Einstein tenía razón: Los astrónomos han utilizado el telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO, junto con otros radiotelescopios de todo el mundo, para encontrar y estudiar una estrambótica pareja de estrellas formada por la estrella de neutrones más masiva encontrada hasta el momento, orbitada por una estrella enana blanca. Esta nueva y extraña binaria nos permite poner a prueba la teoría de la gravedad de Einstein — la relatividad general — de una forma imposible hasta el momento. Hasta ahora, las nuevas observaciones encajan exactamente con las predicciones de la relatividad general y son inconsistentes con algunas teorías alternativas
Un equipo internacional ha descubierto un exótico objeto doble
formado por una pequeña, pero inusualmente pesada, estrella de neutrones
que gira 25 veces por segundo sobre sí misma, orbitada por una estrella
enana blanca que tarda dos horas y media en hacer una órbita completa.
La estrella de neutrones es un púlsar que emite ondas de radio que
pueden ser captadas desde la Tierra por los radiotelescopios. Al margen
del interés que esta pareja genera por sí misma, se trata además de un
laboratorio único para poner a prueba los límites de las teorías
físicas.
Este pulsar se llama PSR J0348+0432 y se trata de los restos de una
explosión de supernova. Es dos veces más pesada que el Sol, pero tiene
solo 20 kilómetros de tamaño. La gravedad en su superficie es más de
300.000 millones de veces más fuerte que la de la Tierra y, en su
centro, cada volumen equivalente a un cuadrado de azucar pesa más de mil
millones de toneladas concentradas. Su compañera, la estrella enana
blanca, solo es un poco menos exótica: es el brillante resto de una
estrella mucho más ligera que ha perdido su atmósfera y se está
enfriando lentamente.
“Estaba observando el sistema con el Very Large Telescope de ESO,
buscando cambios en la luz emitida por la enana blanca causados por su
movimiento alrededor del púlsar”, afirma John Antoniadis, un
estudiante de doctorado del Instituto Max Planck de radioastronomía
(MPIfR) en Bonn, y autor principal del artículo. “Un rápido análisis
inmediato me hizo ver que el púlsar era muy pesado. Es el doble de la
masa del Sol, lo que la convierte en la estrella de neutrones más masiva
conocida hasta el momento y, al mismo tiempo, en un excelente
laboratorio de física fundamental”.
La teoría de la relatividad general de Einstein, que explica la
gravedad como una consecuencia de la curvatura del espacio-tiempo creada
por la presencia de masa y energía, ha superado todas las pruebas desde
que fue publicada por primera vez hace casi cien años. Pero no puede
ser la explicación definitiva y en última instancia acabará siendo
sustituida [1].
Los físicos han concebido otras teorías de la gravedad que hacen
predicciones diferentes a las que plantea la relatividad general. Para
algunas de estas alternativas, esas diferencias solo se mostrarían en
campos gravitatorios extremadamente fuertes que no pueden encontrarse en
el Sistema Solar. En términos de gravedad, PSR J0348+0432 es un objeto
verdaderamente extremo, incluso comparado con los otros púlsares que han
sido utilizados en pruebas de alta precisión de la relatividad general
de Einstein [2].
En este tipo de campos gravitatorios tan fuertes, pequeños aumentos en
la masa pueden desencadenar grandes cambios en el espacio-tiempo que
rodea a estos objetos. Hasta ahora, los astrónomos no tenían ni idea de
qué podría pasar en presencia de estrellas de neutrones tan masivas como
PSR J0348+0432, por lo que se trata de una oportunidad única para
llevar a cabo pruebas en campos inexplorados.
El equipo combinó observaciones de la estrella enana blanca llevadas a cabo con el Very Large Telescope con medidas muy precisas del púlsar obtenidas con radiotelescopios [3].
Una pareja tan cercana entre sí emite ondas gravitacionales y pierde
energía. Esto hace que el periodo orbital cambie ligeramente y las
predicciones de este cambio hechas por la relatividad general y otras
teorías competidoras son diferentes.
“Nuestras observaciones en radio eran tan precisas que ya hemos
podido medir un cambio en el periodo orbital de 8 millonésimas de
segundo por año, exactamente lo que predice la teoría de Einstein”, afirma Paulo Freire, otro miembro del equipo.
Esto es solo el principio de un estudio detallado de estos objetos
únicos y los astrónomos los utilizarán para poner a prueba la teoría de
la relatividad general en busca de una mayor precisión a medida que
pase el tiempo.
Notas
[1] La relatividad general no es consistente con la otra gran teoría de la física del siglo veinte, la mecánica cuántica. También predice singularidades bajo ciertas circunstancias, en las que algunas cantidades tienen a infinito, como el centro de un agujero negro.[2] El primer púlsar binario, PSR B1913+16, fue descubierto por Joseph Hooton Taylor, Jr. y Russell Hulse, por lo que ganaron el Premio Nobel de Física de 1993. Midieron con precisión los cambios en las propiedades de este objeto tan destacado y demostraron que eran consistentes con las pérdidas de energía de radiación gravitatoria predichas por la relatividad general.
[3] Este trabajo utiliza datos de los radiotelescopios Effelsberg, Arecibo y Green Bank, así como de los telescopios ópticos Very Large Telescope de ESO y William Herschel Telescope.
Información adicional
Este trabajo fue presentado en el artículo “A Massive Pulsar in a Compact Relativistic Orbit”, por John Antoniadis et al., que aparece en la revista Science del 26 de abril de 2013.El equipo está compuesto por Antoniadis (Instituto Max-Planck de Radioastronomía [MPIfR], Bonn, Alemania), Paulo C. C. Freire (MPIfR), Norbert Wex (MPIfR), Thomas M. Tauris (Instituto Argelander de Astronomía, Bonn, Alemania; MPIfR), Ryan S. Lynch (Universidad McGill, Montreal, Canadá), Marten H. van Kerkwijk (Universidad de Toronto, Canadá), Michael Kramer (MPIfR; Centro de Astrofísica Jodrell Bank, Universidad de Manchester, Reino Unido), Cees Bassa (Jodrell Bank), Vik S. Dhillon (Universidad de Sheffield, Reino Unido), Thomas Driebe (Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt, Bonn, Alemania), Jason W. T. Hessels (ASTRON, Instituto de Radioastronomía de los Países Bajos, Dwingeloo, Países Bajos; Universidad de Ámsterdam, Países Bajos), Victoria M. Kaspi (Universidad McGill), Vladislav I. Kondratiev (ASTRON; Instituto de Física Lebedev, Moscú, Russia), Norbert Langer (Instituto Argelander de Astronomía), Thomas R. Marsh (Universidad de Warwick, Reino Unido), Maura A. McLaughlin (Universidad West Virginia), Timothy T. Pennucci (Departamento de Astronomía, Universidad de Virginia) Scott M. Ransom (Onbservatorio Nacional de Radioastronomía, Charlottesville, EE.UU.), Ingrid H. Stairs (Universidad de British Columbia, Vancouver, Canadá), Joeri van Leeuwen (ASTRON; Universidad de Ámsterdam), Joris P. W. Verbiest (MPIfR), David G. Whelan (Departamento de Astronomía, Universidad de Virginia).
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Impresión artística del púlsar PSR J0348+0432 y su compañera enana blanca
Esta impresión artística muestra el exótico objeto doble formado por una pequeña, pero muy pesada, estrella de neutrones que gira sobre sí misma 25 veces por segundo (derecha), orbitada por una estrella enana blanca que tarda dos horas y media en hacer una órbita completa (izquierda). La estrella de neutrones se llama PSR J0348+0432 y emite ondas de radio que pueden ser captadas desde la Tierra por los radiotelescopios. Al margen del interés de esta pareja genera por sí misma, se trata además de un laboratorio único para poner a prueba los límites de las teorías físicas.
Dado que el púlsar es muy pequeño, los tamaños relativos de los dos objetos del dibujo no están hechos a escala.
Crédito:
ESO/L. Calçada
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Impresión artística del púlsar PSR J0348+0432 y su compañera enana blanca
Esta impresión artística muestra el exótico objeto doble formado por una pequeña, pero muy pesada, estrella de neutrones que gira sobre sí misma 25 veces por segundo, orbitada por una estrella enana blanca que tarda dos horas y media en hacer una órbita completa. La estrella de neutrones se llama PSR J0348+0432 y emite ondas de radio que pueden ser captadas desde la Tierra por los radiotelescopios. Al margen del interés de esta pareja genera por sí misma, se trata además de un laboratorio único para poner a prueba los límites de las teorías físicas.
Este sistema emite radiación gravitatoria, formando ondas en el espacio-tiempo. Pese a que los astrónomos aún no pueden captar directamente estas ondas desde la Tierra, pueden detectarse indirectamente midiendo el cambio en la órbita del sistema a medida que pierde energía.
Dado que el púlsar es muy pequeño, los tamaños relativos de los dos objetos del dibujo no están hechos a escala.
Crédito:
ESO/L. Calçada
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Impresión artística del púlsar PSR J0348+0432 y su compañera enana blanca
Este vídeo es una impresión artística de un exótico objeto doble
formado por una pequeña, pero muy pesada, estrella de neutrones que gira
sobre sí misma 25 veces por segundo, orbitada por una estrella enana
blanca que tarda dos horas y media en hacer una órbita completa. La
estrella de neutrones se llama PSR J0348+0432 y emite ondas de radio que
pueden ser captadas desde la Tierra por los radiotelescopios. Al margen
del interés de esta pareja genera por sí misma, se trata además de un
laboratorio único para poner a prueba los límites de las teorías
físicas.
Este sistema emite radiación gravitatoria, formando ondas en el espacio-tiempo. Pese a que los astrónomos aún no pueden captar directamente estas ondas desde la Tierra, pueden detectarse indirectamente midiendo el cambio en la órbita del sistema a medida que pierde energía.
Dado que el púlsar es muy pequeño, los tamaños relativos de los dos objetos no están hechos a escala y las escalas de tiempo no son reales.
Crédito:
ESO/L. Calçada
fuente: Departamento de Educación y Difusión de ESO
Este sistema emite radiación gravitatoria, formando ondas en el espacio-tiempo. Pese a que los astrónomos aún no pueden captar directamente estas ondas desde la Tierra, pueden detectarse indirectamente midiendo el cambio en la órbita del sistema a medida que pierde energía.
Dado que el púlsar es muy pequeño, los tamaños relativos de los dos objetos no están hechos a escala y las escalas de tiempo no son reales.
Crédito:
ESO/L. Calçada
fuente: Departamento de Educación y Difusión de ESO
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