EXPORTACIONES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE AUMENTAN, PESE A CRISIS INTERNACIONAL
Las repercusiones de la crisis financiera internacional comienzan a afectar a todas las regiones del mundo, y América Latina y el Caribe no ha sido la excepción. A pesar del escenario menos auspicioso, las exportaciones de la región seguirán creciendo en 2008 en valor a una tasa aproximada de 23%, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Así lo señala en su informe Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe. Edición 2007: Tendencias 2008 , dado a conocer hoy en Ciudad de México por su Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena. El documento agrega que, en volumen, las exportaciones aumentarían en 2008 un 2,0%, mientras que las importaciones de la región crecerían 22% en valor y 9% en volumen.
El alto crecimiento del valor de las exportaciones –que en el período enero-agosto de 2008 alcanzó un 25,5%, muy por encima del 10% anotado en el mismo período de 2007- permitiría obtener un superávit de la balanza comercial de alrededor de 51.000 millones de dólares, por los buenos precios de los productos básicos (commodities), especialmente los metales y combustibles durante la primera mitad de 2008.
Pero el quiebre del ciclo expansivo mundial afectará negativamente a la región. Desde mediados de 2008, una serie de impactos se han dejado sentir en las economías latinoamericanas y caribeñas y disminuirán su ritmo de crecimiento y su balanza comercial, sobre todo para 2009. Estos factores son:
La caída en los precios de los productos básicos durante el tercer trimestre de 2008;
El descenso en la demanda por productos latinoamericanos, es decir, importaciones principalmente en Estados Unidos y en menor medida en Japón y la Unión Europea.
Según la CEPAL, el escenario mundial obliga a América Latina y el Caribe a enfrentar retos inmediatos y de largo plazo. En el corto plazo, como consecuencia de la turbulencia financiera y económica internacional los gobiernos tendrán menor acceso a financiamiento externo, tasas de interés más altas, bolsas locales golpeadas y la reorientación de capitales hacia destinos y activos más seguros, así como menores envíos de remesas y menores niveles de inversión extranjera directa. Todo esto afectará las líneas de crédito para las exportaciones y los planes de inversión, limitando el crecimiento.
Para evitar el contagio de las economías industrializadas, los gobiernos debieran asegurar la liquidez del sistema financiero, junto con reforzar la vigilancia prudencial de la fortaleza de bancos e instituciones financieras más vinculadas al financiamiento internacional y a operaciones riesgosas.
Además, la CEPAL indica que para hacer frente a los choques externos, los gobiernos deberían reforzar sus políticas macroeconómicas anticíclicas, mantener cuentas fiscales sanas y vigilar la evolución de las cuentas externas. En el mediano plazo, en el caso de aquellas economías que continúen con términos de intercambio favorables, se debe mejorar el manejo y uso de los ingresos adicionales ligados a los precios de los commodities, favoreciendo actividades que estimulen la competitividad, la formación de recursos humanos y la diversificación exportadora.
La desaceleración en la economía mundial puede desactivar las presiones inflacionarias, que se reducirán en lo que queda de 2008 y durante 2009. Pero el objetivo anti-inflacionario no debiera descuidarse.
El informe destaca que la actual crisis financiera y sus amenazas de recesión para 2009 son un desafío formidable a la solidez de las reformas económicas que la región ha implementado en las últimas décadas. Gracias a ellas, la región está relativamente mejor preparada para hacer frente a este negativo escenario.
Se estima necesario perseverar en estas reformas, principalmente: responsabilidad fiscal y control anti-inflacionario, apertura comercial, especialmente el comercio intrarregional, y diversificación de mercados, reducción de la deuda externa y acumulación de reservas internacionales. Estos activos permitirían que América Latina y el Caribe manejen de manera menos traumática un escenario de recesión en los Estados Unidos y la Unión Europea.
Con todo lo sucedido, es difícil que después de 2008 la economía mundial siga siendo la misma, señala el informe. Debiera mostrar cambios en la regulación financiera, en la eficiencia energética, la búsqueda de fuentes de energía renovables y en la provisión de fondos internacionales para reducir el hambre y estimular la oferta de alimentos en los países más pobres. Además, el cumplimiento de las Metas del Milenio estaría fuertemente comprometido, si se concreta un escenario de recesión internacional en 2009.
Ronda Doha
El informe de la CEPAL analiza también el fracaso de la última reunión mini-ministerial sobre la Ronda Doha de la OMC, de julio de 2008. La incertidumbre respecto de la capacidad de los responsables de las negociaciones de otorgarle gobernabilidad al sistema multilateral de comercio podría justificar las políticas regionales y las negociaciones bilaterales, debilitando la complementación positiva entre multilateralismo y regionalismo.
Una vez más se pone en entredicho la capacidad de la OMC de abordar la agenda internacional del futuro. Con ello, el proceso de Doha – y su agenda pro-desarrollo- se posponen en el mejor de los casos para fines de 2009 o para 2010.
Es en los momentos de crisis internacionales cuando la necesidad de las funciones estabilizadoras y ordenadoras de las reglas comerciales que provee la OMC --que han estado sujetas a fuertes cuestionamientos en años recientes-- muestran su utilidad para prevenir el agravamiento y difusión de los efectos reales de la crisis financiera. De ahí que reactivar las negociaciones de la Ronda Doha y concluirlas pronto, sería una muy buena señal para una economía mundial que está particularmente necesitada de buenas noticias.
Según la CEPAL, América Latina y el Caribe podría avanzar en sus consensos internos para jugar un rol más destacado en la Ronda Doha, la cual podría facilitar la negociación de otras iniciativas comerciales, como aquellas de países de la región con la Unión Europea.
Así lo señala en su informe Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe. Edición 2007: Tendencias 2008 , dado a conocer hoy en Ciudad de México por su Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena. El documento agrega que, en volumen, las exportaciones aumentarían en 2008 un 2,0%, mientras que las importaciones de la región crecerían 22% en valor y 9% en volumen.
El alto crecimiento del valor de las exportaciones –que en el período enero-agosto de 2008 alcanzó un 25,5%, muy por encima del 10% anotado en el mismo período de 2007- permitiría obtener un superávit de la balanza comercial de alrededor de 51.000 millones de dólares, por los buenos precios de los productos básicos (commodities), especialmente los metales y combustibles durante la primera mitad de 2008.
Pero el quiebre del ciclo expansivo mundial afectará negativamente a la región. Desde mediados de 2008, una serie de impactos se han dejado sentir en las economías latinoamericanas y caribeñas y disminuirán su ritmo de crecimiento y su balanza comercial, sobre todo para 2009. Estos factores son:
La caída en los precios de los productos básicos durante el tercer trimestre de 2008;
El descenso en la demanda por productos latinoamericanos, es decir, importaciones principalmente en Estados Unidos y en menor medida en Japón y la Unión Europea.
Según la CEPAL, el escenario mundial obliga a América Latina y el Caribe a enfrentar retos inmediatos y de largo plazo. En el corto plazo, como consecuencia de la turbulencia financiera y económica internacional los gobiernos tendrán menor acceso a financiamiento externo, tasas de interés más altas, bolsas locales golpeadas y la reorientación de capitales hacia destinos y activos más seguros, así como menores envíos de remesas y menores niveles de inversión extranjera directa. Todo esto afectará las líneas de crédito para las exportaciones y los planes de inversión, limitando el crecimiento.
Para evitar el contagio de las economías industrializadas, los gobiernos debieran asegurar la liquidez del sistema financiero, junto con reforzar la vigilancia prudencial de la fortaleza de bancos e instituciones financieras más vinculadas al financiamiento internacional y a operaciones riesgosas.
Además, la CEPAL indica que para hacer frente a los choques externos, los gobiernos deberían reforzar sus políticas macroeconómicas anticíclicas, mantener cuentas fiscales sanas y vigilar la evolución de las cuentas externas. En el mediano plazo, en el caso de aquellas economías que continúen con términos de intercambio favorables, se debe mejorar el manejo y uso de los ingresos adicionales ligados a los precios de los commodities, favoreciendo actividades que estimulen la competitividad, la formación de recursos humanos y la diversificación exportadora.
La desaceleración en la economía mundial puede desactivar las presiones inflacionarias, que se reducirán en lo que queda de 2008 y durante 2009. Pero el objetivo anti-inflacionario no debiera descuidarse.
El informe destaca que la actual crisis financiera y sus amenazas de recesión para 2009 son un desafío formidable a la solidez de las reformas económicas que la región ha implementado en las últimas décadas. Gracias a ellas, la región está relativamente mejor preparada para hacer frente a este negativo escenario.
Se estima necesario perseverar en estas reformas, principalmente: responsabilidad fiscal y control anti-inflacionario, apertura comercial, especialmente el comercio intrarregional, y diversificación de mercados, reducción de la deuda externa y acumulación de reservas internacionales. Estos activos permitirían que América Latina y el Caribe manejen de manera menos traumática un escenario de recesión en los Estados Unidos y la Unión Europea.
Con todo lo sucedido, es difícil que después de 2008 la economía mundial siga siendo la misma, señala el informe. Debiera mostrar cambios en la regulación financiera, en la eficiencia energética, la búsqueda de fuentes de energía renovables y en la provisión de fondos internacionales para reducir el hambre y estimular la oferta de alimentos en los países más pobres. Además, el cumplimiento de las Metas del Milenio estaría fuertemente comprometido, si se concreta un escenario de recesión internacional en 2009.
Ronda Doha
El informe de la CEPAL analiza también el fracaso de la última reunión mini-ministerial sobre la Ronda Doha de la OMC, de julio de 2008. La incertidumbre respecto de la capacidad de los responsables de las negociaciones de otorgarle gobernabilidad al sistema multilateral de comercio podría justificar las políticas regionales y las negociaciones bilaterales, debilitando la complementación positiva entre multilateralismo y regionalismo.
Una vez más se pone en entredicho la capacidad de la OMC de abordar la agenda internacional del futuro. Con ello, el proceso de Doha – y su agenda pro-desarrollo- se posponen en el mejor de los casos para fines de 2009 o para 2010.
Es en los momentos de crisis internacionales cuando la necesidad de las funciones estabilizadoras y ordenadoras de las reglas comerciales que provee la OMC --que han estado sujetas a fuertes cuestionamientos en años recientes-- muestran su utilidad para prevenir el agravamiento y difusión de los efectos reales de la crisis financiera. De ahí que reactivar las negociaciones de la Ronda Doha y concluirlas pronto, sería una muy buena señal para una economía mundial que está particularmente necesitada de buenas noticias.
Según la CEPAL, América Latina y el Caribe podría avanzar en sus consensos internos para jugar un rol más destacado en la Ronda Doha, la cual podría facilitar la negociación de otras iniciativas comerciales, como aquellas de países de la región con la Unión Europea.
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