Saludos en el Día del Bombero de su Presidente Nacional Miguel Reyes
Al llegar cada año el 30 de junio, el corazón de los bomberos chilenos late más intensamente, pues nos trae el recuerdo del nacimiento de la más importante y antigua institución de servicio público, los Bomberos de Chile, la que desde siempre se ha ganado el corazón de los chilenos por su entrega desinteresada, la abnegación y el sacrificio que sus integrantes ponen en defensa de la vida y bienes de sus habitantes, de manera voluntaria y con mucha dedicación. Ello se ha acentuado en los últimos tiempos en que las encuestas han ubicado a nuestra institución en primer lugar.
El 30 de junio de 1851 en el puerto de Valparaíso se funda el primer Cuerpo de Bomberos, fruto del esfuerzo y preocupación de destacados vecinos que veían con impotencia cuando el fuego destructor arrasaba con sus casas y establecimientos de comercio, alcanzando incluso manzanas completas, sin que existiera un grupo de personas preparadas y equipadas adecuadamente para enfrentar los incendios.
Esta organización que se dio la propia comunidad se inspiró en sólidos principios éticos y morales, con un alto espíritu de amor a la humanidad, como es la defensa de la vida y bienes de las personas ante las mas variadas emergencias a que se encuentran expuestas, su carácter de institución voluntaria, totalmente tolerante en materia política y religiosa, verdadera escuela de civismo, estructurada de manera jerárquica y disciplinada.
El ejemplo de Valparaíso se extendió a lo largo y ancho de la patria y hoy en día 311 Cuerpos de Bomberos y 1100 Compañías con sus 38.000 bomberos voluntarios velan por la seguridad y protección de todos los habitantes del país y así ha sido por 159 años, primero enfrentando los incendios, luego las emergencias generadas por el ser humano o la naturaleza, más tarde los accidentes de tránsito y hoy en día las emergencias con materiales peligrosos, el rescate el altura y en edificios colapsados, entre muchos otros riesgos.
El pasado 27 de febrero una extensa zona del país fue despertada violentamente por un fuerte terremoto, el segundo de mayor fuerza en el mundo, seguido por un maremoto que afectó el sector costero de la zona central, ambos hechos que dejaron una secuela de destrucción y muerte en seis regiones del país. Allí estuvieron una vez más los bomberos chilenos atendiendo como primera respuesta a la emergencia a las personas afectadas. Fueron 15.000 bomberos voluntarios, hombres y mujeres que antes de los diez minutos de ocurrida la tragedia estaban prestando ayuda a quienes estaban lesionados o atrapados y ello en cumplimiento al deber moral libremente asumido, pese a que también había muchos voluntarios con sus viviendas dañadas o destruidas.
Una vez más y como ha ocurrido durante 159 años, bomberos salió en ayuda de sus vecinos y vecinas, poniendo para ellos sus conocimientos y entrenamiento, lo cual nos ha granjeado el respeto y admiración de la población, así como el reconocimiento de la institución mejor evaluada por su intervención en el terremoto y maremoto del 27 de febrero.
Los señalados fenómenos de la naturaleza también pusieron a prueba nuestra infraestructura y cerca de 300 cuarteles resultaron con daños de diversa consideración, en tanto que 47 de ellos deberán ser reconstruidos. Con recursos propios y de los previstos en la Ley de Presupuesto se asumirán los costos de su reparación, sin embargo esperamos encontrar en las autoridades de Gobierno la mejor disposición para financiar la construcción de los nuevos cuarteles, por cuanto no dudamos que entienden que bomberos sólo existe para servir.
Pese a los duros momentos que viven nuestros voluntarios en las zonas afectadas por el terremoto y maremoto, se mantienen con la moral alta y con la mejor disposición de seguir entregando lo que saben hacer, un servicio profesional de primer nivel cuando una emergencia afecta a alguno de nuestros compatriotas,
En este día tan especial y en el año del Bicentenario de la patria, hago llegar a todos los bomberos voluntarios del país, un saludo fraterno unido a mis mejores deseos de superar los momentos de adversidad y de seguir trabajando con celo, fervor y constancia por nuestra institución y todos y cada uno de los habitantes de nuestro querido Chile.
Atentamente,
Miguel Reyes Núñez
Presidente Nacional
El 30 de junio de 1851 en el puerto de Valparaíso se funda el primer Cuerpo de Bomberos, fruto del esfuerzo y preocupación de destacados vecinos que veían con impotencia cuando el fuego destructor arrasaba con sus casas y establecimientos de comercio, alcanzando incluso manzanas completas, sin que existiera un grupo de personas preparadas y equipadas adecuadamente para enfrentar los incendios.
Esta organización que se dio la propia comunidad se inspiró en sólidos principios éticos y morales, con un alto espíritu de amor a la humanidad, como es la defensa de la vida y bienes de las personas ante las mas variadas emergencias a que se encuentran expuestas, su carácter de institución voluntaria, totalmente tolerante en materia política y religiosa, verdadera escuela de civismo, estructurada de manera jerárquica y disciplinada.
El ejemplo de Valparaíso se extendió a lo largo y ancho de la patria y hoy en día 311 Cuerpos de Bomberos y 1100 Compañías con sus 38.000 bomberos voluntarios velan por la seguridad y protección de todos los habitantes del país y así ha sido por 159 años, primero enfrentando los incendios, luego las emergencias generadas por el ser humano o la naturaleza, más tarde los accidentes de tránsito y hoy en día las emergencias con materiales peligrosos, el rescate el altura y en edificios colapsados, entre muchos otros riesgos.
El pasado 27 de febrero una extensa zona del país fue despertada violentamente por un fuerte terremoto, el segundo de mayor fuerza en el mundo, seguido por un maremoto que afectó el sector costero de la zona central, ambos hechos que dejaron una secuela de destrucción y muerte en seis regiones del país. Allí estuvieron una vez más los bomberos chilenos atendiendo como primera respuesta a la emergencia a las personas afectadas. Fueron 15.000 bomberos voluntarios, hombres y mujeres que antes de los diez minutos de ocurrida la tragedia estaban prestando ayuda a quienes estaban lesionados o atrapados y ello en cumplimiento al deber moral libremente asumido, pese a que también había muchos voluntarios con sus viviendas dañadas o destruidas.
Una vez más y como ha ocurrido durante 159 años, bomberos salió en ayuda de sus vecinos y vecinas, poniendo para ellos sus conocimientos y entrenamiento, lo cual nos ha granjeado el respeto y admiración de la población, así como el reconocimiento de la institución mejor evaluada por su intervención en el terremoto y maremoto del 27 de febrero.
Los señalados fenómenos de la naturaleza también pusieron a prueba nuestra infraestructura y cerca de 300 cuarteles resultaron con daños de diversa consideración, en tanto que 47 de ellos deberán ser reconstruidos. Con recursos propios y de los previstos en la Ley de Presupuesto se asumirán los costos de su reparación, sin embargo esperamos encontrar en las autoridades de Gobierno la mejor disposición para financiar la construcción de los nuevos cuarteles, por cuanto no dudamos que entienden que bomberos sólo existe para servir.
Pese a los duros momentos que viven nuestros voluntarios en las zonas afectadas por el terremoto y maremoto, se mantienen con la moral alta y con la mejor disposición de seguir entregando lo que saben hacer, un servicio profesional de primer nivel cuando una emergencia afecta a alguno de nuestros compatriotas,
En este día tan especial y en el año del Bicentenario de la patria, hago llegar a todos los bomberos voluntarios del país, un saludo fraterno unido a mis mejores deseos de superar los momentos de adversidad y de seguir trabajando con celo, fervor y constancia por nuestra institución y todos y cada uno de los habitantes de nuestro querido Chile.
Atentamente,
Miguel Reyes Núñez
Presidente Nacional
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