FAO dice que la producción láctea a pequeña escala es una vía para salir de la pobreza
Un nuevo estudio evalúa las perspectivas de los pequeños productores de leche a nivel mundial
29 de septiembre de 2010, Roma - Hacer que la producción láctea a pequeña escala sea más competitiva puede ser una arma poderosa para reducir la pobreza, elevar los niveles de nutrición y mejorar los medios de vida de la población rural en los países en desarrollo, según indicó la FAO en un nuevo informe sobre los pequeños productores de leche publicado hoy.
La demanda mundial de leche está creciendo en 15 millones de toneladas, en su mayor parte en los países en desarrollo. Producir este mayor volumen de leche por parte de los pequeños productores crearía cerca de tres millones de empleos anuales tan solo en la producción primaria, señaló Samuel Jutzi, Director de la División de Producción y Sanidad Animal de la FAO.
"Se trata de una ocasión única para establecer una cadena de producción láctea sostenible que pueda cubrir la demanda de los consumidores locales y del mercado mundial. Un desarrollo juicioso del sector lácteo podría representar así una contribución sustancial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de erradicar el hambre y la pobreza", añadió Jutzi.
Sector importante
Se calcula que cerca de 150 millones de familias de pequeños productores lácteos -unos 750 millones de personas- se dedican a la producción de leche, la mayoría de ellos en los países en desarrollo, según el estudio The Status and Prospects for Smallholder Milk Production - A global Perspective, (El estatus y las perspectivas de la producción láctea a pequeña escala: una perspectiva global), publicado de forma conjunta por la Red internacional de comparación de granjas (International Farm Comparison Network, IFCN). A nivel mundial, el tamaño del rebaño es de alrededor de dos vacas, con un rendimiento medio de leche de 11 litros diarios por explotación.
En todo el mundo existen cerca de 6 000 millones de consumidores de leche y productos lácteos, la mayoría de ellos en los países en desarrollo.
Competitiva y resistente
En los países analizados por el estudio de la FAO/IFCN, los pequeños productores lácteos tienen costes de producción muy competitivos, y por ello, si se organizan, tiene el potencial de competir con sistemas de explotación láctea a gran escala, con grandes inversiones de capital y alta tecnología, tanto en los países en desarrollo como los desarrollados. Con muy escasas excepciones, los pequeños productores obtienen ingresos relativamente altos por litro de leche. También son comparativamente resistentes al aumento de los precios de los piensos, ya que habitualmente utiliza tan solo pequeñas cantidades de pienso comercial.
El aumento de la demanda de consumidores de productos lácteos en los países en desarrollo, impulsada por el crecimiento demográfico y el alza de los ingresos, abre importantes oportunidades de mercado para los pequeños productores, según el informe FAO/IFCN. También se pueden beneficiar de los precios más altos a nivel mundial que se esperan para los productos lácteos.
Mejores prácticas de gestión agrícola, aumentar el tamaño de la cabaña lechera e incrementar su rendimiento, podría fácilmente mejorar la productividad de los pequeños productores, que en la actualidad es más bien baja. "El desarrollo del sector lácteo puede por tanto ser una potente herramienta para la reducción de la pobreza", dice el informe.
Expuesto y penalizado
Pero la producción láctea a pequeña escala podrá solamente alcanzar todo su potencial si hace frente a algunas de las amenazas y dificultades que tiene en la actualidad. En muchos países en desarrollo los pequeños productores carecen de los conocimientos para gestionar sus explotaciones como "empresas", tienen un acceso limitado a servicios de apoyo como el asesoramiento para la producción y la comercialización, poseen escaso o ningún capital para reinvertir con un acceso limitado al crédito, rebaños de pequeño tamaño, bajos rendimientos lácteos y escasa calidad de la leche.
La política generalizada de intervenciones (apoyo a los precios, cuotas lácteas, pagos directos, programas de apoyo a las inversiones, subsidios a la exportación) en los países desarrollados crean una ventaja competitiva para el sector lácteo en la OCDE y penaliza a los productores en los países en desarrollo, advierte el informe.
Los pequeños productores se ven también afectados por la liberalización comercial, que les expone cada vez más a la competencia con empresas lácteas a gran escala que pueden responder con mayor rapidez a los cambios en el mercado.
La preocupación por el medio ambiente es otra amenaza a la producción a pequeña escala. Se calcula que los sistemas lácteos de bajo rendimiento en África y el Sudeste asiático tienen una mayor huella de carbono por cien kilogramos de leche producida que los sistemas de mayor rendimiento en Estados Unidos y Europa occidental. Esta huella de carbono podría reducirse de forma importante a través de una mejora en la alimentación animal.
Crear valor
Cualquier estrategia de desarrollo del sector lácteo, según recomienda el estudio de la FAO/IFCN, no debe centrarse exclusivamente en los productores, sino mejorar la competitividad en toda la cadena de producción lechera, dirigiéndose a los campesinos, los suministradores de insumos, comerciantes, procesadores, minoristas, etc.
La creación de valor en todos los eslabones de la cadena beneficia en último lugar al consumidor, ya que podrá obtener más productos lácteos con la misma cantidad de dinero, o incluso tendrá que gastar menos por los productos lácteos que consume.
"Los pequeños productores hacen en general un uso muy eficiente de los recursos", subrayó Joachim Otte, uno de los co-autores del informe. "Resulta crucial -añadió- el acceso al crédito, recursos genéticos animales mejorados y servicios de sanidad animal, junto con medidas políticas de apoyo que les permitan participar en los cambiantes mercados".
29 de septiembre de 2010, Roma - Hacer que la producción láctea a pequeña escala sea más competitiva puede ser una arma poderosa para reducir la pobreza, elevar los niveles de nutrición y mejorar los medios de vida de la población rural en los países en desarrollo, según indicó la FAO en un nuevo informe sobre los pequeños productores de leche publicado hoy.
La demanda mundial de leche está creciendo en 15 millones de toneladas, en su mayor parte en los países en desarrollo. Producir este mayor volumen de leche por parte de los pequeños productores crearía cerca de tres millones de empleos anuales tan solo en la producción primaria, señaló Samuel Jutzi, Director de la División de Producción y Sanidad Animal de la FAO.
"Se trata de una ocasión única para establecer una cadena de producción láctea sostenible que pueda cubrir la demanda de los consumidores locales y del mercado mundial. Un desarrollo juicioso del sector lácteo podría representar así una contribución sustancial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de erradicar el hambre y la pobreza", añadió Jutzi.
Sector importante
Se calcula que cerca de 150 millones de familias de pequeños productores lácteos -unos 750 millones de personas- se dedican a la producción de leche, la mayoría de ellos en los países en desarrollo, según el estudio The Status and Prospects for Smallholder Milk Production - A global Perspective, (El estatus y las perspectivas de la producción láctea a pequeña escala: una perspectiva global), publicado de forma conjunta por la Red internacional de comparación de granjas (International Farm Comparison Network, IFCN). A nivel mundial, el tamaño del rebaño es de alrededor de dos vacas, con un rendimiento medio de leche de 11 litros diarios por explotación.
En todo el mundo existen cerca de 6 000 millones de consumidores de leche y productos lácteos, la mayoría de ellos en los países en desarrollo.
Competitiva y resistente
En los países analizados por el estudio de la FAO/IFCN, los pequeños productores lácteos tienen costes de producción muy competitivos, y por ello, si se organizan, tiene el potencial de competir con sistemas de explotación láctea a gran escala, con grandes inversiones de capital y alta tecnología, tanto en los países en desarrollo como los desarrollados. Con muy escasas excepciones, los pequeños productores obtienen ingresos relativamente altos por litro de leche. También son comparativamente resistentes al aumento de los precios de los piensos, ya que habitualmente utiliza tan solo pequeñas cantidades de pienso comercial.
El aumento de la demanda de consumidores de productos lácteos en los países en desarrollo, impulsada por el crecimiento demográfico y el alza de los ingresos, abre importantes oportunidades de mercado para los pequeños productores, según el informe FAO/IFCN. También se pueden beneficiar de los precios más altos a nivel mundial que se esperan para los productos lácteos.
Mejores prácticas de gestión agrícola, aumentar el tamaño de la cabaña lechera e incrementar su rendimiento, podría fácilmente mejorar la productividad de los pequeños productores, que en la actualidad es más bien baja. "El desarrollo del sector lácteo puede por tanto ser una potente herramienta para la reducción de la pobreza", dice el informe.
Expuesto y penalizado
Pero la producción láctea a pequeña escala podrá solamente alcanzar todo su potencial si hace frente a algunas de las amenazas y dificultades que tiene en la actualidad. En muchos países en desarrollo los pequeños productores carecen de los conocimientos para gestionar sus explotaciones como "empresas", tienen un acceso limitado a servicios de apoyo como el asesoramiento para la producción y la comercialización, poseen escaso o ningún capital para reinvertir con un acceso limitado al crédito, rebaños de pequeño tamaño, bajos rendimientos lácteos y escasa calidad de la leche.
La política generalizada de intervenciones (apoyo a los precios, cuotas lácteas, pagos directos, programas de apoyo a las inversiones, subsidios a la exportación) en los países desarrollados crean una ventaja competitiva para el sector lácteo en la OCDE y penaliza a los productores en los países en desarrollo, advierte el informe.
Los pequeños productores se ven también afectados por la liberalización comercial, que les expone cada vez más a la competencia con empresas lácteas a gran escala que pueden responder con mayor rapidez a los cambios en el mercado.
La preocupación por el medio ambiente es otra amenaza a la producción a pequeña escala. Se calcula que los sistemas lácteos de bajo rendimiento en África y el Sudeste asiático tienen una mayor huella de carbono por cien kilogramos de leche producida que los sistemas de mayor rendimiento en Estados Unidos y Europa occidental. Esta huella de carbono podría reducirse de forma importante a través de una mejora en la alimentación animal.
Crear valor
Cualquier estrategia de desarrollo del sector lácteo, según recomienda el estudio de la FAO/IFCN, no debe centrarse exclusivamente en los productores, sino mejorar la competitividad en toda la cadena de producción lechera, dirigiéndose a los campesinos, los suministradores de insumos, comerciantes, procesadores, minoristas, etc.
La creación de valor en todos los eslabones de la cadena beneficia en último lugar al consumidor, ya que podrá obtener más productos lácteos con la misma cantidad de dinero, o incluso tendrá que gastar menos por los productos lácteos que consume.
"Los pequeños productores hacen en general un uso muy eficiente de los recursos", subrayó Joachim Otte, uno de los co-autores del informe. "Resulta crucial -añadió- el acceso al crédito, recursos genéticos animales mejorados y servicios de sanidad animal, junto con medidas políticas de apoyo que les permitan participar en los cambiantes mercados".
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