En la Cámara de Diputados , Doctor en sismología presentó reparos a proyecto que crea Sistema Nacional de Emergencia en Comisión de Gobierno Interior .Llamó a mantener la red sismológica a cargo de los expertos que la han desarrollado hasta ahora en el país y a evitar dispersar su administración en cuatro Ministerios.Además advirtió de la próxima ocurrencia (antes de diez años) de un gran terremoto, sobre los 9 grados, que se extendería desde Ilo, en el sur de Perú, hasta Mejillones, en el norte de Chile. Con dicha liberación de energía se pronostica, por ejemplo, el posible hundimiento en 50 cm de la ciudad de Arica
Además, resaltó la importancia de invertir en capital humano a largo plazo y efectuar un mapeo de las zonas de mayor riesgo, sobre las cuales aplicar las políticas públicas.
Con reveladoras muestras de la aplicación de la ciencia de la sismología, dentro de lo cual se incluyó un ajustado pronóstico del terremoto de febrero de 2010, el profesional chileno doctorado en la Universidad de París, Jaime Campos, llamó a los diputados de la Comisión de Gobierno Interior a mantener en los expertos nacionales el manejo de la red de sismológica y a evitar dividir su administración en cuatro Ministerios.
“Quitarle a los sismólogos la posibilidad de manejar una red y dirigirla sería nefasto para cualquier diseño de red sismológica en el país. Tal como está en el proyecto me parece grave, especialmente considerando que la Universidad de Chile ha jugado un rol durante 100 años en mantener la red sismológica en el país”, precisó.
Los planteamientos fueron presentados en el contexto de la discusión que realiza la instancia parlamentaria, que preside el diputado Germán Becker (RN), respecto del proyecto del Ejecutivo (boletín 7550) que establece el Sistema Nacional de Emergencia y Protección Civil y crea la Agencia Nacional de Protección Civil.
Jaime Campos solicitó complementar la red sismológica de la Universidad de Chile, que hoy cuenta con más de 150 instrumentos, homogeneizarlos a lo largo del país e incorporarles nuevas tecnologías, para lo cual estimó necesario duplicar, al menos, el actual financiamiento.
Adicionalmente, dijo que sería bueno fomentar en los colegios la inclusión de contenidos de las ciencias de la tierra, mientras que en el sistema de educación superior consideró oportuno crear un estímulo fuerte para formar profesionales sismólogos en todas las universidades de las regiones del país, para poder abordar la amenaza sísmica a nivel nacional.
“No puede hasta el día de hoy seguir siendo sólo la Universidad de Chile el único centro que cultive la disciplina de la sismología. Hay que acompañar necesariamente esta propuesta con un programa de formación de capital humano que involucre a la Corfo, Conicyt, a la Iniciativa Científica Milenio, en general, todos los instrumentos que tiene el Estado para el desarrollo de la ciencia para que incorpore la formación de cuadros científicos y el desarrollo de esta disciplina de sismología, tsunami, volcanes, fenómenos a los cuales Chile está expuesto”, planteó.
Según resaltó a los diputados, pesa a que en Chile se libera el 45% de toda la energía tectónica mundial y a la incidencia de un terremoto de consideración cada siete a diez años, no existen suficientes profesionales. Precisó que no existe ningún experto en tsunamis, de dos a tres profesionales dedicados a tectónica y menos de diez orientados a la geotermia (volcanes).
Estimó que la formación de este capital humano (con perspectiva a diez años plazo) es fundamental para nuestro país, particularmente para efectuar mapas de peligrosidad y vulnerabilidad, que consideren, por ejemplo, el riesgo sísmico, fallas activas, zonas de inundación y la actividad volcánica. “Esto es necesario para que Ministerios como Vivienda, Obras Públicas e Interior tengan la información mínima necesaria para administrar el territorio, en particular para que la inversión en infraestructura pública se haga conociendo la amenaza de riesgo”, acotó.
El diputado Gabriel Ascencio (DC) indicó que, tras la exposición del experto, queda de manifiesto la necesidad que en el proyecto se considere a la comunidad científica local. Dijo que se debe buscar la forma de conciliar el manejo político que se quiere hacer de la red de monitoreo sísmico con el trabajo efectivo de los profesionales del área.
Otro elemento importante que se desprende de la exposición es la necesidad de trabajar en los temas de prevención. “Ellos nos muestran cuadros de estudios que han estado realizando, datos concretos y duros respecto de la posibilidad de que ocurra un evento natural tan fuerte como un terremoto y que tienen que ser considerados en la prevención”, resaltó.
Estimó que la prevención no sólo debe ser considerada a nivel central sino también en el local, como por ejemplo, en la definición de los planos reguladores y las exigencias que se hagan a las obras privadas o públicas en las respectivas zonas, conforme a su nivel de vulnerabilidad.
Algunos Datos
En su exposición, Jaime Campos señaló a los diputados cómo los instrumentales fueron alertando de una considerable acumulación de energía en la zona de Constitución, lo cual los llevó a anticipar la ocurrencia de un terremoto de aproximadamente 8,5 grados, sólo cuatro décimas menos de lo que efectivamente se concretó en febrero de 2010.
Actualmente, advirtió de la próxima ocurrencia (antes de diez años) de un gran terremoto, sobre los 9 grados, que se extendería desde Ilo, en el sur de Perú, hasta Mejillones, en el norte de Chile. Con dicha liberación de energía se pronostica, por ejemplo, el posible hundimiento en 50 cm de la ciudad de Arica.
Además, confirmó la reciente corroboración científica de una falla que cruza la zona norte de la Región Metropolitana (Falla de San Ramón), advirtiendo de la peligrosidad de mantener justo por encima de ella la central nuclear de La Reina.
Con reveladoras muestras de la aplicación de la ciencia de la sismología, dentro de lo cual se incluyó un ajustado pronóstico del terremoto de febrero de 2010, el profesional chileno doctorado en la Universidad de París, Jaime Campos, llamó a los diputados de la Comisión de Gobierno Interior a mantener en los expertos nacionales el manejo de la red de sismológica y a evitar dividir su administración en cuatro Ministerios.
“Quitarle a los sismólogos la posibilidad de manejar una red y dirigirla sería nefasto para cualquier diseño de red sismológica en el país. Tal como está en el proyecto me parece grave, especialmente considerando que la Universidad de Chile ha jugado un rol durante 100 años en mantener la red sismológica en el país”, precisó.
Los planteamientos fueron presentados en el contexto de la discusión que realiza la instancia parlamentaria, que preside el diputado Germán Becker (RN), respecto del proyecto del Ejecutivo (boletín 7550) que establece el Sistema Nacional de Emergencia y Protección Civil y crea la Agencia Nacional de Protección Civil.
Jaime Campos solicitó complementar la red sismológica de la Universidad de Chile, que hoy cuenta con más de 150 instrumentos, homogeneizarlos a lo largo del país e incorporarles nuevas tecnologías, para lo cual estimó necesario duplicar, al menos, el actual financiamiento.
Adicionalmente, dijo que sería bueno fomentar en los colegios la inclusión de contenidos de las ciencias de la tierra, mientras que en el sistema de educación superior consideró oportuno crear un estímulo fuerte para formar profesionales sismólogos en todas las universidades de las regiones del país, para poder abordar la amenaza sísmica a nivel nacional.
“No puede hasta el día de hoy seguir siendo sólo la Universidad de Chile el único centro que cultive la disciplina de la sismología. Hay que acompañar necesariamente esta propuesta con un programa de formación de capital humano que involucre a la Corfo, Conicyt, a la Iniciativa Científica Milenio, en general, todos los instrumentos que tiene el Estado para el desarrollo de la ciencia para que incorpore la formación de cuadros científicos y el desarrollo de esta disciplina de sismología, tsunami, volcanes, fenómenos a los cuales Chile está expuesto”, planteó.
Según resaltó a los diputados, pesa a que en Chile se libera el 45% de toda la energía tectónica mundial y a la incidencia de un terremoto de consideración cada siete a diez años, no existen suficientes profesionales. Precisó que no existe ningún experto en tsunamis, de dos a tres profesionales dedicados a tectónica y menos de diez orientados a la geotermia (volcanes).
Estimó que la formación de este capital humano (con perspectiva a diez años plazo) es fundamental para nuestro país, particularmente para efectuar mapas de peligrosidad y vulnerabilidad, que consideren, por ejemplo, el riesgo sísmico, fallas activas, zonas de inundación y la actividad volcánica. “Esto es necesario para que Ministerios como Vivienda, Obras Públicas e Interior tengan la información mínima necesaria para administrar el territorio, en particular para que la inversión en infraestructura pública se haga conociendo la amenaza de riesgo”, acotó.
El diputado Gabriel Ascencio (DC) indicó que, tras la exposición del experto, queda de manifiesto la necesidad que en el proyecto se considere a la comunidad científica local. Dijo que se debe buscar la forma de conciliar el manejo político que se quiere hacer de la red de monitoreo sísmico con el trabajo efectivo de los profesionales del área.
Otro elemento importante que se desprende de la exposición es la necesidad de trabajar en los temas de prevención. “Ellos nos muestran cuadros de estudios que han estado realizando, datos concretos y duros respecto de la posibilidad de que ocurra un evento natural tan fuerte como un terremoto y que tienen que ser considerados en la prevención”, resaltó.
Estimó que la prevención no sólo debe ser considerada a nivel central sino también en el local, como por ejemplo, en la definición de los planos reguladores y las exigencias que se hagan a las obras privadas o públicas en las respectivas zonas, conforme a su nivel de vulnerabilidad.
Algunos Datos
En su exposición, Jaime Campos señaló a los diputados cómo los instrumentales fueron alertando de una considerable acumulación de energía en la zona de Constitución, lo cual los llevó a anticipar la ocurrencia de un terremoto de aproximadamente 8,5 grados, sólo cuatro décimas menos de lo que efectivamente se concretó en febrero de 2010.
Actualmente, advirtió de la próxima ocurrencia (antes de diez años) de un gran terremoto, sobre los 9 grados, que se extendería desde Ilo, en el sur de Perú, hasta Mejillones, en el norte de Chile. Con dicha liberación de energía se pronostica, por ejemplo, el posible hundimiento en 50 cm de la ciudad de Arica.
Además, confirmó la reciente corroboración científica de una falla que cruza la zona norte de la Región Metropolitana (Falla de San Ramón), advirtiendo de la peligrosidad de mantener justo por encima de ella la central nuclear de La Reina.
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