Gripe porcina: La OMS admite que no se puede frenar el virus - España y Reino Unido confirman los primeros tres casos en la UE - Europa
Antonio Gil, un estudiante de 23 años ingresado en Albacete, se convirtió ayer en el primer caso confirmado de contagio de gripe porcina en Europa. Y no ha sido el único. En la tarde de ayer el Departamento de Salud de Reino Unido confirmó que los análisis hechos a dos pacientes escoceses habían dado positivo. En todos los casos habían estado de turismo en México y habían vuelto la semana pasada. Terminaban así las últimas esperanzas de contener el virus al otro lado del Atlántico, para lo que se habían adoptado medidas estrictas en los aeropuertos.
Ese mismo argumento fue usado ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para elevar el nivel de alerta de 3 a 4 (sobre una escala de 6), lo que indica que reconoce que no se puede frenar la expansión del virus y sólo queda mitigar sus efectos. El responsable de seguridad sanitaria del organismo, Keiji Fukuda, admitió anoche mediante una teleconferencia que "el virus está tan extendido que ya no tiene sentido intentar contenerlo", y mencionó los casos de México, Estados Unidos y España como prueba de la expansión del H1N1. Ello no implica, de momento, "que se cierren las fronteras ni que se restrinjan los viajes", advirtió Fukuda.
La OMS se dedicará, por tanto, a ofrecer apoyo para tratar a las personas enfermas y, sobre todo, a elaborar una vacuna para la nueva variante. De momento, recomienda usar la inmunización actual [es mejor evitar una coinfección por dos tipos de patógenos], pero siempre a la espera del desarrollo de un nuevo fármaco, insistió Fukuda. Sin embargo, éste no estará listo hasta dentro de "cuatro o seis meses", y tardará "varios más en producirse a gran escala".
El experto también explicó que, de momento, el virus es "suave", y explicó las muertes en México porque los infectados eran personas "con otras patologías".
Con la decisión de la OMS se reconoce que se está mucho más cerca de la pandemia que durante los seis años que se ha temido a la gripe aviar. Y es que el H1N1 no entiende de cautelas. A cada llamamiento a la calma de las autoridades, ha respondido con una noticia más alarmante. Dos veces tuvo que comparecer ayer la ministra de Sanidad española, Trinidad Jiménez, para explicar las últimas novedades. Por la mañana, informó del caso confirmado en Albacete. Pese a ello, Jiménez recalcó el mensaje de calma: "La situación es de normalidad y tranquilidad. Todo está controlado". Por la tarde, insistió en las mismas ideas.
Todas las organizaciones internacionales están pendientes de la evolución del brote, al que ya se le atribuyen 149 muertes en México, de las que se han confirmado 26 -el único país que lo relaciona con defunciones-. Además, hay casi 400 personas hospitalizadas en el país, a las que hay que añadir unos 40 casos en Estados Unidos y 6 en Canadá. También hay enfermos supuestamente por el H1N1 en Nueva Zelanda (10), Israel (1), Colombia (9), Francia (uno, después de descartar a otros tres), Suecia, Dinamarca, Suiza, China y Brasil. Las cifras varían constantemente, según se añaden o se descartan casos. Tanto, que la OMS, al contrario que con la gripe aviar, no lleva todavía un recuento oficial, y habla de "más de 40". En España, aparte de Antonio Gil, había al cierre de esta edición otros 26 posibles afectados.
La velocidad con que el virus ha saltado el Atlántico ha obligado a precipitar todas las decisiones. España, que intenta mantener una postura común con el resto de la Unión Europea, no ha prohibido los vuelos a o desde México, foco de la crisis. Pero Jiménez recordó que ya hay una recomendación general del Ministerio de Asuntos Exteriores de no viajar a los países que han detectado casos a no ser que sea estrictamente necesario. "La decisión de cerrar las fronteras debe ser tomada por las autoridades sanitarias, y ni siquiera Estados Unidos, que también ha detectado casos, y que tiene una frontera natural muy extensa con México lo ha hecho", puntualizó Jiménez por la mañana.
Pero el virus se encargó de desmentirle. Después de haber opinado que "era muy pronto para desaconsejar viajar a México", el director en funciones del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, Richard Besser, recomendó por la tarde justo lo contrario: "Cancelar todo viaje que no sea esencial" a México.
El mismo vaivén se dio entre las autoridades de la UE. La Comisión Europea se desmintió a sí misma a lo largo del día. Primero desaconsejó viajar a Estados Unidos y a México salvo casos de fuerza mayor. Pero luego, tras la protesta del CDC, la comisaria de Sanidad, Androulla Vassiliou, tuvo que matizar sus declaraciones. "Personalmente yo evitaría los viajes no necesarios a las áreas que están en el centro de los focos", señaló Vassiliou para desdecirse después sobre Estados Unidos.
Pero, si la situación sanitaria no parece -de momento- demasiado grave fuera de México, no, donde ya se notan sus efectos es en las Bolsas. El país latinoamericano es una potencia económica y turística (recibe 22 millones de visitantes al año), y eso repercute en la cotización de las empresas de los sectores implicados. El Banco Mundial calcula que si se produce una pandemia (una propagación generalizada del virus por países y transmitiéndose entre humanos) el coste para la economía mundial sería de más de dos billones de euros. Y esto, justo en tiempos de crisis.
Pero sin llegar a este extremo, ya se notan los efectos. Compañías del sector turístico (Iberia, Meliá) ya acusaron ayer -a la baja- el efecto de la crisis sanitaria en sus cotizaciones. En cambio, las farmacéuticas, por ejemplo, experimentaron subidas.
Todo rodeado de gran incertidumbre. Fuera de México, donde la crisis es un hecho -agravado por un terremoto- todo está en el aire. Todavía no se sabe si estamos ante una gran pandemia, o esta enfermedad se habrá quedado sólo en un gran disgusto.
Cambio de nivel
- Fase 3. Las autoridades sanitarias se marcan como objetivo "asegurar la rápida caracterización del nuevo subtipo del virus y la detección y notificación temprana de casos adicionales".
- Fase 4. Hay que "contener la transmisión del nuevo virus dentro de los focos localizados o retrasar la difusión con el fin de ganar tiempo para aplicar las medidas de respuesta".
- Protocolo. En España, la Comisión de Salud Pública se reunirá con los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas al menos una vez al día por videoconferencia. Se emitirá un documento con un protocolo común de tratamiento de antivirales, proporcionado por el Plan de Vigilancia Epidemiológica del Virus de la Gripe. No se ha detectado una afluencia extraordinaria a los centros de salud de ciudadanos preocupados. El centro de información al ciudadano ha recibido unas 1.000 llamadas.
fuente. http://www.elpais.com
Ese mismo argumento fue usado ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para elevar el nivel de alerta de 3 a 4 (sobre una escala de 6), lo que indica que reconoce que no se puede frenar la expansión del virus y sólo queda mitigar sus efectos. El responsable de seguridad sanitaria del organismo, Keiji Fukuda, admitió anoche mediante una teleconferencia que "el virus está tan extendido que ya no tiene sentido intentar contenerlo", y mencionó los casos de México, Estados Unidos y España como prueba de la expansión del H1N1. Ello no implica, de momento, "que se cierren las fronteras ni que se restrinjan los viajes", advirtió Fukuda.
La OMS se dedicará, por tanto, a ofrecer apoyo para tratar a las personas enfermas y, sobre todo, a elaborar una vacuna para la nueva variante. De momento, recomienda usar la inmunización actual [es mejor evitar una coinfección por dos tipos de patógenos], pero siempre a la espera del desarrollo de un nuevo fármaco, insistió Fukuda. Sin embargo, éste no estará listo hasta dentro de "cuatro o seis meses", y tardará "varios más en producirse a gran escala".
El experto también explicó que, de momento, el virus es "suave", y explicó las muertes en México porque los infectados eran personas "con otras patologías".
Con la decisión de la OMS se reconoce que se está mucho más cerca de la pandemia que durante los seis años que se ha temido a la gripe aviar. Y es que el H1N1 no entiende de cautelas. A cada llamamiento a la calma de las autoridades, ha respondido con una noticia más alarmante. Dos veces tuvo que comparecer ayer la ministra de Sanidad española, Trinidad Jiménez, para explicar las últimas novedades. Por la mañana, informó del caso confirmado en Albacete. Pese a ello, Jiménez recalcó el mensaje de calma: "La situación es de normalidad y tranquilidad. Todo está controlado". Por la tarde, insistió en las mismas ideas.
Todas las organizaciones internacionales están pendientes de la evolución del brote, al que ya se le atribuyen 149 muertes en México, de las que se han confirmado 26 -el único país que lo relaciona con defunciones-. Además, hay casi 400 personas hospitalizadas en el país, a las que hay que añadir unos 40 casos en Estados Unidos y 6 en Canadá. También hay enfermos supuestamente por el H1N1 en Nueva Zelanda (10), Israel (1), Colombia (9), Francia (uno, después de descartar a otros tres), Suecia, Dinamarca, Suiza, China y Brasil. Las cifras varían constantemente, según se añaden o se descartan casos. Tanto, que la OMS, al contrario que con la gripe aviar, no lleva todavía un recuento oficial, y habla de "más de 40". En España, aparte de Antonio Gil, había al cierre de esta edición otros 26 posibles afectados.
La velocidad con que el virus ha saltado el Atlántico ha obligado a precipitar todas las decisiones. España, que intenta mantener una postura común con el resto de la Unión Europea, no ha prohibido los vuelos a o desde México, foco de la crisis. Pero Jiménez recordó que ya hay una recomendación general del Ministerio de Asuntos Exteriores de no viajar a los países que han detectado casos a no ser que sea estrictamente necesario. "La decisión de cerrar las fronteras debe ser tomada por las autoridades sanitarias, y ni siquiera Estados Unidos, que también ha detectado casos, y que tiene una frontera natural muy extensa con México lo ha hecho", puntualizó Jiménez por la mañana.
Pero el virus se encargó de desmentirle. Después de haber opinado que "era muy pronto para desaconsejar viajar a México", el director en funciones del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, Richard Besser, recomendó por la tarde justo lo contrario: "Cancelar todo viaje que no sea esencial" a México.
El mismo vaivén se dio entre las autoridades de la UE. La Comisión Europea se desmintió a sí misma a lo largo del día. Primero desaconsejó viajar a Estados Unidos y a México salvo casos de fuerza mayor. Pero luego, tras la protesta del CDC, la comisaria de Sanidad, Androulla Vassiliou, tuvo que matizar sus declaraciones. "Personalmente yo evitaría los viajes no necesarios a las áreas que están en el centro de los focos", señaló Vassiliou para desdecirse después sobre Estados Unidos.
Pero, si la situación sanitaria no parece -de momento- demasiado grave fuera de México, no, donde ya se notan sus efectos es en las Bolsas. El país latinoamericano es una potencia económica y turística (recibe 22 millones de visitantes al año), y eso repercute en la cotización de las empresas de los sectores implicados. El Banco Mundial calcula que si se produce una pandemia (una propagación generalizada del virus por países y transmitiéndose entre humanos) el coste para la economía mundial sería de más de dos billones de euros. Y esto, justo en tiempos de crisis.
Pero sin llegar a este extremo, ya se notan los efectos. Compañías del sector turístico (Iberia, Meliá) ya acusaron ayer -a la baja- el efecto de la crisis sanitaria en sus cotizaciones. En cambio, las farmacéuticas, por ejemplo, experimentaron subidas.
Todo rodeado de gran incertidumbre. Fuera de México, donde la crisis es un hecho -agravado por un terremoto- todo está en el aire. Todavía no se sabe si estamos ante una gran pandemia, o esta enfermedad se habrá quedado sólo en un gran disgusto.
Cambio de nivel
- Fase 3. Las autoridades sanitarias se marcan como objetivo "asegurar la rápida caracterización del nuevo subtipo del virus y la detección y notificación temprana de casos adicionales".
- Fase 4. Hay que "contener la transmisión del nuevo virus dentro de los focos localizados o retrasar la difusión con el fin de ganar tiempo para aplicar las medidas de respuesta".
- Protocolo. En España, la Comisión de Salud Pública se reunirá con los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas al menos una vez al día por videoconferencia. Se emitirá un documento con un protocolo común de tratamiento de antivirales, proporcionado por el Plan de Vigilancia Epidemiológica del Virus de la Gripe. No se ha detectado una afluencia extraordinaria a los centros de salud de ciudadanos preocupados. El centro de información al ciudadano ha recibido unas 1.000 llamadas.
fuente. http://www.elpais.com
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