El 1 de enero de 2011, Alemania vuelve como miembro no permanente al Consejo de Seguridad de la ONU.

Las prioridades de Alemania en el Consejo de Seguridad de la ONU




 Como uno de los diez miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a partir de enero de 2011, Alemania tendrá prioridades como el conflicto en Afganistán o el cambio climático.



Dada la magnitud de los conflictos que se analizan en la mesa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Alemania espera poder apaciguar o incluso resolver al menos algunos de ellos. Éste es uno de sus objetivos una vez se vincule a este organismo como miembro no permanente por un período de dos años a partir de enero de 2011.



"Queremos que el Consejo no sólo se ponga al frente del desencadenamiento de una crisis determinada, sino que también se esfuerce en la prevención de conflictos", dijo el embajador de Alemania ante las Naciones Unidas, Peter Wittig. "En otras palabras, queremos que el Consejo de Seguridad se active mucho antes de que se reciba cualquier informe acerca de las primeras víctimas".



Alemania también busca adquirir la responsabilidad de coordinar los esfuerzos militares y de desarrollo de la comunidad internacional en Afganistán. También es probable que se haga cargo del comité de sanciones contra Al Qaeda que supervisa las restricciones de viaje que se han impuesto, así como la congelación de activos en poder de los partidarios de los talibanes.







Cambio de acción







Las sanciones impuestas contra los talibanes hasta el momento por el Consejo de Seguridad de la ONU han demostrado ser un obstáculo para sentar en la mesa de negociaciones a sus líderes en el intento de incorporarlos en el proceso de paz en Afganistán. En este sentido, se requieren algunos compromisos para lograr salir de este dilema.







El ex embajador alemán ante la ONU Guenter Pleuger confía en que Alemania pueda hacer la diferencia. "Los miembros individuales del Consejo pueden ser muy influyentes", dijo Pleuger a Deutsche Welle. "Sólo se tienen que presentar buenos argumentos y un buen desarrollo de la acción”.







Nuevas alianzas estratégicas







Alemania también está lista para hacer uso de su puesto en el Consejo de Seguridad para convencer a otros miembros de elevar el tema del cambio climático a un asunto potencial de seguridad. En su agenda es prioritario el impacto del calentamiento global sobre los recursos naturales, así como el futuro de muchos pequeños Estados insulares amenazados por el aumento del nivel del mar.







“Si Alemania quiere avanzar en estos temas, tendrá que centrarse más en conversaciones individuales con los países, e incluir rápidamente a las naciones industrializadas”, dijo Susanne Droege, del Instituto Alemán para Asuntos Internacionales y de Seguridad, a Deutsche Welle.







"En este asunto el país germano no puede contar con el respaldo de Estados Unidos. Será como caminar en la cuerda floja: buscar el apoyo de los países de África y Asia sin apartarse de sus aliados tradicionales en el occidente”, dijo Droege.







Alemania ya había asumido anteriormente una posición contraria a Estados Unidos en el Consejo de Seguridad como miembro no permanente. Entre el 2003 y el 2004, el país teutón fue uno de los que se negó a respaldar la invasión a Irak, liderada por EE UU. Ésto conllevó a duras críticas por parte de la administración estadounidense, pero también la admiración de otros.







La guerra de Irak se llevó a cabo, empero, señalando sin piedad los poderes limitados del órgano más importante de las Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad también fracasó en su intento de evitar el genocidio en Ruanda, la guerra civil en Somalia y el caos político en la República Democrática del Congo.







Ambiciones de gran envergadura







La renovada membresía de Alemania en el Consejo de Seguridad de la ONU es considerada como un hito importante en Berlín. No obstante, su plan es adquirir un puesto permanente del Consejo. Ésto va acompañado de una reforma general de este órgano con el fin reflejar más las realidades actuales.







Brasil, India, África del Sur y Japón también han intentado unirse al Consejo de Seguridad de la ONU de forma permanente para brindar a sus regiones una mayor participación en los acontecimientos mundiales.



La percepción general es que la composición actual del Consejo de Seguridad, integrado por Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia y China, refleja un contexto anticuado de la realidad que dejara la Segunda Guerra Mundial











Autor: Hardy Graupner / Cristina Mendoza Weber

Editor: Enrique López





fuente: http://www.dw-world.de/ 

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