Subsecretaria de Relaciones Exteriores de Chile, Gloria de la Fuente, junto al vicecanciller de Argentina, Eduardo Bustamante, develaron una placa en homenaje al cardenal Antonio Samoré

Foto Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile

 En el Paso Cardenal Samoré, la subsecretaria de Relaciones Exteriores de Chile, Gloria de la Fuente, junto al vicecanciller de Argentina, Eduardo Bustamante, develaron una placa en homenaje al cardenal Antonio Samoré, quien desempeñó un rol clave como enviado especial del Papa Juan Pablo II en la mediación del conflicto entre Chile y Argentina, que culminó con la firma del Tratado de Paz y Amistad entre ambos países el 29 de noviembre de 1984.

 

Durante su intervención, la subsecretaria destacó la importancia del cardenal Samoré “en un momento crítico de nuestra historia común”, señalando que la autoridad eclesiástica “se alzó como un puente de esperanza y diálogo”. “Por su destacada labor y su incansable compromiso con la paz, el segundo paso fronterizo más importante entre Chile y Argentina fue renombrado en su honor: el Paso Internacional Cardenal Samoré, antes conocido como Paso Puyehue”, agregó.

 

Por su parte, el vicecanciller Bustamante afirmó que “argentinos y chilenos somos libres del miedo a un conflicto que pudo haber sido devastador para nuestras sociedades, y esto es lo más importante. Esto no habría sido posible sin la mediación de la Santa Sede, por lo que recordamos en esta ocasión al cardenal Antonio Samoré. Lo recordaremos también con una misa en la Catedral de Buenos Aires y una ceremonia en el Vaticano”.

 

La ceremonia incluyó intervenciones del obispo de la Diócesis de Neuquén, Fernando Crozatto, y del vicario de la diócesis de Osorno, Cristián Cárdenas.

 

Esta actividad forma parte de las múltiples instancias organizadas por ambos países para conmemorar los 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina. Entre estas, se destaca la visita de los cancilleres Alberto van Klaveren y Diana Mondino a la Santa Sede el próximo 25 de noviembre, para participar en la ceremonia de conmemoración de los 40 años de la firma del tratado, que será presidida por el Papa Francisco.