El mayor fabricante de vehículos de la República Checa, Škoda, pretende que una parte de su plantilla pase a depender de empresas externas, consideran que la actual cifra de un jefe por cada cinco trabajadores es cuanto menos desproporcionada
El mayor fabricante de vehículos de la República Checa, Škoda, pretende
que una parte de su plantilla pase a depender de empresas externas. La
medida, que podría afectar a 800 empleados, ya ha chocado de lleno con los
sindicatos, que podrían convocar una huelga.
A pesar de que las matriculaciones de vehículos de la marca Škoda están
alcanzando cifras récord y que el fabricante ha capeado bien el temporal
de la crisis, la compañía checa tiene en mente reestructurar su
plantilla.
El plan consistiría en externalizar la labor de 800 trabajadores de la plantilla, que seguirían trabajando para el fabricante, pero dependiendo de contratas externas. La medida, que afectaría a un pequeño porcentaje de los más de 24.000 empleados, ya ha suscitado el encontronazo con los sindicatos que consideran esto “un ataque” y que han amenazado con convocar una huelga.
Desde la empresa aseguran que la medida es necesaria para garantizar su continuidad como parte del gigante alemán de automóviles Volkswagen. Para el presidente del consejo y CEO, Winfried Vahland, “la medida no está dirigida a ahorrar costes, sino a mejorar la eficiencia”.
Pero los trabajadores no serán los únicos afectados, la medida llegará también a los gerentes de la empresa. En Škoda consideran que la actual cifra de un jefe por cada cinco trabajadores es cuanto menos desproporcionada y apuestan por aumentar esa cifra a uno por cada ocho.
El plan consistiría en externalizar la labor de 800 trabajadores de la plantilla, que seguirían trabajando para el fabricante, pero dependiendo de contratas externas. La medida, que afectaría a un pequeño porcentaje de los más de 24.000 empleados, ya ha suscitado el encontronazo con los sindicatos que consideran esto “un ataque” y que han amenazado con convocar una huelga.
Desde la empresa aseguran que la medida es necesaria para garantizar su continuidad como parte del gigante alemán de automóviles Volkswagen. Para el presidente del consejo y CEO, Winfried Vahland, “la medida no está dirigida a ahorrar costes, sino a mejorar la eficiencia”.
Pero los trabajadores no serán los únicos afectados, la medida llegará también a los gerentes de la empresa. En Škoda consideran que la actual cifra de un jefe por cada cinco trabajadores es cuanto menos desproporcionada y apuestan por aumentar esa cifra a uno por cada ocho.
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