Fundación Blanca Estela conmemoró una década junto a la familia naval
Con una misa en la iglesia naval Sagrada Familia se conmemoró el décimo aniversario de la Fundación Blanca Estela en la Base Naval Talcahuano, donde las voluntarias se unieron en oración para agradecer y pedir a Dios su bendición para continuar desarrollando esta obra de amor y solidaridad, que tiene por finalidad estar junto a los integrantes de la familia naval que lo necesitan.
El Capellán de la Segunda Zona Naval, Capitán de Corbeta RL Juan Carlos Molina, quien ofició la homilía, destacó el rol que cumple cada una de las voluntarias dentro de la organización y las instó a fundamentar el trabajo que realizan siguiendo el ejemplo de Jesús: "con esta obra de caridad fraterna ustedes han sabido responder y apoyar a tantas familias que lo necesitan, siendo una mano amiga que está presente en momentos de dolor".
El Capellán recordó la importante labor que cumplió el voluntariado de la Fundación luego de la emergencia del 27 de febrero de 2010: "en esta zona naval hemos sido testigos de la importancia que tiene la labor que ustedes realizan, juntos vivimos esa experiencia que marcó nuestras vidas", dijo.
La liturgia, que fue acompañada por las voces del coro de la Escuela de Grumetes "Alejandro Navarrete Cisterna", contó con la presencia del Comandante en Jefe de la Segunda Zona Naval, Contraalmirante Matías Purcell, el Comandante en Jefe de la Fuerza de Submarinos, Contraalmirante Osvaldo Schwarzenberg, la Vicepresidenta Zonal de la Fundación, Plaula Klein de Schwarzenberg, voluntarias, Oficiales y personal de Gente de Mar de la Base Naval Talcahuano.
Antes de finalizar la misa de acción de gracias, se dio lectura al saludo enviado por la Presidenta Nacional de la Fundación, Patricia Corssen de González, y luego el Capellán, en forma especial, impartió una bendición a las voluntarias de Talcahuano para que tengan la fortaleza necesaria para seguir adelante con este trabajo social.
A pesar que la emergencia del 27/F destruyó por completo la sede del voluntariado de Talcahuano, Paula Klein destacó el espíritu y la fuerza que cada una de las voluntarias entregó para salir adelante y continuar con esta obra de solidaridad. "El año pasado nos propusimos trabajar para implementar nuevas dependencias y retomar todas nuestras actividades en apoyo a la familia naval. Hoy, gracias a la buena energía y al cariño heredado por cada una de las voluntarias que ha pasado por esta zona naval, estamos nuevamente de pie conmemorando el 10º aniversario de nuestra fundación".
El Capellán de la Segunda Zona Naval, Capitán de Corbeta RL Juan Carlos Molina, quien ofició la homilía, destacó el rol que cumple cada una de las voluntarias dentro de la organización y las instó a fundamentar el trabajo que realizan siguiendo el ejemplo de Jesús: "con esta obra de caridad fraterna ustedes han sabido responder y apoyar a tantas familias que lo necesitan, siendo una mano amiga que está presente en momentos de dolor".
El Capellán recordó la importante labor que cumplió el voluntariado de la Fundación luego de la emergencia del 27 de febrero de 2010: "en esta zona naval hemos sido testigos de la importancia que tiene la labor que ustedes realizan, juntos vivimos esa experiencia que marcó nuestras vidas", dijo.
La liturgia, que fue acompañada por las voces del coro de la Escuela de Grumetes "Alejandro Navarrete Cisterna", contó con la presencia del Comandante en Jefe de la Segunda Zona Naval, Contraalmirante Matías Purcell, el Comandante en Jefe de la Fuerza de Submarinos, Contraalmirante Osvaldo Schwarzenberg, la Vicepresidenta Zonal de la Fundación, Plaula Klein de Schwarzenberg, voluntarias, Oficiales y personal de Gente de Mar de la Base Naval Talcahuano.
Antes de finalizar la misa de acción de gracias, se dio lectura al saludo enviado por la Presidenta Nacional de la Fundación, Patricia Corssen de González, y luego el Capellán, en forma especial, impartió una bendición a las voluntarias de Talcahuano para que tengan la fortaleza necesaria para seguir adelante con este trabajo social.
A pesar que la emergencia del 27/F destruyó por completo la sede del voluntariado de Talcahuano, Paula Klein destacó el espíritu y la fuerza que cada una de las voluntarias entregó para salir adelante y continuar con esta obra de solidaridad. "El año pasado nos propusimos trabajar para implementar nuevas dependencias y retomar todas nuestras actividades en apoyo a la familia naval. Hoy, gracias a la buena energía y al cariño heredado por cada una de las voluntarias que ha pasado por esta zona naval, estamos nuevamente de pie conmemorando el 10º aniversario de nuestra fundación".
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