CONDENAN A RIPLEY POR CARGAR A CUENTAS DE CONSUMIDORES PAGOS REALIZADOS POR DESCONOCIDOS. Pagos de servicios de terceros fueron efectuados a través del portal web Servipag utilizando claves de las tarjetas.
El Segundo Juzgado de Policía Local de Puerto Montt condenó a la multitienda Ripley de Puerto Montt a la anulación de deudas de dos consumidores y al pago de indemnizaciones por los daños, tras cargarles en sus estados de cuenta pagos de servicios realizados por desconocidos a través de Internet.
A uno de los consumidores afectados, domiciliado en Puerto Montt, le apareció en su estado de cuenta un cargo de $130 mil, por pago de luz y agua a través del portal Servipag.
Tras indagar, Ripley le informó que los pagos habían sido realizados a través de Internet a favor de un tercero, residente en otra región, y que la única forma de hacerlo era mediante el uso de sus claves secretas, por lo que la deuda no se podía anular pues estas claves son responsabilidad de cada cliente.
El problema es que el consumidor nunca recibió de parte de Ripley sus claves de Internet, pues no tiene acceso a este medio y desconoce la forma de usar este tipo de herramientas.
El segundo caso afectó a una consumidora de Puerto Varas, a quien también le cargaron una serie de pagos de servicios básicos, sumando un monto de $1.184.369.
La afectada relató que un día, tras recibir un llamado de una ejecutiva de la multitienda diciéndole que su tarjeta estaba vencida y que debía renovarla, decidió acercarse y realizar el trámite. Al poco tiempo, concurrió al centro comercial a comprar unos productos, y tras intentar pagar con su tarjeta, la vendedora le señala que no tenía cupo.
Tras averiguar se le informó que tenía una serie de cargos en su cuenta, los cuales correspondían al pago de cuentas de servicios básicos a través de Servipag en Santiago y otras ciudades fuera de la región. Al igual que en el caso anterior la empresa no se responsabilizó, indicándole que las claves eran de uso personal y que debía pagar la cuenta.
En ambos casos, y tras buscar una solución por parte del SERNAC y recibir una respuesta negativa de parte de la empresa, SERNAC Región de Los Lagos realizó la denuncia a la Justicia.
Tras analizar los antecedentes, los tribunales concluyeron que Ripley debió haber sido más profesional, pues no tomó los resguardos para evitar que los consumidores fueran víctimas de fraude. El tribunal agregó que el sistema de tarjetas con claves secretas tiene ciertas deficiencias, siendo una de ellas la filtración de esta información a terceros.
El juez añadió que en ambos casos existieron dos grandes falencias en el sistema de seguridad para un consumo seguro: primero, el acceso a las claves secretas por parte de los consumidores, que en el caso del consumidor de Puerto Montt nunca recibió. En la situación de la consumidora de Puerto Varas, que fuera ella la única que conocía esta información y no también terceras personas, como resultó ser.
En segundo lugar, el juez señaló que pese a recibir los reclamos de parte de los consumidores, desconociendo dichas transacciones, igualmente les fueron cargados en sus estados de cuenta.
Finalmente, la justicia condenó en ambos casos a Ripley. En el caso del consumidor de Puerto Montt, a dejar sin efecto el cobro de la cuenta, además de tener que indemnizarlo con $500 mil por los daños ocasionados.
Respecto del caso de la consumidora de Puerto Varas, el tribunal también ordenó a la empresa dejar sin efecto el monto cobrado, y además a pagarle una indemnización de $300.000. Este fallo fue ratificado por la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt.
Asimismo, Ripley tuvo que pagar una multa de 30 U.T.M. (cerca de $1.200.000), y de 25 U.T.M. (casi $1.000.000) por cada uno de los casos respectivamente, por haber infringido la Ley del Consumidor.
El Director Regional del SERNAC, Sebastián Fernández, explicó que estos fallos "confirman que los consumidores tienen derecho a las cuentas claras y cobros justos. Ni un peso más ni menos. Esto significa que, deben pagar por el servicio efectivamente prestado o los productos adquiridos. Asimismo, las empresas deben tomar todas las medidas para que los consumidores no sean víctimas de fraude".
Si existe un error en los cobros, las empresas deben realizar las devoluciones y las reparaciones que correspondan, dijo la autoridad.
Fernández agregó que si los consumidores observan cobros injustificados o cargos que le merezcan duda, tienen derecho a reclamar primero a la empresa y en caso de no obtener respuesta, puede recurrir al SERNAC o interponer una denuncia ante el juzgado de policía local.
A uno de los consumidores afectados, domiciliado en Puerto Montt, le apareció en su estado de cuenta un cargo de $130 mil, por pago de luz y agua a través del portal Servipag.
Tras indagar, Ripley le informó que los pagos habían sido realizados a través de Internet a favor de un tercero, residente en otra región, y que la única forma de hacerlo era mediante el uso de sus claves secretas, por lo que la deuda no se podía anular pues estas claves son responsabilidad de cada cliente.
El problema es que el consumidor nunca recibió de parte de Ripley sus claves de Internet, pues no tiene acceso a este medio y desconoce la forma de usar este tipo de herramientas.
El segundo caso afectó a una consumidora de Puerto Varas, a quien también le cargaron una serie de pagos de servicios básicos, sumando un monto de $1.184.369.
La afectada relató que un día, tras recibir un llamado de una ejecutiva de la multitienda diciéndole que su tarjeta estaba vencida y que debía renovarla, decidió acercarse y realizar el trámite. Al poco tiempo, concurrió al centro comercial a comprar unos productos, y tras intentar pagar con su tarjeta, la vendedora le señala que no tenía cupo.
Tras averiguar se le informó que tenía una serie de cargos en su cuenta, los cuales correspondían al pago de cuentas de servicios básicos a través de Servipag en Santiago y otras ciudades fuera de la región. Al igual que en el caso anterior la empresa no se responsabilizó, indicándole que las claves eran de uso personal y que debía pagar la cuenta.
En ambos casos, y tras buscar una solución por parte del SERNAC y recibir una respuesta negativa de parte de la empresa, SERNAC Región de Los Lagos realizó la denuncia a la Justicia.
Tras analizar los antecedentes, los tribunales concluyeron que Ripley debió haber sido más profesional, pues no tomó los resguardos para evitar que los consumidores fueran víctimas de fraude. El tribunal agregó que el sistema de tarjetas con claves secretas tiene ciertas deficiencias, siendo una de ellas la filtración de esta información a terceros.
El juez añadió que en ambos casos existieron dos grandes falencias en el sistema de seguridad para un consumo seguro: primero, el acceso a las claves secretas por parte de los consumidores, que en el caso del consumidor de Puerto Montt nunca recibió. En la situación de la consumidora de Puerto Varas, que fuera ella la única que conocía esta información y no también terceras personas, como resultó ser.
En segundo lugar, el juez señaló que pese a recibir los reclamos de parte de los consumidores, desconociendo dichas transacciones, igualmente les fueron cargados en sus estados de cuenta.
Finalmente, la justicia condenó en ambos casos a Ripley. En el caso del consumidor de Puerto Montt, a dejar sin efecto el cobro de la cuenta, además de tener que indemnizarlo con $500 mil por los daños ocasionados.
Respecto del caso de la consumidora de Puerto Varas, el tribunal también ordenó a la empresa dejar sin efecto el monto cobrado, y además a pagarle una indemnización de $300.000. Este fallo fue ratificado por la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt.
Asimismo, Ripley tuvo que pagar una multa de 30 U.T.M. (cerca de $1.200.000), y de 25 U.T.M. (casi $1.000.000) por cada uno de los casos respectivamente, por haber infringido la Ley del Consumidor.
El Director Regional del SERNAC, Sebastián Fernández, explicó que estos fallos "confirman que los consumidores tienen derecho a las cuentas claras y cobros justos. Ni un peso más ni menos. Esto significa que, deben pagar por el servicio efectivamente prestado o los productos adquiridos. Asimismo, las empresas deben tomar todas las medidas para que los consumidores no sean víctimas de fraude".
Si existe un error en los cobros, las empresas deben realizar las devoluciones y las reparaciones que correspondan, dijo la autoridad.
Fernández agregó que si los consumidores observan cobros injustificados o cargos que le merezcan duda, tienen derecho a reclamar primero a la empresa y en caso de no obtener respuesta, puede recurrir al SERNAC o interponer una denuncia ante el juzgado de policía local.
Comentarios