DANIEL LENCINA COMPARTIÓ SU MÚSICA CON ADULTOS MAYORES DE LA COMUNA de Las Condes
La “estrella pop del jazz” no escatimó en anécdotas y dejó en Las Condes, una vez más, la magia de su trompeta.
La historia de Daniel Lencina no deja de escribirse. Al lugar que llega, toma su trompeta – compañera que nunca olvida- e interpreta los más bellos y reconocibles sonidos. Cada ocasión se transforma en un momento memorable, para atesorar.
En esta oportunidad, el distinguido como “estrella pop del jazz”, por masificar el estilo, compartió con los socios de los clubes del Adulto Mayor, encuentro que se realizó el martes 22 de junio en la Sala el Rosario de la Corporación Cultural de Las Condes.
Lencina ahondó en los inicios de su carrera, recordando el día en que se enamoró de la trompeta, cuando vio a la gran orquesta de Harry James en la película “Escuela de Sirenas”. “Todo ha sido una gran coincidencia”, comenta. Y es que tiempo después de ese flechazo en el cine, aparecieron sus primeras melodías, cuando un amigo del barrio, de Pocitos Nuevos, en Uruguay, a la hora de almuerzo, le prestó su trompeta. “Y salió la música, no sé cómo”, señala.
Luego se encontraría con el norteamericano Nedo Pandolfi, también por esas cosas inexplicables. Escuchó una trompeta a lo lejos y persiguió los sonidos hasta hallar al autor, después, eso sí, de recorrer los distintos departamentos del edificio y preguntar si había alguien tocando una trompeta. Pandolfi le daría ocho clases, las únicas en toda su vida.
En la conversación, Lencina profundizó en sus cincuenta años de trayectoria y tres décadas radicado en Chile; distintos escenarios y músicos con los que ha compartido; sobre jornadas gloriosas como aquella en el 72’, cuando se convirtió en el primer músico de jazz en ingresar al Teatro Municipal de Santiago.
El músico, asimismo, deleitó a los adultos mayores con su música y aquellos temas que siempre están en su repertorio
La historia de Daniel Lencina no deja de escribirse. Al lugar que llega, toma su trompeta – compañera que nunca olvida- e interpreta los más bellos y reconocibles sonidos. Cada ocasión se transforma en un momento memorable, para atesorar.
En esta oportunidad, el distinguido como “estrella pop del jazz”, por masificar el estilo, compartió con los socios de los clubes del Adulto Mayor, encuentro que se realizó el martes 22 de junio en la Sala el Rosario de la Corporación Cultural de Las Condes.
Lencina ahondó en los inicios de su carrera, recordando el día en que se enamoró de la trompeta, cuando vio a la gran orquesta de Harry James en la película “Escuela de Sirenas”. “Todo ha sido una gran coincidencia”, comenta. Y es que tiempo después de ese flechazo en el cine, aparecieron sus primeras melodías, cuando un amigo del barrio, de Pocitos Nuevos, en Uruguay, a la hora de almuerzo, le prestó su trompeta. “Y salió la música, no sé cómo”, señala.
Luego se encontraría con el norteamericano Nedo Pandolfi, también por esas cosas inexplicables. Escuchó una trompeta a lo lejos y persiguió los sonidos hasta hallar al autor, después, eso sí, de recorrer los distintos departamentos del edificio y preguntar si había alguien tocando una trompeta. Pandolfi le daría ocho clases, las únicas en toda su vida.
En la conversación, Lencina profundizó en sus cincuenta años de trayectoria y tres décadas radicado en Chile; distintos escenarios y músicos con los que ha compartido; sobre jornadas gloriosas como aquella en el 72’, cuando se convirtió en el primer músico de jazz en ingresar al Teatro Municipal de Santiago.
El músico, asimismo, deleitó a los adultos mayores con su música y aquellos temas que siempre están en su repertorio
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