La proliferación de medusas es una amenaza para la pesca
30 de mayo de 2013, Roma – El
rápido aumento del número de medusas puede ser una de las causas del
descenso de las poblaciones de peces observado en el Mediterráneo y el
Mar Negro, según advierte un nuevo informe publicado por la FAO.
La sobrepesca, que elimina a los principales depredadores marinos, es uno de los factores detrás de la proliferación de medusas, cuya presencia ha aumentado de forma repentina. Puede producirse un "círculo vicioso" en el que un gran número de medusas se alimentan de larvas de peces y juveniles, y "reducen aún más la capacidad de recuperación de las poblaciones de peces ya afectadas por la pesca excesiva", indica el informe de la Comisión General de Pesca para el Mediterráneo, entidad que pertenece a la FAO.
En esta situación, las medusas "podrían ser la gota que colma el vaso", según se señala en el documento Estudio de la proliferación de medusas en el Mediterráneo y el mar Negro.
Normalmente, tan sólo se toma en cuenta el impacto de las actividades pesqueras humanas para establecer los límites de la pesca sostenible, según la FAO. Pero las medusas pueden tener también gran impacto sobre los huevos y larvas de peces, ya sea directamente o por competir por las mismas fuentes de alimento. De este modo, deben tenerse en cuenta en cualquier enfoque ecosistémico de la gestión pesquera.
Impacto arrollador
El grave impacto que pueden tener las medusas sobre las poblaciones de peces se demostró en la década de 1980 cuando la Mnemiopsis leidyi, una especie de medusa que reside normalmente en el Atlántico, fue introducida accidentalmente en el mar Negro y tuvo un, impacto "arrollador" en las poblaciones de peces que pesca, que resultaron muy afectadas. El problema solamente se resolvió tras la llegada al Mar Negro de otra especie invasora, Beroe ovate, que se alimenta de Mnemiopsis.
En el Adriático también se observó hace 20-30 años un fuerte descenso de las poblaciones de peces, con la llegada de oleadas sucesivas de Pelagia noctiluca, medusas de color malva y de picadura muy dolorosa. El efecto combinado de depredación causada por la Pelagia, por una parte, junto a la sobrepesca humana, jugó un papel importante en la reducción de peces adultos en edad reproductiva "a un umbral que hizo que dificultó la recuperación de las poblaciones de peces".
El documento de la FAO señala que "en el pasado, el sistema podría hacer frente a episodios de abundancia de medusas, pero en el caso de la proliferación a principios de la década de 1980, la situación cambió y todavía no se ha vuelto a la normalidad de los años previos a la pelagia”.
Un océano de medusas
Las medusas son ya obstinadamente abundantes en casi todos los océanos del mundo, lo que lleva a algunos expertos a hablar de "un cambio de régimen global, de un océano de peces a otro de medusas", en el que las estas últimas habrían sustituido a los peces.
Aunque las razones de este fenómeno no se conocen por completo, podrían incluirse las siguientes, además de la sobrepesca:
La sobrepesca, que elimina a los principales depredadores marinos, es uno de los factores detrás de la proliferación de medusas, cuya presencia ha aumentado de forma repentina. Puede producirse un "círculo vicioso" en el que un gran número de medusas se alimentan de larvas de peces y juveniles, y "reducen aún más la capacidad de recuperación de las poblaciones de peces ya afectadas por la pesca excesiva", indica el informe de la Comisión General de Pesca para el Mediterráneo, entidad que pertenece a la FAO.
En esta situación, las medusas "podrían ser la gota que colma el vaso", según se señala en el documento Estudio de la proliferación de medusas en el Mediterráneo y el mar Negro.
Normalmente, tan sólo se toma en cuenta el impacto de las actividades pesqueras humanas para establecer los límites de la pesca sostenible, según la FAO. Pero las medusas pueden tener también gran impacto sobre los huevos y larvas de peces, ya sea directamente o por competir por las mismas fuentes de alimento. De este modo, deben tenerse en cuenta en cualquier enfoque ecosistémico de la gestión pesquera.
Impacto arrollador
El grave impacto que pueden tener las medusas sobre las poblaciones de peces se demostró en la década de 1980 cuando la Mnemiopsis leidyi, una especie de medusa que reside normalmente en el Atlántico, fue introducida accidentalmente en el mar Negro y tuvo un, impacto "arrollador" en las poblaciones de peces que pesca, que resultaron muy afectadas. El problema solamente se resolvió tras la llegada al Mar Negro de otra especie invasora, Beroe ovate, que se alimenta de Mnemiopsis.
En el Adriático también se observó hace 20-30 años un fuerte descenso de las poblaciones de peces, con la llegada de oleadas sucesivas de Pelagia noctiluca, medusas de color malva y de picadura muy dolorosa. El efecto combinado de depredación causada por la Pelagia, por una parte, junto a la sobrepesca humana, jugó un papel importante en la reducción de peces adultos en edad reproductiva "a un umbral que hizo que dificultó la recuperación de las poblaciones de peces".
El documento de la FAO señala que "en el pasado, el sistema podría hacer frente a episodios de abundancia de medusas, pero en el caso de la proliferación a principios de la década de 1980, la situación cambió y todavía no se ha vuelto a la normalidad de los años previos a la pelagia”.
Un océano de medusas
Las medusas son ya obstinadamente abundantes en casi todos los océanos del mundo, lo que lleva a algunos expertos a hablar de "un cambio de régimen global, de un océano de peces a otro de medusas", en el que las estas últimas habrían sustituido a los peces.
Aunque las razones de este fenómeno no se conocen por completo, podrían incluirse las siguientes, además de la sobrepesca:
- El calentamiento global, que incrementa las especies que prosperan en latitudes tropicales.
- La eutrofización, que hace aumentar los nutrientes en el agua
- El uso generalizado de diques para evitar la erosión costera y la gran cantidad de puertos turísticos, que constituyen un hábitat ideal para las medusas que pasan por una etapa de pólipos en sus primeros años de vida.
Las medidas preconizadas para prevenir o hacer frente a la proliferación de medusas incluyen:
- Incorporar la investigación sobre las medusas en la investigación pesquera.
- Desarrollar productos a base de medusas para la alimentación y la medicina. Algunas especies de medusas son una fuente de alimentos en diversos países. Entre otras posibilidades, el descubrimiento de una "medusa inmortal", Turritopsis nutricula, capaz de revertir su proceso de envejecimiento, encierra la promesa del desarrollo de productos de rejuvenecimiento de gran alcance para los seres humanos.
- Establecer sistemas de alerta temprana ante la proliferación de medusas, con barreras de protección para las granjas acuícolas.
- Adoptar medidas para reducir la sobrepesca, las emisiones de gases de efecto invernadero y las causas de eutrofización "podría sin duda mejorar la calidad del medio ambiente en general y, con ello, reducir también la actual prevalencia de las medusas”, añade el informe.
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