesto Román), dándola vuelta por completo, precipitándola desde 500 metros en descenso vertiginoso, destrozando sus alas en el golpe con el agua y hundiéndola en el mar con sus tripulantes para siempre.

MAGALLANES .
Al día siguiente , Merino aborda el trimotor Junkers Nº 6, comandado por el capitán Alfredo Fuentes. Van en busca de Vidal. Pero al no encontrar rastros del avión, Merino decide, en homenaje a esos primeros mártires, emprender la conquista de la ruta de los canales australes.

Hasta entonces nadie había surcado esos amplios espacios, jamás máquina alguna había sobrevolado los extensos archipiélagos entre Aysén y Magallanes.

El 27 de enero, con una hélice astillada y un flotador roto, el Junkers acuatizaba en las frías aguas del Estrecho de Magallanes mientras los habitantes de Punta Arenas se abalanzaban hacia la costa para brindar a los tripulantes su cariño y admiración por la hazaña.

Pero cuando los aviadores se aprestaban a regresar, llenos de laureles y honores, una falla obligó a un amarizaje forzoso en Agua Verde, a 35 kilómetros de Punta Arenas donde el Junkers termina hundiéndose después de cinco horas a la deriva.

Lograron salvarse Merino y parte de la tripulación, mientras que el capitán Fuentes Martínez, el telegrafista Luis Soto Vásquez y el fotógrafo Alfredo Moreno Mendoza morían atrapados en el interior de su nave dando ejemplos de valor, audacia y cumplimiento del deber.

EMPRESA TEMERARIA .
El Club Aéreo de Puerto Montt fue inspirador de la colonización del valle del Tagua Tagua, Llanada Grande, Río Puelo, Buil, Vodudahue, Cholgo y tantos otros lugares aislados hasta entonces.

A partir de los mismos días del terremoto del 60' la misión continuó desde El Tepual y la ayuda se incrementó con la llegada de los Twin Otter en 1965, aeronaves que reúnen excelentes características para operar en la zona.

A partir de entonces los vuelos de socorro y de ayuda médica del Grupo de Aviación Nº 5 se hacen más frecuentes.

LOS LEGENDARIOS SIKORSKY .

En enero de 1937 se iniciaban los vuelos de la Línea Aérea Experimental a Magallanes con dos anfibios Sikorsky S.43, el “Chiloé” y el “Magallanes”, con capacidad para 16 pasajeros.

Hacia fines de ese año los Sikorsky habían realizado 26 viajes entre Puerto Montt y Punta Arenas y viceversa, con pésimas condiciones de tiempo, luchando contra fuertes vientos, cerrazones , neblinas, ventiscas y nieve.

La lucha contra la naturaleza era dramática, por cierto, pese a la potencia de las máquinas.

El 2 de junio desaparece para siempre el Sikorsky "Chiloé” en las aguas interiores de Chiloé. Allí perecen los tenientes Rodolfo Marsch Martin y Darío Aguilera Passig, el mecánico Arturo Peña Sepúlveda, el radio operador Fernando Hermosilla y cinco pasajeros.

Fuente: Diario El Llanquihue: “EDICIÓN ESPECIAL SIGLO XX”, Cuerpo 3 , Puerto Montt , viernes 31 de diciembre de 1999, pp 53-54
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DOCUMENTO N°2: COMODORO DEL AIRE ARTURO MERINO BENÍTEZ

Por lo grandioso de su obra, por su visión de futuro, su perseverancia, liderazgo y probidad, por su valor e integridad y, por su gran amor a la Patria, para la cual supo poner la aviación a su pleno servicio y progreso, es reconocido por todos los aviadores como “EL PROCER DE LA AERONÁUTICA CHILENA”.

Nacido en Chillán el 17 de mayo de 1888, ingresó a la Escuela Militar antes de cumplir los quince años de edad. Destacó como Cadete, siendo designa­do por sus méritos Brigadier Mayor y egresando en 1908 como Teniente 2º de Artillería con sobresalientes calificaciones. Siendo Oficial de la Escuela Militar ascendió, por méritos, a Capitán en 1913. Egresó de la Academia de Guerra en 1917 como Oficial de Estado Mayor y al año siguiente, 1918, pronunció su recordada conferencia “Sobre futura proporcionalidad de las distintas Armas”, en la cual hacía presente la superioridad de la aviación so­bre la caballería en la exploración a larga distancia y en el combate mismo, y su acelerado desarrollo que había aumentado el efecto de las armas de fuego, por todo lo cual él pronosticaba que era natural esperar un aumento en la proporción de aviones, cañones y ametralladoras en los Ejércitos.

En 1922 se encontraba sirviendo como Agregado Militar a la Embajada de Chile en Brasil, cuando arribó a Río de Janeiro el Capitán Diego Aracena Aguilar, culminando el más largo crucero aéreo efectuado en Latinoamérica hasta ese momento, lo que contribuyó a aumentar su interés por la avi­ación como medio moderno de comunicación e integración.

En 1926 ingresó a los servicios aéreos del Ejército, como Director de la Es­cuela de Aviación, siendo Mayor de Ejército del arma de Artillería. Al poco tiempo y ya con 38 años de edad, voluntariamente hizo su curso de piloto, porque lo sintió como una obligación moral ya que debía mandar a pilotos, lo que evidencia su gran sentido de responsabilidad y de superación.

En 1928 asume la Dirección de Aviación del Ejército, organismo recién cre­ado, del que fue su primer Director. Esta designación y el apoyo del Presi­dente de la República, General don Carlos Ibáñez del Campo, le permiten llevar a cabo sus grandes ideas sobre lo que debía ser y significar la avi­ación en Chile, tanto militar, como civil y comercial, logros que se detallan más adelante.

El 21 de marzo de 1930, siendo Teniente Coronel asume, con el título de Subsecretario de Aviación, el mando de la Fuerza Aérea Nacional, creada por Decreto 1.167 de la misma fecha. No existía todavía el cargo de Co­mandante en Jefe, ya que antes de crearse la Fuerza Aérea existía un Min­isterio de Guerra y uno de Marina que regían al Ejército y a la Armada, respectivamente. Solamente a partir de 1932, cuando se crea el Ministerio de Defensa Nacional, con tuición sobre las tres ramas de la Defensa, se crean los cargos de Comandantes en Jefe en cada arma, reportando a un solo Ministro.

Ejerció el mando institucional, con el grado de Comandante de Grupo, durante 1930 y 1931, pero los avatares de la situación política nacional lo alejaron de su cargo a fines de este último año. Fue reincorporado poste­riormente en junio de 1932, esta vez con el título de Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, y tres meses más tarde, el 02 de septiembre de 1932, se cursó su ascenso a Comodoro del Aire (rango de General). Terminó su carrera militar definitivamente el 15 de septiembre de 1932, en que se acogió a retiro.

Previo a esto, el 21 de julio de 1932 se había promulgado el Decreto Nº 247, que otorgó personalidad jurídica a la Línea Aérea Nacional, designán­dose un Consejo Directivo presidido por Merino Benítez. Posterior a su retiro, presentó su renuncia la cual fue rechazada por el Presidente electo, don Arturo Alessandri Palma, al cual acompañó hasta agosto de 1938, prácticamente todo su mandato presidencial, dándole a dicha empresa el enorme impulso que le permitió consolidarse como la principal aerolínea nacional hasta la actualidad.

Años más tarde volvió a dirigir la Línea Aérea Nacional, siendo nombrado Vicepresidente Ejecutivo de ella el 11 de noviembre de 1952, cargo que ejerció hasta el 24 de agosto de 1954, a partir de lo cual se dedicó a activi­dades particulares.

La Fuerza Aérea tuvo el privilegio de rendirle un merecido homenaje en vida el 21 de marzo de 1970, con motivo de cumplirse los 40 años de vida institucional. En una emotiva ceremonia, con distinguidos invitados extranjeros y un espectacular desfile aéreo y terrestre, el Presidente de la República don Eduardo Frei Montalva condecoró al Comodoro Merino Benítez con una medalla de oro que tenía la siguiente inscripción: “Al insig­ne y primer Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile. 1930-1970”.

Falleció en Santiago el 2 de mayo de 1970, faltándole días para cumplir los ochenta y dos años de vida. Entre su descendencia se cuentan dos presti­giosos Oficiales y destacados pilotos de la Fuerza Aérea.

Fue un líder nato. Su ascendiente de mando, liderazgo, firmeza, rectitud y perseverancia en todas sus actuaciones, le ganaron siempre la mayor ad­hesión y lealtad de su personal. A lo anterior, se unía su gran honestidad moral y material, predicando con su ejemplo personal estas virtudes. Le correspondió durante su jefatura efectuar varias adquisiciones de material aéreo, para uso militar y comercial, e incluso una fábrica de aviones (Cur­tiss en Los Cerrillos) y jamás se cuestionó su probidad.

Con gran visión de futuro, visualizó la aviación como el medio más mod­erno, rápido y efectivo para unir territorialmente todo Chile. Cuando el Presidente Ibáñez le expresó su desaliento por las dificultades geográficas para comunicarse con los habitantes del territorio austral, Merino le re­spondió: “Yo tengo un camino construido: ¡el de los cielos de Chile! ” Luchó incansablemente por ello, arriesgando incluso su vida, como en el caso del accidente de Aguas Frescas, en Punta Arenas en enero de 1930. En esa oportunidad, Merino se mantuvo horas a bordo de su avión accidentado en el Estrecho de Magallanes y fue rescatado cuando ya estaba prácticamente sumergido en sus heladas aguas.

Profundamente nacionalista: se opuso tenazmente a que el tráfico aéreo en Chile fuera servido por líneas extranjeras y luchó por tener una línea na­cional. Firme en su convicción, incluso se batió a duelo con el Comandante Vergara Montero quien sostenía una tesis contraria. Para su ropa usaba solamente telas nacionales y sólo permitía vino chileno en lugar de licores extranjeros, para recepciones o consumo particular.

Obras y realizaciones
Su obra más maciza es sin duda, haber sentado las bases y puesto en marcha el SISTEMA AERONAUTICO NACIONAL, tal como lo conocemos ahora. Teóricamente había sido esbozado por el Estado Mayor del Ejército en 1926, pero era necesario un líder como Merino para materializarlo en hechos concretos. Puede verse la obra de Merino a la luz de los componen­tes del Poder Aéreo:

Componente de Fuerza
La Defensa del país se efectúa en aire, mar y tierra; cada una de ellas con su respectivo instrumento bélico. Hasta 1930 no existía como tal en el aire, solamente Ejército y Armada para la superficie. Merino, con el de­cidido respaldo del Presidente de la República, General Carlos Ibáñez del Campo, logra el 21 de marzo de 1930 la creación de la Fuerza Aérea como institución independiente de las otras dos y con el mando único sobre los medios aéreos de combate de la Defensa Nacional.

Hasta ese momento existían, no solo en Chile sino en todos los países, una concepción paralela del empleo de los medios de defensa, con muy poca conexión entre la estrategia terrestre y la naval, por razones obvias del escenario y de los medios de cada cual. Al crearse la Fuerza Aérea y tal como lo había previsto Merino en 1918, la aviación pasa a tener un papel preponderante en la estructura de la defensa nacional, ya que los medios de superficie no pueden desentenderse de la amenaza desde la altura.

Es por esta razón que la creación en 1930 de la Fuerza Aérea como in­strumento militar, en menos de dos años obliga a establecer un Ministerio de Defensa, común para las tres Instituciones y, más importante aún, in­troduce en las concepciones estratégicas, la lógica inevitable del EMPLEO CONJUNTO de las fuerzas de aire, mar y tierra. Esta lógica ha tomado su tiempo en asentarse, pero en la actualidad es un hecho comúnmente acep­tado por la mayor eficiencia y sinergia que se produce en el empleo de los medios.

Componente de Desarrollo
• Aviación comercial
En 1928 plantea el establecimiento de una línea aeropostal al Norte del país, proyecto que fue aprobado finalmente por el Presidente Ibáñez, quien ordenó la compra de 20 aviones Cirrus Moth para el futuro servicio. El Servicio Aéreo del Ejército había creado en Santiago, en 1926, los Grupos Mixtos de Aviación Nº 1 y 3, con la intención de asentarlos posteriormente en Iquique y en Temuco. Cuando Merino Benítez es nombrado en 1928 Di­rector General de Aeronáutica del Ejército, se materializa este propósito.

El Grupo Nº 1 en Iquique y las postas que establece desde la capital hasta Arica, permiten que el 5 de marzo de 1929, se inaugure la “Línea Aero­postal Santiago-Arica”, que tres años más tarde se convierte en la LÍNEA AÉREA NACIONAL.

Dentro de este mismo espíritu, encabezó varios cruceros hacia la zona Sur y dispuso en 1928 el asentamiento en Temuco del Grupo Mixto de Avi­ación Nº 3. Al año siguiente, 1929, crea la Escuadrilla de Anfibios Nº1 en Puerto Montt, con la cual echa a andar la “Línea Experimental Puerto Montt-Aysén”, como una primera etapa de la futura línea a Magallanes. En enero de 1930 llega finalmente a Punta Arenas en un trimotor Junkers, siendo la primera vez que un avión llegaba a dicha ciudad en vuelo desde el centro del territorio nacional. Allí sucede el accidente de Aguas Frescas.

Con todos estos avances, cuando en 1930 se crea la Fuerza Aérea, ya ex­istía una base material sólida para sustentarla, formada por pilotos, tripu­laciones, aviones y aeródromos, como producto del titánico esfuerzo de Merino Benítez en los cuatro años anteriores.

Durante la década de los treintas, se establece un servicio a Magallanes desde Puerto Montt, con dos bimotores Sikorsky de la Fuerza Aérea Nacio­nal que, aunque de corta vida, dejó los fundamentos necesarios para que en la década de los cuarentas, la Línea Aérea Nacional iniciara el servicio comercial de dicha ruta con aviones de itinerario.

De esta forma, gracias al tesón, la visión y el sacrificio de Merino Benítez, el territorio nacional quedó finalmente unido en su totalidad por el camino que él le había prometido al Presidente Ibáñez: el de los cielos de Chile.

• Aviación civil y deportiva
Merino Benítez siempre vio en los pilotos civiles una reserva valiosa para integrar la dotación de la Fuerza Aérea en casos de emergencias mayores. Por esa razón, fundó el Club Aéreo de Chile, en mayo de 1928, y le propor­cionó la más estrecha y decidida colaboración de la Fuerza Aérea para ir dando vida a los Clubes Aéreos a lo largo del país.

Oficiales pilotos se desempeñaban como Instructores de vuelo de dichos Clubes, Oficiales Ingenieros y mecánicos de la Fuerza Aérea apoyaban el mantenimiento de su material aéreo y fue así como se generó una impor­tante masa de pilotos civiles, preparados metódica y disciplinadamente, que fueron posteriormente generando a su vez, sus propios instructores. Desde el comienzo, Merino dispuso que los pilotos civiles pasaran a inte­grar la Reserva de la Fuerza Aérea como Oficiales y los incorporó perman­entemente a las actividades institucionales.

Con el tiempo, el Club Aéreo de Chile original agrupó a todos los Clubes Aéreos que se fueron formando en el país, por lo cual tomó su nombre actual de FEDERACIÓN AÉREA DE CHILE. Al mismo tiempo y para un mejor ordenamiento y seguridad de las actividades de la aviación civil y comer­cial, Merino Benítez logró la creación de la DIRECCIÓN DE AERONÁUTICA el 28 de marzo de 1930, organismo que hasta nuestros días cumple dichas funciones, además de velar por la seguridad de la aeronavegación en el espacio aéreo chileno.

• Conciencia aérea nacional
Merino previó que era fundamental que la ciudadanía tomara conciencia lo más directa posible de los beneficios y posibilidades que le ofrecía la aviación, para su comunicación y progreso. Por esta razón impulsó la for­mación de una conciencia aérea ciudadana, a través de discursos, con­ferencias, artículos de prensa, y además con frecuentes vuelos públicos de grandes formaciones, que impactaban al público y que despertaron muchas vocaciones en la juventud para ingresar a la Fuerza Aérea o los Clubes Aéreos.

• Industria aeronáutica
Probablemente en esa época no se conocía el término actual de “off sets”, pero ya en 1930 Merino Benítez tenía el concepto de que las adquisiciones de material aéreo dejaran también un beneficio residual en el país. Por esta razón, cuando a fines de 1928 se decidió la adquisición de 20 aviones biplaza Curtiss, modelo “Falcon” para la Fuerza Aérea, Merino hizo colo­car como condición inamovible en el contrato, que la empresa vendedora, la Curtiss Aeroplane Export Corporation, instalara una fábrica de aviones para producir dichos aviones en Chile.

Consecuente con su profundo espíritu nacionalista, estipuló que debía emplearse mano de obra nacional. Con este propósito, 25 técnicos egresados de la Escuela de Artes} y Oficios viajaron a Buffalo, Estados Unidos, en abril de 1930, para recibir instrucción en la propia fábrica matriz. De esta manera, en octubre de 1930 se inauguró la FABRICA DE AVIONES en Los Cerrillos, con técnicos norteamericanos y los operarios chilenos instruidos en los Estados Unidos. Resulta entonces Merino Benítez, un pionero intu­itivo de lo que en esta época se conoce como “off set” y que está siendo cada vez más habitual en estas adquisiciones.

• Infraestructura aeronáutica
Una de las grandes dificultades que se tuvieron desde los primeros inten­tos para expandir las líneas de comunicaciones aéreas desde El Bosque ha­cia el resto del país, fue la falta de una adecuada infraestructura, ya fueran canchas de aterrizaje, instalaciones meteorológicas, señalizaciones y, más adelante, radiocomunicaciones.

Los pilotos de la Línea Aeropostal al norte salían en cada oportunidad, como decían en su jerga: “a hacerle pelea a la ruta”. Por telegramas se informaban de la situación meteorológica en el punto de destino, pero no podían saber cómo se les iba a presentar durante el trayecto. Lo precario de los lugares de aterrizaje añadía un factor adicional de riesgo a esos vuelos, pese a lo cual Merino Benítez supo imprimirle una mística especial a sus pilotos que los llevó a tratar de cumplir con los itinerarios a todo trance.

Recorrió personalmente las postas hacia el norte y sur, destacó personal en cada sitio para ir reparando permanentemente el terreno y fijando las de­marcaciones, fue generando puestos de observación meteorológica y me­joró la comunicación telegráfica. Al mismo tiempo, ante la falta de carto­grafía apropiada para la aeronáutica, dispuso la creación del GABINETE DE FOTOGRAMETRÍA AÉREA, el 12 de julio de 1930, iniciativa de largo plazo tendiente a formar un capital de fotos aéreas que permitiera posterior­mente, en conjunto con el Instituto Geográfico Militar, producir cartografía más exacta de Chile. Dicho Gabinete es el antecesor del actual Servicio Aerofotogramétrico “General Juan Soler Manfredini”, que es el represent­ante oficial del Estado de Chile en estas materias.

Fuente: Fuerza Aérea de Chile
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DOCUMENTO N°3: Proyecto de ley, iniciado en moción de los Honorables Senadores señores Horvath y Walker, don Patricio, para denominar al aeródromo de Cochrane con el nombre de “Ernesto Hein Águila”.

Boletín Nº 11.184-04

Proyecto de ley, iniciado en moción de los Honorables Senadores señores Horvath y Walker, don Patricio, para denominar al aeródromo de Cochrane con el nombre de “Ernesto Hein Águila”.

CONSIDERANDO:

La historia de la aviación de la región de Aysén, es muy rica, variada y de un gran esfuerzo tanto institucional como de distintos pilotos que exploraron y que posteriormente se avecindaron en la región. Esta trayectoria no está exenta de hazañas y también de trágicos accidentes.

Todas estas personas motivadas por su amor al vuelo, también compartían la necesidad de ayudar a las comunidades y colonos de zonas aisladas. Entre muchos de ellos cabe destacar como un buen ejemplo la figura de don Ernesto Hein Águila, quien empezó a operar en los años 50 y que se destacó en el rescate de colonos, especialmente trasladándolos a tiempo a centros asistenciales de salud y también tuvo participación en hechos históricos como en las comunicaciones y apoyo a trabajos de Carabineros y geógrafos expertos en Laguna del Desierto, que le costara la vida trágicamente al Teniente Hernán Merino Correa el 6 de noviembre de 1965.

Ernesto Hein Águila además, realiza hazañas que son muy difíciles de describir y que asombraron a la población de la región de Aysén y también de otras regiones de Chile, entre ellas está el haber aterrizado de emergencia en la calle Prat de la ciudad de Coyhaique muchas veces de noche iluminado por fuego y automóviles "al igual que otros pilotos" en las canchas de Tte. Vidal de Coyhaique y otros de la zona, e inclusive un mitológico aterrizaje en el cerro Manquehue de Santiago.

El junto a sus hijos Ricardo y Ernesto, forman una empresa que cubre los cielos australes al igual que otros pioneros de la aviación. Hace pocos años, su hijo Ricardo junto a ocho tripulantes, cumpliendo funciones de vuelo comercial, fallecen trágicamente en las cercanías de Quellón. Su otro hijo Ernesto Hein Bahamondes, realiza vuelos tanto en Aysén como en la zona de Puerto Montt, principalmente hacia la zona de la Patagonia.

Es que distintos dirigentes de las comunidades del Sur, como doña Audolina Orellana, han planteado -a lo cual desde luego me sumo en justicia- denominar el aeródromo de Cochrane como Ernesto Hein Águila, siendo un justo homenaje para quien aún vive junto a su esposa. De hecho el aeródromo se sitúa en los faldeos del cerro Tamango denominado así por el propio Ernesto Hein. Entre sus reconocimientos Ernesto Hein Águila, fue condecorado por el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea con Cruz al Mérito Aeronáutico de Chile en el grado Cruz de Servicios Distinguidos (la más alta distinción que entrega la Fuerza Aérea de Chile).

Que con seguridad hay muchos otros héroes conocidos de los vuelos en la Patagonia, que merecen también su homenaje, los que han sido reconocidos y otros que promoveremos en su oportunidad.

Por lo anteriormente señalado, es que vengo en solicitar en nombre de la Comunidad de la Región, el que sea denominado el aeródromo de Cochrane, "Ernesto Hein Águila"

Es por eso que vengo en presentar la siguiente:

MOCIÓN

DENOMÍNESE AL AERÓDROMO DE COCHRANE
ERNESTO HEIN ÁGUILA

Artículo 1°: Denomínese el actual aeródromo de Cochrane partir de esta fecha, como "Ernesto Hein Águila".


Fuente: Senado de Chile, 24 de abril de 2017
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Fotos

- Museo Aeronáutico de Chile

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