Crecimiento e interés de agricultura orgánica en berries quedó de manifiesto en seminario INIA en Chillán. Actividad organizada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), a través de su Centro Regional INIA Quilamapu congregó a más de 150 asistentes que recibieron la más reciente información en normativas, certificación y control biológico de plagas en berries.
Foto INIA QUILAMAPU
Actividad organizada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), a través de su Centro Regional INIA Quilamapu congregó a más de 150 asistentes que recibieron la más reciente información en normativas, certificación y control biológico de plagas en berries.
En 2016 el SAG certificó la existencia de 51 mil 669 hectáreas de producción orgánica en la Región del Biobío (la mayor del país), de las cuales 48 mil 809 correspondían a predios silvestres donde se realiza la recolección; sólo 2 mil 860 hectáreas correspondían a predios cultivados, más de la mitad de los cuales estaban destinado a la producción de berries.
Asimismo, la entidad del Ministerio de Agricultura estableció que de un universo de 1.168 operadores orgánicos registrados durante el año en curso, 258 se encuentran en la Región del Biobío, lo que catapulta a esta zona territorial como la de mayor importancia en la producción orgánica de Chile.
Fue bajo esta premisa que el INIA Quilamapu organizó el seminario “Producción orgánica de berries: importancia del Control Biológico de plagas y de la certificación”, que reunió a 160 productores y técnicos vinculados al rubro.
Al respecto la investigadora de INIA Quilamapu, María Esperanza Sepúlveda, resaltó el gran interés de productores de berries orgánicos, quienes recibieron “información actualizada de las normativas que regulan la producción orgánica, y los aspectos técnicos relacionados con el control biológico de las plagas usando hongos entomopatógenos”.
“Cada vez la gente busca alimentos más sanos, más amigables con el medio ambiente, por lo que muchos agricultores han cambiado su metodología de producción”, agregó la experta en la producción de hongos entomopatógenos, microorganismos de creciente popularidad para el control de plagas agrícolas, aceptados por las exigentes normativas nacionales e internacionales.
En tal sentido, la investigadora Sepúlveda destacó que en el listado SAG de productos certificados para agricultura orgánica, 56 corresponden a controladores biológicos, 27 de los cuales contienen hongos entomopatógenos y, de ellos, cinco son producidos por INIA Quilamapu bajo la marca BioINIA.
¿Qué son los Hongos Entomopatógenos?
Se trata de microorganismos capaces de enfermar y causar la muerte de insectos plaga. María Esperanza Sepúlveda indica que desde 1996 el INIA Quilamapu viene trabajando con estos microorganismos colectándolos desde los distintos tipos de suelo a lo largo y ancho de Chile, donde viven naturalemente. Explicó que, con el tiempo, han logrado identificar una serie de cepas de estos hongos microscópicos que son controladores específicos de un insecto plaga que genera daño en la agricultura.
La investigadora de INIA Quilamapu indicó que las cepas de hongos entomopatógenos que hoy están certificadas controlan los insectos conocidos como chanchito blanco, pololo dorado, cabrito de la frambuesa, cabrito del ciruelo (o avellano), y gorgojo de los invernaderos.
Hongos entomopatógenos v/s insecticidas químicos
El encargado de transferencia de los hongos entomopatógenos de INIA Quilamapu, Daniel Ortiz, manifestó que uno de los factores más ventajosos en el uso de estos microorganismos es la especificidad con la que actúan, ya que “controlan solamente la plaga que está afectando al huerto y no a los demás insectos benéficos que existentes alrededor en el huerto, a diferencia de los insecticidas químicos que los matan a todos”.
Además, añadió que con el tiempo los insectos plaga generan resistencia a las insecticidas, por lo que cada vez resulta más necesario aplicar nuevos y más potentes pesticidas con el consiguiente daño para el medio ambiente y salud humana. “Con los hongos entomopatógenos, los insectos no generan resistencia, lo que se transforma en otra de las ventajas en el uso de este microorganismo controlador”, expresó Ortiz.
Finalmente, el profesional de INIA Quilamapu sostuvo que los hongos entomopatógenos son inocuos para los seres humanos, por lo que su aplicación no tiene peligro alguno para los aplicadores o consumidores de alimentos sometidos a este tipo de control.
Seminario
Un total de siete profesionales fueron los expositores del seminario “Producción orgánica de berries: importancia del Control Biológico de plagas y de la certificación” realizado en el auditorio de INIA Quilamapu en Chillán.
Los temas tratados fueron: “Certificación nacional de productos orgánicos, actualización normativa y avances en acuerdos internacionales” que estuvo a cargo de la profesional del Departamento de Agricultura Orgánica del SAG, Ligia Morend; “Manejo sostenible del suelo en producción agroecológica”, a cargo de Cecilia Céspedes, investigadora de agroecología de INIA Quilamapu; “Identificación de las principales plagas subterráneas en huertos de berries”, cuyo expositor fue el profesional de INIA Quilamapu, Daniel Ortiz; “Control biológico de plagas usando Hongos Entomopatógenos BioINIA”, presentado por la investigadora de INIA Quilamapu, María Esperanza Sepúlveda.
Desde el punto de vista de las empresas se presentaron los temas “IMO-Ecocert: características y obligaciones para la certificación orgánica”, a cargo del profesional Cristián Carranza; “Certificación de Productos Orgánicos”, a cargo del evaluador de Bioaudita Osvaldo Monsalves; y “Sistemas de gestión en producción orgánica”, a cargo del profesional de Ecogestión, Hugo Carrasco.
El seminario, que por la tarde contempló un taller de “reconocimiento de los daños ocasionados por plagas en berries e identificación de los insectos que los generan”, contó con el auspicio de las empresas Bioaudita, Biobichos, BioINIA, Ecocert, Ecogestión y Global Novaterra.
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