Senado México aprueba a enfermos terminales rehusar tratamientos
El Senado mexicano aprobó el martes permitir que los enfermos terminales con una expectativa de vida menor a seis meses puedan rehusarse a recibir tratamientos para prolongar la vida y optar sólo por métodos paliativos del dolor, en un nuevo revés a la Iglesia Católica.
Los enfermos terminales que se acojan a la medida deberán presentar su caso ante el comité de bioética del hospital en donde estén siendo tratados, presentar dos testigos y el diagnóstico avalado por el médico a cargo.
Las modificaciones a la Ley General de Salud, que regirán para todo el país, fueron avaladas por legisladores de todos los partidos representados en el Senado, incluyendo al gobernante y conservador Partido Acción Nacional (PAN).
El senador Ernesto Saro, del PAN, dijo a Reuters que el propósito es evitar sufrimiento a los enfermos terminales y que puedan morir rodeados de su familiares y no en hospitales.
"Que tenga (el paciente) la mejor calidad de vida mientras la enfermedad sigue su curso y llega la muerte como parte de un proceso natural", dijo Saro en entrevista telefónica.
"Si tiene un cáncer terminal qué sentido tiene que siga con tratamiento de quimioterapia. Si no responde a ningún tratamiento y está inconsciente para qué mantenerlo respirando con equipo artificial alejado de su familia", añadió.
En México la eutanasia está penalizada.
México es el segundo país con mayor número de católicos en el mundo y la Iglesia Católica se ha opuesto a legislaciones que promueven el derecho a morir.
A finales del año pasado, la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México aprobó la llamada Ley de Voluntad Anticipada, para proteger la decisión de personas desahuciadas que buscan una muerte anticipada mediante la interrupción de un tratamiento médico.
La Asamblea local ha aprobado reformas consideradas progresivas para atender demandas de minorías, como las uniones civiles de homosexuales y permitir el aborto con una gestación de hasta 12 semanas, medidas a las que se ha opuesto la Iglesia Católica.
(Reporte de Adriana Barrera; Editado por Ricardo Figueroa
fuente. http://lta.reuters.com
Los enfermos terminales que se acojan a la medida deberán presentar su caso ante el comité de bioética del hospital en donde estén siendo tratados, presentar dos testigos y el diagnóstico avalado por el médico a cargo.
Las modificaciones a la Ley General de Salud, que regirán para todo el país, fueron avaladas por legisladores de todos los partidos representados en el Senado, incluyendo al gobernante y conservador Partido Acción Nacional (PAN).
El senador Ernesto Saro, del PAN, dijo a Reuters que el propósito es evitar sufrimiento a los enfermos terminales y que puedan morir rodeados de su familiares y no en hospitales.
"Que tenga (el paciente) la mejor calidad de vida mientras la enfermedad sigue su curso y llega la muerte como parte de un proceso natural", dijo Saro en entrevista telefónica.
"Si tiene un cáncer terminal qué sentido tiene que siga con tratamiento de quimioterapia. Si no responde a ningún tratamiento y está inconsciente para qué mantenerlo respirando con equipo artificial alejado de su familia", añadió.
En México la eutanasia está penalizada.
México es el segundo país con mayor número de católicos en el mundo y la Iglesia Católica se ha opuesto a legislaciones que promueven el derecho a morir.
A finales del año pasado, la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México aprobó la llamada Ley de Voluntad Anticipada, para proteger la decisión de personas desahuciadas que buscan una muerte anticipada mediante la interrupción de un tratamiento médico.
La Asamblea local ha aprobado reformas consideradas progresivas para atender demandas de minorías, como las uniones civiles de homosexuales y permitir el aborto con una gestación de hasta 12 semanas, medidas a las que se ha opuesto la Iglesia Católica.
(Reporte de Adriana Barrera; Editado por Ricardo Figueroa
fuente. http://lta.reuters.com
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