Primera planta de biodiesel fabricado a partir de algas: En San Nicolás , Argentina
La iniciativa apunta a disminuir la producción de aceite de soja porque esta implica un recorte en la oferta de alimentos para producir biocombustibles.
Lunes, 30 de Agosto de 2010
Una compañía argentina abrió ayer la primera planta para producir biodiesel en base a algas, lo que alentó esperanzas de que se pueda reemplazar a la soja en la elaboración de este tipo de combustible.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite de soja, pero usar la oleaginosa en la producción de biocombustibles genera controversia porque recorta la oferta de alimentos.
El aceite extraído de las algas es también visto como una alternativa atractiva al aceite de soja y otros aceites vegetales, porque no usa tierra que podría ser utilizada para plantación de alimentos y porque puede absorber dióxido de carbono de plantas de energía o industriales.
El proceso de extracción de aceite también produce una pasta rica en proteínas, que es comestible.
"Generamos alimentos a bajo costo y ayudamos al medio ambiente porque las algas crecen y secuestran dióxido de carbono", dijo Jorge Kaloustian, presidente de Oilfox S.A., la compañía dueña de la planta ubicada al noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Los insumos actuales de la planta de Oilfox están compuestos en un 90 por ciento de aceite de soja y en un 10 por ciento de aceite de algas, pero la compañía espera depender eventualmente de algas, que pueden crecer en agua de mar y también en aguas contaminadas.
Las algas, que son cultivadas en tanques dentro de invernaderos, producen un aceite verde en el proceso de fotosíntesis. Crecen rápido y pueden duplicar su peso varias veces al día.
"Las algas pueden obtener una tasa mucho mayor por hectárea que por ejemplo los granos de soja", dijo John Williams, portavoz para la asociación de algas BioMass, una organización de comercio que agrupa compañías involucradas en el desarrollo de biocombustibles de algas.
"Puede producir más de 10 veces el biocombustible por hectárea que los granos de soja", afirmó.
Algunos investigadores dicen que el combustible sería demasiado caro para producir a escala comercial, pero plantas que usan aceite de algas han proliferado en todo el mundo, desde Australia hasta China, en momentos en que las empresas apuestan al crecimiento de la demanda para energía renovable.
Exxon Mobil Corp anunció en el 2009 una inversión de 600 millones de dólares en los próximos cinco años para desarrollar biocombustible a base de algas.
Kaloustian dijo que la nueva planta de biodiesel de Oilfox es la primera de su clase en América Latina y que es rentable, en parte porque la electricidad que utiliza está generada por biogas proveniente de los desechos de aguas negras y se alimenta a las algas con abono para incentivar el crecimiento.
Mediante un acuerdo con una compañía propiedad del grupo financiero JP Morgan, las emisiones de dióxido de carbono que son bombeadas a los invernaderos desde una planta de energía cercana serán vendidos eventualmente como bonos en el mercado de carbono, indicó Kaloustian.
Oilfox también firmó un acuerdo con YPF, la compañía energética más grande del país, para producir 50.000 toneladas de biodiesel por año.
Bajo la ley argentina, las empresas de energía tendrán que mezclar el diesel con 10 por ciento de biodiesel para fines de año.
"Hay un gran entusiasmo por la producción de energías renovables porque existe en Argentina la materia prima que es el aceite de soja", dijo Kaloustian. "Nosotros hemos apostado a usar aceite de soja con un poco de algas, pero después va a ser todo aceite de algas", afirmó.
"Generamos alimentos a bajo costo y ayudamos al medio ambiente porque las algas crecen y secuestran dióxido de carbono", Jorge Kaloustian. Lanueva.com
fuente. prochile
Lunes, 30 de Agosto de 2010
Una compañía argentina abrió ayer la primera planta para producir biodiesel en base a algas, lo que alentó esperanzas de que se pueda reemplazar a la soja en la elaboración de este tipo de combustible.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite de soja, pero usar la oleaginosa en la producción de biocombustibles genera controversia porque recorta la oferta de alimentos.
El aceite extraído de las algas es también visto como una alternativa atractiva al aceite de soja y otros aceites vegetales, porque no usa tierra que podría ser utilizada para plantación de alimentos y porque puede absorber dióxido de carbono de plantas de energía o industriales.
El proceso de extracción de aceite también produce una pasta rica en proteínas, que es comestible.
"Generamos alimentos a bajo costo y ayudamos al medio ambiente porque las algas crecen y secuestran dióxido de carbono", dijo Jorge Kaloustian, presidente de Oilfox S.A., la compañía dueña de la planta ubicada al noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Los insumos actuales de la planta de Oilfox están compuestos en un 90 por ciento de aceite de soja y en un 10 por ciento de aceite de algas, pero la compañía espera depender eventualmente de algas, que pueden crecer en agua de mar y también en aguas contaminadas.
Las algas, que son cultivadas en tanques dentro de invernaderos, producen un aceite verde en el proceso de fotosíntesis. Crecen rápido y pueden duplicar su peso varias veces al día.
"Las algas pueden obtener una tasa mucho mayor por hectárea que por ejemplo los granos de soja", dijo John Williams, portavoz para la asociación de algas BioMass, una organización de comercio que agrupa compañías involucradas en el desarrollo de biocombustibles de algas.
"Puede producir más de 10 veces el biocombustible por hectárea que los granos de soja", afirmó.
Algunos investigadores dicen que el combustible sería demasiado caro para producir a escala comercial, pero plantas que usan aceite de algas han proliferado en todo el mundo, desde Australia hasta China, en momentos en que las empresas apuestan al crecimiento de la demanda para energía renovable.
Exxon Mobil Corp anunció en el 2009 una inversión de 600 millones de dólares en los próximos cinco años para desarrollar biocombustible a base de algas.
Kaloustian dijo que la nueva planta de biodiesel de Oilfox es la primera de su clase en América Latina y que es rentable, en parte porque la electricidad que utiliza está generada por biogas proveniente de los desechos de aguas negras y se alimenta a las algas con abono para incentivar el crecimiento.
Mediante un acuerdo con una compañía propiedad del grupo financiero JP Morgan, las emisiones de dióxido de carbono que son bombeadas a los invernaderos desde una planta de energía cercana serán vendidos eventualmente como bonos en el mercado de carbono, indicó Kaloustian.
Oilfox también firmó un acuerdo con YPF, la compañía energética más grande del país, para producir 50.000 toneladas de biodiesel por año.
Bajo la ley argentina, las empresas de energía tendrán que mezclar el diesel con 10 por ciento de biodiesel para fines de año.
"Hay un gran entusiasmo por la producción de energías renovables porque existe en Argentina la materia prima que es el aceite de soja", dijo Kaloustian. "Nosotros hemos apostado a usar aceite de soja con un poco de algas, pero después va a ser todo aceite de algas", afirmó.
"Generamos alimentos a bajo costo y ayudamos al medio ambiente porque las algas crecen y secuestran dióxido de carbono", Jorge Kaloustian. Lanueva.com
fuente. prochile
Comentarios