Más cirugías podrían salvar más vidas
Cinco
millones de personas murieron debido a lesiones en 2012, y 270 000
mujeres fallecieron a raíz de complicaciones en el embarazo. Muchas de
estas muertes se podrían haber evitado si los pacientes hubieran tenido
un mejor acceso a la atención quirúrgica, dice un nuevo libro publicado
por el Grupo Banco Mundial.
El texto “Essential Surgery”, que fue presentado durante la sexta conferencia anual del Consorcio de Universidades para la Salud Global en Boston, es el primero de nueve volúmenes de la tercera edición de Prioridades para el control de las enfermedades (DCP3), una revisión y análisis exhaustivo de las estrategias más eficaces en función de los costos en materia de salud mundial.
En el libro se señala que los procedimientos quirúrgicos básicos están entre las intervenciones de salud más rentables en los países en desarrollo entre todas las intervenciones de salud (i) en dichas naciones. Y si estuvieran disponibles de manera más amplia, estos procedimientos evitarían 1,5 millones de muertes al año.
Alrededor de 2000 millones de personas no tienen acceso a servicios quirúrgicos, tales como cesáreas o reparación de fracturas óseas, aunque se podrían ofrecer muchas cirugías en los hospitales comunales en los países en desarrollo.
Hasta hace poco, se consideraba que la cirugía era demasiado complicada y costosa como para ser parte integral de la salud pública en dichas naciones. Pero las opiniones están cambiando en la medida que surgen más evidencias acerca del valor y de la rentabilidad de los procedimientos quirúrgicos básicos.
“Si nos quebramos un brazo o nuestro apéndice sufre una ruptura… todos sabemos que es necesaria la asistencia de un cirujano. Y resulta que esa clase de cirugía no es tan difícil, no es tan cara, y realmente hace una gran, gran diferencia”, señaló el editor de DCP3 y de “Essential Surgery”, Dean Jamison, investigador superior en Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California (San Francisco), y profesor emérito de salud mundial de la Universidad de Washington. Jamison fue también el autor principal del volumen original de Prioridades para el control de las enfermedades, publicado en 1993, así como también del Informe sobre el desarrollo mundial 1993: Invertir en salud. (i)
El cirujano Haile T. Debas, otro editor de “Essential Surgery”, dijo que él ha visto de primera mano la “increíble carencia de cirugías básicas, especialmente en los distritos rurales” en sus visitas a su Eritrea natal y a otras partes de África.
La tercera edición de Prioridades para el control de las enfermedades y la edición anterior de 2006 “realmente han ayudado a poner a la cirugía en el mapa mundial de la salud”, señaló Debas.
“Creo que muchas personas están llegando a apreciar que a menos que puedas proporcionar servicios esenciales de cirugía en los países de ingreso bajo y mediano, será muy difícil lograr los elevados objetivos del informe “Salud Mundial 2035” de la Comisión sobre la Inversión en Salud convocada por la revista The Lancet. (i) Las necesidades de servicios quirúrgicos son muy grandes”.
El texto “Essential Surgery”, que fue presentado durante la sexta conferencia anual del Consorcio de Universidades para la Salud Global en Boston, es el primero de nueve volúmenes de la tercera edición de Prioridades para el control de las enfermedades (DCP3), una revisión y análisis exhaustivo de las estrategias más eficaces en función de los costos en materia de salud mundial.
En el libro se señala que los procedimientos quirúrgicos básicos están entre las intervenciones de salud más rentables en los países en desarrollo entre todas las intervenciones de salud (i) en dichas naciones. Y si estuvieran disponibles de manera más amplia, estos procedimientos evitarían 1,5 millones de muertes al año.
Alrededor de 2000 millones de personas no tienen acceso a servicios quirúrgicos, tales como cesáreas o reparación de fracturas óseas, aunque se podrían ofrecer muchas cirugías en los hospitales comunales en los países en desarrollo.
Hasta hace poco, se consideraba que la cirugía era demasiado complicada y costosa como para ser parte integral de la salud pública en dichas naciones. Pero las opiniones están cambiando en la medida que surgen más evidencias acerca del valor y de la rentabilidad de los procedimientos quirúrgicos básicos.
“Si nos quebramos un brazo o nuestro apéndice sufre una ruptura… todos sabemos que es necesaria la asistencia de un cirujano. Y resulta que esa clase de cirugía no es tan difícil, no es tan cara, y realmente hace una gran, gran diferencia”, señaló el editor de DCP3 y de “Essential Surgery”, Dean Jamison, investigador superior en Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California (San Francisco), y profesor emérito de salud mundial de la Universidad de Washington. Jamison fue también el autor principal del volumen original de Prioridades para el control de las enfermedades, publicado en 1993, así como también del Informe sobre el desarrollo mundial 1993: Invertir en salud. (i)
El cirujano Haile T. Debas, otro editor de “Essential Surgery”, dijo que él ha visto de primera mano la “increíble carencia de cirugías básicas, especialmente en los distritos rurales” en sus visitas a su Eritrea natal y a otras partes de África.
La tercera edición de Prioridades para el control de las enfermedades y la edición anterior de 2006 “realmente han ayudado a poner a la cirugía en el mapa mundial de la salud”, señaló Debas.
“Creo que muchas personas están llegando a apreciar que a menos que puedas proporcionar servicios esenciales de cirugía en los países de ingreso bajo y mediano, será muy difícil lograr los elevados objetivos del informe “Salud Mundial 2035” de la Comisión sobre la Inversión en Salud convocada por la revista The Lancet. (i) Las necesidades de servicios quirúrgicos son muy grandes”.
En el libro “Essential Surgery” se identifican
44 procedimientos primordiales en los países en desarrollo, tales como
los que tratan lesiones, complicaciones obstétricas, emergencias
abdominales, cataratas y anomalías congénitas, entre otros. Se estima
que el acceso universal a este conjunto de procedimientos podría evitar
entre el 6 % y el 7 % de todas las muertes que se pueden prevenir en los
países de ingreso bajo y mediano.
Tales procedimientos se encuentran entre los más más eficaces en función de los costos entre todas las intervenciones de salud y son factibles de promover a nivel mundial. De acuerdo al libro, muchos de ellos se podrían ofrecer en hospitales de atención primaria.
En el texto se agrega que la rentabilidad de los servicios quirúrgicos esenciales junto con la fuerte demanda pública por ellos sugiere que la “cobertura universal de la cirugía básica debe ser implementada al comienzo del camino de la cobertura universal de salud”.
La tercera edición de la serie Prioridades para el control de las enfermedades es producto de un proyecto de varios años financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates y coordinado por la Red de Prioridades para el Control de las Enfermedades del Departamento de Salud Mundial de la Universidad de Washington. DCP3 es un examen integral de los conocimientos y las evidencias sobre la salud mundial, combinado con un análisis económico, destinado a identificar estrategias mediante las cuales los países en desarrollo pueden mejorar la atención médica y salvar más vidas a pesar de los ajustados presupuestos de salud.
La serie define conjuntos de servicios esenciales y calcula sus costos, basándose en datos de los países, dijo la editora de DCP3 Rachel Nugent, quien es profesora del Departamento de Salud Mundial de la Universidad de Washington. En DCP3 se utiliza un método llamado “rentabilidad ampliada” para medir mejor qué tan equitativamente están distribuidos los servicios médicos entre grupos de personas y si las intervenciones afectan a los pacientes de manera diferente, dijo Nugent.
“Pensamos que era muy importante que, cuando los responsables de formular las políticas deban tomar decisiones sobre cómo gastar el dinero, sepan quiénes van a ser afectados. Si están interesados en tener políticas a favor de la atención médica para los pobres, ¿cómo se podría hacer realmente eso? Esa es una de las maneras en que queremos que avance el conocimiento sobre salud mundial”, agregó Nugent.
Los próximos volúmenes de DCP3 son:
Tales procedimientos se encuentran entre los más más eficaces en función de los costos entre todas las intervenciones de salud y son factibles de promover a nivel mundial. De acuerdo al libro, muchos de ellos se podrían ofrecer en hospitales de atención primaria.
En el texto se agrega que la rentabilidad de los servicios quirúrgicos esenciales junto con la fuerte demanda pública por ellos sugiere que la “cobertura universal de la cirugía básica debe ser implementada al comienzo del camino de la cobertura universal de salud”.
La tercera edición de la serie Prioridades para el control de las enfermedades es producto de un proyecto de varios años financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates y coordinado por la Red de Prioridades para el Control de las Enfermedades del Departamento de Salud Mundial de la Universidad de Washington. DCP3 es un examen integral de los conocimientos y las evidencias sobre la salud mundial, combinado con un análisis económico, destinado a identificar estrategias mediante las cuales los países en desarrollo pueden mejorar la atención médica y salvar más vidas a pesar de los ajustados presupuestos de salud.
La serie define conjuntos de servicios esenciales y calcula sus costos, basándose en datos de los países, dijo la editora de DCP3 Rachel Nugent, quien es profesora del Departamento de Salud Mundial de la Universidad de Washington. En DCP3 se utiliza un método llamado “rentabilidad ampliada” para medir mejor qué tan equitativamente están distribuidos los servicios médicos entre grupos de personas y si las intervenciones afectan a los pacientes de manera diferente, dijo Nugent.
“Pensamos que era muy importante que, cuando los responsables de formular las políticas deban tomar decisiones sobre cómo gastar el dinero, sepan quiénes van a ser afectados. Si están interesados en tener políticas a favor de la atención médica para los pobres, ¿cómo se podría hacer realmente eso? Esa es una de las maneras en que queremos que avance el conocimiento sobre salud mundial”, agregó Nugent.
Los próximos volúmenes de DCP3 son:
- Cáncer (2015)
- Salud reproductiva, materna, neonatal e infantil (2015)
- Trastornos mentales, neurológicos y del uso de sustancias (2015)
- Trastornos cardiovasculares, respiratorios, renales y endocrinos (2015)
- VIH/sida, ETS, tuberculosis y paludismo (2016)
- Prevención de lesiones y salud ambiental (2016)
- Desarrollo de los niños y de los adolescentes (2016)
- Panorama de las prioridades para el control de las enfermedades (2016)
Fuente: Banco Mundial
Comentarios