Sequía en California amenaza con encarecer alimentos y aumentar desempleo
Un recorte en el suministro de agua por la grave sequía en California ha provocado una disminución de la producción de frutas y legumbres en el valle de San Joaquín y, en consecuencia, un aumento del desempleo entre campesinos.
La razón es un ciclo hidrológico seco que se mantiene desde hace tres años, sumado a una "sequía regulatoria" que desde 1993 prohíbe extraer libremente el agua del delta de los ríos San Joaquín y Sacramento debido a leyes de protección de especies en peligro de extinción.
"El problema es que cada año tenemos que esperar la cantidad de agua que cae en nieve y lluvia durante el invierno (para saber si habrá agua)", dijo a Efe Paul Betancourt, de 49 años, propietario de la hacienda VF Farms en Tranquility, California.
"Y el otro problema es que en años anteriores ahorrábamos agua en las presas en los años húmedos y luego la utilizábamos en época seca, pero con la política de los ecologistas ya no se permite bombear agua del delta de Sacramento y por esa razón tenemos falta de agua", agregó.
Betancourt es un agricultor del Valle de San Joaquín, una extensión de 50 millas de largo por 400 de ancho donde se cosechan 300 variedades de productos agrícolas, que excede la producción de 25 estados juntos del país.
Explicó que el agua suministrada por el gobierno llega por canales, pero actualmente, en el oeste de Fresno, sólo disponen de agua de sus propios pozos de los cuales no pueden sacar más de lo que recargan los mantos acuíferos, que contienen sales, y por ello no es de buena calidad.
Un estudio reciente realizado por la Universidad de California en Davis, titulado "Impacto Económico de le Reducción de Exportaciones (de agua) en la Agricultura del Valle Central" indica que las pérdidas por falta del vital líquido en este año podrían llegar a 2.2 mil millones de dólares.
El reporte indica además que 40.000 personas podrían quedarse sin empleo, una cifra conservadora a juicio de Betancourt, quien estima que las personas sin trabajo podría elevarse a 80.000.
El agricultor tiene una hacienda de 765 acres en la que siembra almendras, trigo y algodón. Sus cultivos tienen retraso en el crecimiento por falta de agua.
En un terreno baldío en el sur de la avenida Calaveras, cerca del pueblo de Tranquility, se puede ver entre el polvo mangueras de sistema de riego por goteo y en el que hace cuatro años se cosechaban alrededor de 60 toneladas de tomates por hectárea; pero desde hace dos años no se siembra nada por falta de agua, explicó Betancourt.
Jeanine Johns, representante del Departamento de Recursos Acuíferos de California (CDWR), dijo a Efe que en el sector este del Valle de San Joaquín es la única zona donde han podido suplir solamente el 10 por ciento del agua requerida por los agricultores. Y esperan suplir más si llueve.
De acuerdo con Mike Wade, director ejecutivo de la Coalición de Agua para el Campo de California, el problema más grande para los agricultores del valle de San Joaquín "es la sequía regulatoria".
Wade indicó que hay estimaciones de que entre 300.000 y 800.000 acres no van a ser cultivados este año por falta de agua.
"Solamente 300.00 acres que no se cultiven provocan gran desempleo y los vegetales y las frutas que se cultivan en invierno y primavera en California, para todo el país, simplemente no estarán en los supermercados o llegarán caras", aseguró.
Robert Diedrich, un agricultor que posee 1.000 acres actualmente cultiva tomates solamente en 300 acres irrigados con agua de pozo.
"Si seguimos así para el próximo año inevitablemente el precio de los alimentos van a subir, porque solamente hay que dar una vuelta alrededor de esta zona y veremos que nadie está sembrando, porque no hay agua", indicó.
Devin Nunes, congresista del distrito 21 del Valle de San Joaquín, expresó su desacuerdo con el efecto de la ley de "sequía regulatoria" y expresó que parte de la solución está en la construcción de una nueva represa en Temperance Flat. EFE
La razón es un ciclo hidrológico seco que se mantiene desde hace tres años, sumado a una "sequía regulatoria" que desde 1993 prohíbe extraer libremente el agua del delta de los ríos San Joaquín y Sacramento debido a leyes de protección de especies en peligro de extinción.
"El problema es que cada año tenemos que esperar la cantidad de agua que cae en nieve y lluvia durante el invierno (para saber si habrá agua)", dijo a Efe Paul Betancourt, de 49 años, propietario de la hacienda VF Farms en Tranquility, California.
"Y el otro problema es que en años anteriores ahorrábamos agua en las presas en los años húmedos y luego la utilizábamos en época seca, pero con la política de los ecologistas ya no se permite bombear agua del delta de Sacramento y por esa razón tenemos falta de agua", agregó.
Betancourt es un agricultor del Valle de San Joaquín, una extensión de 50 millas de largo por 400 de ancho donde se cosechan 300 variedades de productos agrícolas, que excede la producción de 25 estados juntos del país.
Explicó que el agua suministrada por el gobierno llega por canales, pero actualmente, en el oeste de Fresno, sólo disponen de agua de sus propios pozos de los cuales no pueden sacar más de lo que recargan los mantos acuíferos, que contienen sales, y por ello no es de buena calidad.
Un estudio reciente realizado por la Universidad de California en Davis, titulado "Impacto Económico de le Reducción de Exportaciones (de agua) en la Agricultura del Valle Central" indica que las pérdidas por falta del vital líquido en este año podrían llegar a 2.2 mil millones de dólares.
El reporte indica además que 40.000 personas podrían quedarse sin empleo, una cifra conservadora a juicio de Betancourt, quien estima que las personas sin trabajo podría elevarse a 80.000.
El agricultor tiene una hacienda de 765 acres en la que siembra almendras, trigo y algodón. Sus cultivos tienen retraso en el crecimiento por falta de agua.
En un terreno baldío en el sur de la avenida Calaveras, cerca del pueblo de Tranquility, se puede ver entre el polvo mangueras de sistema de riego por goteo y en el que hace cuatro años se cosechaban alrededor de 60 toneladas de tomates por hectárea; pero desde hace dos años no se siembra nada por falta de agua, explicó Betancourt.
Jeanine Johns, representante del Departamento de Recursos Acuíferos de California (CDWR), dijo a Efe que en el sector este del Valle de San Joaquín es la única zona donde han podido suplir solamente el 10 por ciento del agua requerida por los agricultores. Y esperan suplir más si llueve.
De acuerdo con Mike Wade, director ejecutivo de la Coalición de Agua para el Campo de California, el problema más grande para los agricultores del valle de San Joaquín "es la sequía regulatoria".
Wade indicó que hay estimaciones de que entre 300.000 y 800.000 acres no van a ser cultivados este año por falta de agua.
"Solamente 300.00 acres que no se cultiven provocan gran desempleo y los vegetales y las frutas que se cultivan en invierno y primavera en California, para todo el país, simplemente no estarán en los supermercados o llegarán caras", aseguró.
Robert Diedrich, un agricultor que posee 1.000 acres actualmente cultiva tomates solamente en 300 acres irrigados con agua de pozo.
"Si seguimos así para el próximo año inevitablemente el precio de los alimentos van a subir, porque solamente hay que dar una vuelta alrededor de esta zona y veremos que nadie está sembrando, porque no hay agua", indicó.
Devin Nunes, congresista del distrito 21 del Valle de San Joaquín, expresó su desacuerdo con el efecto de la ley de "sequía regulatoria" y expresó que parte de la solución está en la construcción de una nueva represa en Temperance Flat. EFE
Comentarios