“La Armada de Chile y la Colonización Alemana”

“La Armada de Chile y la Colonización Alemana”

“El 28 de noviembre se cumplen 125 años de la llegada de los primeros colonos alemanes a Llanquihue.

Colecciones de cartas y documentos que hoy por hoy se han convertido en un inmenso testimonio histórico, demuestran el temple y el heroísmo de los inmigrantes alemanes que hicieron de regiones inhóspitas del sur de Chile, el mundo habitable de hoy día.
Las virtudes de laboriosidad, constancia, espíritu de superación y de lucha, en artesanía tradicional y distintos grados de cultura , fue tonificante para la ética y la economía de nuestro país.

 La Armada  nacional , en el proceso de colonización, no estuvo ausente; muy por el contrario, en ese  entonces unidades desplegaron un gran trabajo transportando desde Corral a Melipulli a los colonos, y su personal ayudó  eficazmente en su instalación.

 La primera ley sobre cesión de tierras aparece  dictada en   Chile solemnemente  en el año 1824.
  Durante la presidencia del general  Manuel Bulnes, y habiéndose aprobado ya la  “ Ley de terrenos baldíos, promulgada en noviembre de 1845, se dio comienzo a la Colonización Alemana.
El explorador alemán, don Bernardo Phillipi, fue el encargado de trasladarse a Alemania  y contratar la venida de 150 a 200 familias escogidas entre agricultores, artesanos e industriales católicos.

 Phillipi se embarcó a fines de 1848 rumbo a Alemania, pero no consiguió cumplir su misión, obstaculizada por el requisito que exigía a los colonos ser católicos. Los obispos respectivos prohibieron a sus fieles a emigrar hacia un lugar tan alejado. Sin embargo, mientras se esperaba el perfeccionamiento de dicha ley, la iniciativa privada inició la colonización alemana en Valdivia.
En efecto, el Cónsul prusiano Fernando Flind había adquirido la Hacienda Santo Domingo de 1.000 cuadras de extensión, y contratado en Alemania a nueve familias de artesanos quienes llegaron a Corral el 25 de agosto de 1845 a bordo del bergantín “Catalina”.
Más adelante, este proceso de colonización se fue regularizando, y de esta forma arribaron a Chile más de 397 colonos.

  El 10 de octubre de 1850, el Ministro del Interior, don Antonio Varas, designó a Vicente Pérez Rosales como “Agente de Colonización” en Valdivia. Llegó por primera vez a esa ciudad en noviembre de ese año, y sus impresiones acerca del estado general del lugar, no fueron de las mejores como el mismo lo atestigua en su obra “Recuerdos del Pasado”.

Pérez Rosales debía preocuparse de entregarles el terreno a los inmigrantes, y de todas las medidas relativas a su establecimiento. Los esfuerzos por ubicarlos en la mejor forma se estrellaron con la avidez de los acaparadores de tierra.

En esos años recaló en Corral procedente de Hamburgo el barco “Hermann”, conduciendo a bordo a 85 pasajeros alemanes. Delegados alemanes presentaron a Pérez Rosales un cuestionario con ciertas inquietudes sobre qué medidas debía tomar el inmigrado para ser ciudadano chileno.
 Los nuevos colonos fueron enviados a localidades cubiertas por selvas vírgenes que debían desaparecer en beneficio de la agricultura . Notable fue el cambio que se efectuó en la región de Valdivia al poco tiempo de establecerse los colonos en esos inhóspitos lugares.

EL “SUSANA”.
Posteriormente arribó  a Chile el buque “Susana” con 102 inmigrantes, los que debieron ser alojados provisoriamente entre los vecinos.

De inmediato,  Pérez Rosales emprendió excursiones de reconocimiento con el fin de informarse personalmente sobre las condiciones de tierras disponibles. Alrededor de Valdivia, los valores de los campos habían sido alzados artificialmente en espera de la oportunidad que se presentaba.  Dese allí viajó a la región que bordea el lago Llanquihue. Esta diligencia permitía habilitar grandes extensiones para la agricultura, anteriormente ocupadas por bosques en las proximidades  del Golfo de Reloncaví , a cuyas orillas se fundó Puerto Montt en 1853.

Desafortunadamente en Melipulli hoy Puerto Montt, donde deberían instalarse las nuevas familias de colonos alemanes, no se había preparado nada, no existiendo ninguna edificación para recibir a los inmigrantes.
     Como los colonos empezaron a presionar al gobierno para su instalación definitiva, Pérez Rosales se vio obligado a trasladar a Melipulli a una apreciable cantidad de inmigrantes.

 En el barco “Susana” que había arribado en noviembre de 1852 a Corral . Embarcó a varios pasajeros, y en Ancud transbordó a los viajeros a cuatro lanchones, los que después de cuatro días de navegación desembarcaron en Melipulli y empezaron a trabajar las tierras con ahínco, pese a las dificultades materiales que fueron superadas rápidamente.

En enero de 1853, arribaron a Melipulli, acompañados de Pérez Rosales, nuevos colonos que fueron traslados desde Corral en buques de la armada. Participaron activamente las naves “Meteoro”, “Janaqueo” y el “Infatigable”.

En febrero de ese mismo año  , se inauguró solemnemente la nueva colonia de Llanquihue .
Pocos días después , Pérez Rosales en su informe al gobierno expresó: “se habían reunido más de dos mil personas en todos los sitios de la futura ciudad. El párroco de Ancud bendijo la primera piedra del templo que se erigió al Altísimo. Acto continuo, todos los colonos alemanes entonaron un himno de gracias al Creador, mientras que el cañón de la “Janaqueo” hacía resonar por primera vez sus ecos en estos solitarios lugares, anunciando a sus sencillos habitantes los cimientos de una nueva era de ilustración y de progreso”.

TAREAS DE LA “JANAQUEO” Y “METEORO”

Por su parte el Comandante de la “Janaqueo”, don Buenaventura Martínez , en comunicación a la Comandancia General de la Marina del mismo año, señala textualmente:

“Era imposible permanecer inactivo al lado de un sujeto tan entusiasta  y activo como el señor Intendente de Valdivia y Agente de Colonización, todo el día 11 lo ocupé ayudándole en la delineación de las calles, en ponerle sus nombres y preparar las cosas precisas para una solemnidad que creo ser la primera  de esta naturaleza que se ha visto en nuestra patria: hice  desembarcar la artillería y colocarla en la playa; habiendo hecho construir al efecto, un pequeño fortín, improvisé una  tienda de campaña, la adorné con el pabellón de  Chile y de otras naciones y concluí por  ordenar que la oficialidad, tropa y tripulación a mi mando, estuviesen de parada  al amanecer del día 12 y esperase mis órdenes. El 12, al parecer el sol  en el horizonte, hice desembarcar la tropa y la tripulación armada y al izar el pabellón nacional, una salva de 21 cañonazos anunció a la multitud de personas que habían afluido a este  punto, antes desierto, que en el día de nuestra independencia inaugurada en Chacabuco, se instalaba un puerto e Chile, que abría su suelo virgen a la inmigración alemana y que recibía por nombre el del Supremo Jefe de la República, y que tanto ha contribuido con su celo, decisión y apoyo a la realización de esta gran idea”

Asimismo el buque “Meteoro”, ejecutó el levantamiento hidrográfico del puerto, el Seno de Reloncaví, Tenglo y Quemchi.

Muñoz Gamero .
 En el proceso de colonización, cabe destacar  la presencia del Capitán de Fragata, don Benjamín Muñoz Gamero quien tuvo la enorme responsabilidad de efectuar un estudio minucioso y abrir rutas en regiones desconocidas y no menos intrincadas que los canales magallánicos, por su penetración desde el Golfo de Reloncaví muy especialmente.
El capitán Muñoz Gamero fue comisionado por el gobierno de Bulnes para explorar la Laguna de Nahuelbuta. En noviembre de 1849 en compañía del teniente segundo Juan Williams, de un  timonel, un patrón de bote y ocho marineros desembarcó  en la caleta de Melipulli, inmediatamente la expedición  se introdujo en el monte, todavía virgen, orillando pantanos en medio de una vegetación tupida y que a golpe de machetes se abrían senderos, logró la expedición atravesar la distancia de 3 a 4 leguas que separa el Golfo de Reloncavi del gran Lago Llanquihue.

 Con la madera al alcance de los brazos, no les fue difícil a los hombres construirse la primera embarcación que les sirviera para explorar las costas del lago y encontrar el nacimiento del río Maullín, río que lleva las aguas del Llanquihue hacia el océano Pacífico. Posteriormente siempre navegando en el Llanquihue, la expedición arribó a un punto medio entre los dos volcanes, punto situado sobre la misma línea del lago y desde donde lograron determinar la latitud y longitud del lago.

 Construida una embarcación más amplia, Muñoz Gamero y sus hombres pudieron atravesar el lago, llegando a la ribera del mismo, es decir, al lugar designado con el nombre de la “Ensenada”. Rápidamente atravesando el sector comprendido entre los dos volcanes, para pisar, a mediados de enero de 1850, las orillas del lago “Todos los Santos”, y que Muñoz Gamero lo rebautizó como “Esmeralda, por el color de sus aguas.

 Fue necesaria la construcción de una nueva embarcación a fin de reconocer dicho lago. Para esto confeccionaron un croquis con la extraña configuración de este  lago.

Primeramente Muñoz Gamero reconoció la salida del Río Petrohué, por el cual se vacían las aguas con rapidez hacia el Estuario de Reloncaví; enseguida elpequeño lago “Calbutué” o “Cayetué”; desde allí continuó la navegación hasta dar con el río “Peulla”, cuyas aguas alimentan el lago Esmeralda.
La expedición regresó a Melipulli el 28 de febrero de 1850, los antecedentes recogidos sirvieron de gran aporte para la ciencia y geografía de Chile. La Armada de Chile lo distinguió dándole su nombre a un destructor, como justo homenaje a su memoria.



Fuente:  Diario El Llanquihue de Puerto Montt, domingo 20 de noviembre de 1977, pp 6

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