Argentina: La crisis ya impacta los hábitos de consumo
En marzo la venta de alimentos cayó 1,6%; es la primera baja en la demanda desde 2003.
Con un poco de retraso, ahora la crisis también llegó a las góndolas. La caída en las ventas que comenzaron a sufrir a fines del año pasado las concesionarias de autos, las inmobiliarias y las tiendas de electrodomésticos ahora se extendió al consumo masivo.
De acuerdo con un relevamiento privado, en marzo, las ventas de alimentos, bebidas, limpieza y tocador registraron una baja promedio del 1,6%, lo que contrasta con las subas que se habían registrado en enero y en febrero.
Según CCR -una de las principales consultoras que releva todos los canales de venta masivos-, en marzo la caída en volúmenes absolutos fue del 3,4%, aunque si se desestacionaliza el índice -tomando en cuenta que el año pasado tuvo un fin de semana largo más por las Pascuas- el impacto de la crisis queda reducido al 1,6 por ciento.
Si se toman los datos del primer trimestre, también se descubre el cambio de tendencia, ya que sin la estacionalidad de las Pascuas y de los 28 días de febrero de 2009 frente al año bisiesto que fue 2008, los primeros tres meses de este año cerraron con una suba apenas perceptible del 0,3%, que trepa al 2,1% con el índice desestacionalizado.
"Después de mucho tiempo, marzo fue el primer mes que registra una baja en las ventas, lo que indica claramente un cambio de tendencia, aunque tampoco se puede hablar de un escenario similar al de 2002, cuando la caída era mucho más pronunciada", destacó Guillermo Oliveto, director de CCR.
En la misma línea, en Home Research -una consultora que releva el consumo a partir de los residuos domiciliarios, envases descartados y tickets de compra de hogares de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires- dan cuenta de una baja en las ventas que se profundizó en marzo.
"Según nuestras mediciones, el primer bimestre del año había cerrado con una baja muy leve en las ventas, pero en marzo la caída llegó al 6%, impulsada por los fuertes descensos en rubros, como lácteos, conservas y golosinas", señaló José Luis Grandi, director de Home Research.
En los supermercados también reconocen el freno en la demanda. "La baja para algunas cadenas, especialmente en el interior, llega al 8%, y también vemos como un problema que las ventas están muy concentradas en los artículos de la canasta básica y de primera necesidad", señaló Ricardo Cáceres, presidente de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS).
Por su parte, en una de las cadenas líderes tienen un panorama apenas más positivo. "En nuestro caso, no vemos una caída, pero sí se nota un parate muy marcado en las ventas", reconoció el director de una de las cinco empresas más grandes del sector de supermercados.
Diferencias con 2002
La baja de marzo contrasta con la marcha positiva que venía exhibiendo el consumo masivo desde 2003, con la única excepción de los peores meses del conflicto del campo (entre abril y junio del año pasado), cuando las ventas se habían frenado, aunque no por un problema en la demanda -como sucede ahora-, sino por la falta de oferta, como producto del desabastecimiento que provocó el paro.
En CCR igualmente destacan las diferencias entre el escenario actual y la crisis de 2002. "Lo primero que salta a la vista es que, a diferencia de lo que pasó entonces, ahora los supermercados no son los más golpeados y, de hecho, continúa la transferencia de clientes de los almacenes a las grandes cadenas", explica Oliveto.
Esta capacidad de los supermercados para hacer frente mejor a la crisis -según CCR, en marzo las grandes cadenas, a contramano del sector en general, tuvieron una suba del 1,4% en sus ventas- se explica básicamente por el papel revitalizador en la demanda que juegan las promociones de los bancos y de las tarjetas de crédito.
Este punto también representa una diferencia fundamental con respecto al escenario de 2002, cuando el sector financiero estaba más preocupado por sobrevivir que por ofrecer descuentos en las compras en los supermercados. La Nación (Argentina).
Con un poco de retraso, ahora la crisis también llegó a las góndolas. La caída en las ventas que comenzaron a sufrir a fines del año pasado las concesionarias de autos, las inmobiliarias y las tiendas de electrodomésticos ahora se extendió al consumo masivo.
De acuerdo con un relevamiento privado, en marzo, las ventas de alimentos, bebidas, limpieza y tocador registraron una baja promedio del 1,6%, lo que contrasta con las subas que se habían registrado en enero y en febrero.
Según CCR -una de las principales consultoras que releva todos los canales de venta masivos-, en marzo la caída en volúmenes absolutos fue del 3,4%, aunque si se desestacionaliza el índice -tomando en cuenta que el año pasado tuvo un fin de semana largo más por las Pascuas- el impacto de la crisis queda reducido al 1,6 por ciento.
Si se toman los datos del primer trimestre, también se descubre el cambio de tendencia, ya que sin la estacionalidad de las Pascuas y de los 28 días de febrero de 2009 frente al año bisiesto que fue 2008, los primeros tres meses de este año cerraron con una suba apenas perceptible del 0,3%, que trepa al 2,1% con el índice desestacionalizado.
"Después de mucho tiempo, marzo fue el primer mes que registra una baja en las ventas, lo que indica claramente un cambio de tendencia, aunque tampoco se puede hablar de un escenario similar al de 2002, cuando la caída era mucho más pronunciada", destacó Guillermo Oliveto, director de CCR.
En la misma línea, en Home Research -una consultora que releva el consumo a partir de los residuos domiciliarios, envases descartados y tickets de compra de hogares de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires- dan cuenta de una baja en las ventas que se profundizó en marzo.
"Según nuestras mediciones, el primer bimestre del año había cerrado con una baja muy leve en las ventas, pero en marzo la caída llegó al 6%, impulsada por los fuertes descensos en rubros, como lácteos, conservas y golosinas", señaló José Luis Grandi, director de Home Research.
En los supermercados también reconocen el freno en la demanda. "La baja para algunas cadenas, especialmente en el interior, llega al 8%, y también vemos como un problema que las ventas están muy concentradas en los artículos de la canasta básica y de primera necesidad", señaló Ricardo Cáceres, presidente de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS).
Por su parte, en una de las cadenas líderes tienen un panorama apenas más positivo. "En nuestro caso, no vemos una caída, pero sí se nota un parate muy marcado en las ventas", reconoció el director de una de las cinco empresas más grandes del sector de supermercados.
Diferencias con 2002
La baja de marzo contrasta con la marcha positiva que venía exhibiendo el consumo masivo desde 2003, con la única excepción de los peores meses del conflicto del campo (entre abril y junio del año pasado), cuando las ventas se habían frenado, aunque no por un problema en la demanda -como sucede ahora-, sino por la falta de oferta, como producto del desabastecimiento que provocó el paro.
En CCR igualmente destacan las diferencias entre el escenario actual y la crisis de 2002. "Lo primero que salta a la vista es que, a diferencia de lo que pasó entonces, ahora los supermercados no son los más golpeados y, de hecho, continúa la transferencia de clientes de los almacenes a las grandes cadenas", explica Oliveto.
Esta capacidad de los supermercados para hacer frente mejor a la crisis -según CCR, en marzo las grandes cadenas, a contramano del sector en general, tuvieron una suba del 1,4% en sus ventas- se explica básicamente por el papel revitalizador en la demanda que juegan las promociones de los bancos y de las tarjetas de crédito.
Este punto también representa una diferencia fundamental con respecto al escenario de 2002, cuando el sector financiero estaba más preocupado por sobrevivir que por ofrecer descuentos en las compras en los supermercados. La Nación (Argentina).
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