OIT alerta de un aumento del estrés laboral con consecuencias cada vez más graves
OIT alerta de un aumento del estrés laboral con consecuencias cada vez más graves
28 de abril, 2016 — El tema principal del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo este 28 de abril se centra en el estrés que afrontan los empleados para cumplir con las demandas laborales.
El aumento de la competitividad, las altas expectativas sobre el rendimiento profesional y las largas horas de trabajo contribuyen a generar esas condiciones, señaló la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe sobre la cuestión.
Otros factores son las comunicaciones instantáneas que agregan presión al ritmo laboral y la línea divisoria cada vez más fina entre el trabajo y la vida privada.
Además, la recesión económica genera reestructuraciones, menores oportunidades laborales, más trabajo precario, despidos masivos, temor a perder el empleo y menor estabilidad financiera, con graves consecuencias para el bienestar físico y la salud mental.
El estudio muestra un vínculo claro entre el estrés laboral y los problemas de salud, dice Valentina Forastieri, especialista en temas de salud en el trabajo.
“Por ejemplo, en términos de salud física, está relacionado con trastornos cardiovasculares y músculo esqueléticos. En términos de salud mental está estrechamente relacionado con el cansancio, la depresión e incluso el suicidio”, explicó la experta en un video producido por el organismo de la ONU.
El informe de la OIT examina las situaciones en todas las regiones del mundo y constata que el problema tiene un costo de miles de millones de dólares, además del impacto humano que implican las enfermedades y hasta el suicidio.
Por ejemplo en Chile, según datos de 2011, casi el 28% de los trabajadores y más del 13% de los patrones señalan que existe estrés en sus empresas.
En Europa, se estima que el costo de la depresión relacionada con el trabajo es de 617.000 millones de euros anuales, que incluyen el costo del absentismo, la pérdida de productividad, los gastos en salud y las indemnizaciones por discapacidad.
El organismo propone medidas para reducir el impacto negativo del estrés en el lugar de trabajo y llama a acciones colectivas para contrarrestar la cuestión.
28 de abril, 2016 — El tema principal del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo este 28 de abril se centra en el estrés que afrontan los empleados para cumplir con las demandas laborales.
El aumento de la competitividad, las altas expectativas sobre el rendimiento profesional y las largas horas de trabajo contribuyen a generar esas condiciones, señaló la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe sobre la cuestión.
Otros factores son las comunicaciones instantáneas que agregan presión al ritmo laboral y la línea divisoria cada vez más fina entre el trabajo y la vida privada.
Además, la recesión económica genera reestructuraciones, menores oportunidades laborales, más trabajo precario, despidos masivos, temor a perder el empleo y menor estabilidad financiera, con graves consecuencias para el bienestar físico y la salud mental.
El estudio muestra un vínculo claro entre el estrés laboral y los problemas de salud, dice Valentina Forastieri, especialista en temas de salud en el trabajo.
“Por ejemplo, en términos de salud física, está relacionado con trastornos cardiovasculares y músculo esqueléticos. En términos de salud mental está estrechamente relacionado con el cansancio, la depresión e incluso el suicidio”, explicó la experta en un video producido por el organismo de la ONU.
El informe de la OIT examina las situaciones en todas las regiones del mundo y constata que el problema tiene un costo de miles de millones de dólares, además del impacto humano que implican las enfermedades y hasta el suicidio.
Por ejemplo en Chile, según datos de 2011, casi el 28% de los trabajadores y más del 13% de los patrones señalan que existe estrés en sus empresas.
En Europa, se estima que el costo de la depresión relacionada con el trabajo es de 617.000 millones de euros anuales, que incluyen el costo del absentismo, la pérdida de productividad, los gastos en salud y las indemnizaciones por discapacidad.
El organismo propone medidas para reducir el impacto negativo del estrés en el lugar de trabajo y llama a acciones colectivas para contrarrestar la cuestión.
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