¿Cómo la caída del precio del petróleo puede impulsar las energías renovables?

              ¿Cómo la caída del precio del petróleo puede impulsar las energías renovables?


Dos especialistas analizan el impacto de la caída del precio del “oro negro” en Latinoamérica. Mientras que Ecuador y Venezuela serían los grandes perdedores de la región, resaltan la importancia de mirar a las energías renovables como un sector de salvataje.

En noviembre del año pasado, los países árabes anunciaron que no detendrían ni reducirían su producción de petróleo, lo que en la práctica significa una enorme superproducción y la consecuente reducción del precio de este producto. Actualmente el barril cuesta 50 dólares, una caída que no se había registrado desde mayo del 2009.
Según explica Juan Carlos Riveros, director de Conservación de World Wildlife Fund Perú (WWF-Perú), el descenso en el precio del “oro negro” se veía venir desde hacía varios meses, por lo que las diversas economías del mundo han tenido bastante tiempo para tomar las medidas preventivas del caso. En cuanto a Latinoamérica, agrega Riveros, dos países son los grandes perdedores: Ecuador y Venezuela. La situación de cada uno es distinta.
“En el caso del primero -explica- el petróleo representa alrededor de la mitad del valor de sus exportaciones y una cuarta parte de su Producto Bruto Interno (PBI). Ecuador va a enfrentar una fuerte caída de ingresos en su caja fiscal y tendrá que buscar alternativas, si es que no las tienen ya,  para compensar estas pérdidas con exportaciones no tradicionales. Probablemente a Venezuela le va a ir mucho peor ya que más del 90% de sus exportaciones está basada en hidrocarburos. Ahora, con el petróleo mucho más barato, una economía en situación muy vulnerable (con un déficit presupuestal próximo al 50% del PBI) y la inestabilidad política interna, es muy probable que el presidente Nicolás Maduro tenga que tomar medidas desesperadas”.
¿Y para el resto de países latinoamericanos?
Otros países de la región que podrían sentir el impacto de la caída del precio del petróleo serían México y Brasil, en ambos casos porque el dinero requerido para la exploración interna se ha desviado a otras actividades económicas más rentables. Esto podría significar un retroceso en el ambicioso plan de inversión que está impulsando México, pero también afectará las actividades de exploración y explotación en el Atlántico planeadas por la brasileña Petrobras.
Para Riveros, los demás países que son importadores netos, como es el caso del Perú, se verán beneficiados en el corto plazo. En particular, los que tienen sistemas de subsidios que no serán necesarios durante el tiempo que duren los precios bajos. Además, sostiene que el petróleo barato va a ser aprovechado rápidamente por las industrias y, conforme se sinceren los precios internos con los mercados, tendría un efecto de cascada positivo para la economía. Aunque -concluye- hay que reconocer que no serían permanentes y, por lo tanto, no se espera que lleguen a ser estructurales.
Con esto en mente, es tiempo de aprovechar las energías renovables
La baja del precio del petróleo va a tener, aparentemente, un efecto doble en su relación con la adopción de energías renovables. El especialista de WWF-Perú explica que, en el corto plazo, el menor precio generará incluso un mayor consumo (malo para las emisiones de CO₂) y evitará la adopción de energías alternativas y mejoras de eficiencia energética, sobre todo a nivel del sector industrial y doméstico.
“Sin embargo, todo el mundo reconoce que esta baja del precio no puede ser permanente y es interesante ver que los inversionistas están mirando las opciones de energía renovable con mucha mayor atención”, sostiene.
Gilberto Arias, uno de los consultores más renombrados de América Latina en temas de cambio climático, sostiene que tenemos que descarbonizar nuestra sociedad en la segunda mitad de este siglo, y que ello supone una acción independiente del precio incidental de petróleo en la actualidad.
“Ante esa realidad -añade-, nuestra dirección de desarrollo no puede ser la de usar esta baja momentánea en el precio de petróleo para extender más infraestructura que evidentemente tendrá una vida útil limitada y contraproducente. Mucho más inteligente sería usarlo para potenciar inversiones que nos den resiliencia energética y que nos compren acceso a energías renovables a menor costo hacia el futuro. El futuro tiene que ser renovable, sea cual sea el precio de petróleo; si podemos aprovechar esta caída para abaratar nuestro acceso a ese futuro, le estaremos haciendo un gran servicio a nuestros pueblos”.

Uruguay es un gran ejemplo de migración a energías renovables. Y el modelo es fácil de replicar.


Fuente: Portal ConexiónCOP, http://conexioncop.com/como-la-caida-del-precio-del-petroleo-puede-impulsar-las-energias-renovables/

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