Los precios de los alimentos continúan a la baja, pero siguen históricamente altos. Para resolver está situación, algunos países están implementando programas de subsidios —que muchas veces son contraproductivos— afirma el último informe del Grupo del Banco Mundial.

Ciudad de Washington, 25 de julio de 2013. Los precios mundiales de los alimentos disminuyeron durante tres trimestres consecutivos, luego aumentaron en mayo y junio, manteniéndose cercanos al tope histórico. Algunos países con altos índices de pobreza y redes de protección social débiles responden a esta volatilidad crónica mediante el aumento de los subsidios al consumo de alimentos que a menudo son contraproducentes, informó hoy Alerta sobre precios de los alimentos del Grupo del Banco Mundial, que se publica trimestralmente.
Los programas de subsidios a los alimentos mal diseñados que carecen de transparencia y rendición de cuentas en la ejecución no benefician a las personas pobres. Estos programas pueden ser muy costosos y propensos a la corrupción, y desperdician los escasos recursos fiscales, dijo Jaime Saavedra, vicepresidente interino de la Red de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica del Grupo del Banco Mundial. La reforma de este tipo de programas es una prioridad política, que abre el camino hacia subsidios adecuados destinados a los más necesitados y que complementan las redes de protección social existentes”, agregó Saavedra.
Según la edición más reciente de Alerta sobre precios de los alimentos, los valores mundiales continuaron bajando entre febrero y junio de 2013 –una tendencia que se observa desde la reciente máxima registrada en agosto de 2012– pero estaban apenas un 12% por debajo de los niveles máximos de agosto. El aumento de la producción, la disminución de las importaciones, y una menor demanda en general hicieron caer los precios de exportación, aunque los mercados internacionales siguen complicados para el maíz.
Los precios actuales del trigo reflejan las expectativas de que la producción mundial se recuperará este año de la disminución del año pasado. Los precios del arroz continuaron disminuyendo moderadamente por una combinación de factores de compensación. Las presiones a la baja sobre los precios que surgen de las buenas cosechas en Tailandia y Viet Nam contrarrestaron las presiones al alza debidas al aumento de la demanda y la reducción de suministros de India, Pakistán, Estados Unidos y América del Sur.
De cara al futuro, se mantiene la incertidumbre en el mercado internacional. Las condiciones climáticas desfavorables de los últimos tiempos en el norte y centro de Europa, la Federación Rusa y China pueden afectar las perspectivas de una recuperación en la producción mundial de trigo. La situación actual en Egipto también puede afectar a los mercados internacionales de trigo, dado que ese país es el mayor importador mundial de este cereal.
Los precios internos por su parte siguieron en términos generales las tendencias estacionales, pero las grandes diferencias se mantuvieron: donde los precios subieron entre febrero y junio de 2013, se debió principalmente a una combinación de factores, como el mal tiempo, la reducción de los suministros, las devaluaciones de moneda, y las políticas de adquisiciones públicas.
Contribución del Grupo del Banco Mundial

  • Las inversiones en agricultura y desarrollo rural son una prioridad para el Grupo del Banco Mundial, que aumentó las inversiones en agricultura y otras relacionadas con esta práctica a más de US$9.000 millones en el ejercicio de 2012. La asistencia del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento/Asociación Internacional de Fomento (BIRF/AIF) en el ejercicio de 2012 fue la más alta de los últimos 20 años.
  • La Corporación Financiera Internacional (IFC) otorgó US$4.500 millones en concepto de inversiones del sector privado en la cadena de suministro de alimentos durante el ejercicio de 2013. Estas inversiones respaldaron proyectos que promueven el acceso a financiamiento, a insumos como semillas, equipo y asesoría, y a los mercados a través de infraestructura y plantas de procesamiento de alimentos.
  • El Grupo del Banco Mundial respalda el Programa Mundial para la Agricultura y Seguridad Alimentaria (GAFSP, por sus siglas en inglés). Nueve países y la Fundación Gates han comprometido unos US$1.300 millones para un periodo de 3 años, de los cuales se han recibido US$959,8 millones.
  • El Programa de Respuesta a la Crisis Mundial de los Alimentos (GFRP, por sus siglas en inglés) ha beneficiado a 66 millones de personas en 49 países mediante ayuda de emergencia por un monto de US$1.560 millones. Desde julio de 2012, la respuesta de emergencia del Banco se canaliza a través del Mecanismo de Respuesta a las Crisis de la AIF y el Mecanismo de Respuesta Rápida.
  • Aumento de las asignaciones del BIRF/AIF a redes de protección social (aumentó seis veces de US$1.200 millones en el período anterior a las crisis del ejercicio de 2006-08 a más de US$10.000 millones en el ejercicio de 2009-2012).
  • Coordinación con los organismos de la ONU a través de la Fuerza de Tarea de Alto Nivel para la Seguridad Alimentaria y con organizaciones no gubernamentales, y respaldo a la Alianza para el Sistema de Información sobre los Mercados Agrícolas (AMIS, por sus siglas en inglés) (i)  con el objetivo de mejorar la transparencia del mercado de los alimentos.
  • Promoción de más inversiones en investigación agrícola –por ejemplo, a través del Grupo Consultivo sobre Investigaciones Agrícolas Internacionales (CGIAR, por sus siglas en inglés) (i)– y seguimiento del comercio de productos agrícolas para identificar cualquier posible escasez de alimentos.
  • Apoyo al mejoramiento de la nutrición entre grupos vulnerables: Hasta el ejercicio de 2012, se estima que el Banco Mundial ha provisto de servicios básicos de nutrición a 14,3 millones de mujeres embarazadas y madres que amamantan, niñas adolescentes, y niños menores de cinco años. El Banco es además miembro activo del movimiento mundial SUN, Movimiento para el fomento de la nutrición, y respalda la plataforma de conocimientos Secure Nutrition: www.securenutritionplatform.org. (i), que tiene como objetivo mejorar la nutrición a través de inversiones en la agricultura.
  • IFC está poniendo en marcha el Programa Mundial de Riego (GIP, por sus siglas en inglés), que proporciona respaldo a los proveedores de riego con el objetivo de aumentar la disponibilidad y el acceso de equipos de riego eficientes para mejorar la gestión del uso del agua para la agricultura.


fuente: Banco Mundial

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