Masivo día de campo de proyecto quínoa en INIA Carillanca

Por Lilian Avendaño, Inia Carrillanca 

En INIA Carillanca se realizó un día de campo orientado al rubro quínoa, evento que reunió a 180 asistentes. La actividad estuvo enmarcada en el proyecto “Tecnologías para potenciar el cultivo de quínoa como opción productiva  para la agricultura familiar en la zona centro sur de Chile, ejecutado por este centro de investigación, con el financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y la co ejecución de la Universidad de la Frontera, a través del Instituto de Agroindustria.

La iniciativa, que se extenderá hasta el año 2018 es impulsada con el apoyo de las comunidades mapuche Domingo Canio Nº 2, Domingo Caniu, Antonio Paine y Antonio Paine de Curileo (ubicadas en la comuna de Vilcun); además del respaldo de la Municipalidad de Vilcun; Agroforestal La Esperanza Ltda;  Indap y Sag.

Cabe indicar que la quínoa  se encuentra en la categoría de “especies olvidadas y subutilizadas”, caracterizada por su potencial de ayudar a enfrentar desafíos mundiales como reducir el hambre y la pobreza, aportar a la biodiversidad y adaptarse al cambio climático. Además, es un cultivo de alto valor nutricional ya que posee los aminoácidos esenciales para el organismo humano, tiene un alto contenido proteico y aporta una amplia gama de vitaminas y minerales. Así, la demanda nacional e internacional por este cultivo, ha experimentado un acelerado crecimiento en los últimos años, principalmente en nichos gourmet.

Perú, Bolivia y Ecuador producen el 80% de la quínoa en el mundo. La demanda es variable pero aumenta a un ritmo promedio de un 12% anual. Las ventas de quínoa entre los años 1992 a 2002 se multiplicaron 4 veces. Mientras que 2002 al 2012 se multiplicó por 39 veces. Este proyecto es muy valioso ya que articula a diversos actores y permite potenciar un cultivo ancestral. Además, existe una alta demanda de quínoa a nivel mundial por sus potencialidades y características nutricionales. Posee todos los aminoácidos esenciales que requiere el ser humano; contiene entre un 11 y un 20 % de proteína mayor a trigo, cebada, arroz, maíz; comparable a la leche; importante cantidad de vitamina B, además que contiene litio y calcio.

“En Chile, la quínoa ha sido cultivada ancestralmente por pueblos indígenas y actualmente, se encuentra desde Tarapacá a La Araucanía, lo que junto a su alta demanda y atractivos  precios representa una alternativa interesante para pequeños agricultores del segmento AFC. “Sin embargo, el cultivo presenta brechas importantes que han impedido masificar su producción en el centro-sur de Chile. A nivel nacional, existe sólo una variedad registrada de quínoa y la mayoría de las siembras es con ecotipos locales. Más grave aún, es que no existe una estrategia de manejo optimizada y documentada para el cultivo, por lo que los productores mantienen prácticas tradicionales de bajo nivel tecnológico. Esto, afecta negativamente en rendimiento, costos e incrementa el riesgo del cultivo, constituyéndose en una barrera importante para la incorporación de nuevos productores”, indicó Jorge Díaz, Director del proyecto..

Este proyecto ha definido 4 ejes de trabajo. El primero se refiere a la identificación de germoplasma de quínoa con características agronómicas y/o funcionales sobresalientes en términos de rendimiento y calidad; lo que permitirá en el mediano plazo la obtención de nuevas variedades, favoreciendo la competitividad del sector.  El segundo apunta a la definición de tecnologías de manejo agronómico integrado que permitan el desarrollo del cultivo en el centro-sur de Chile; lo que permitirá contar con una estrategia optimizada de manejo del cultivo, partiendo desde la siembra, fertilización, riego y control de plagas, malezas y enfermedades.

El tercer objetivo está a manos de la UFRO, quienes están a cargo del desarrollo de prototipos industriales en base a quínoa que puedan ser escalados por actores AFC en el mediano plazo; lo que permitirá poner a disposición de pequeños productores y emprendedores alternativas de agregación de valor para distintos nichos de mercado.

Finalmente  el proyecto apunta a  la transferencia y difusión de los resultados obtenidos a productores, asesores y empresas del centro-sur de Chile; lo que facilitará el escalamiento y adopción de las tecnologías desarrolladas mediante la generación de una marca de certificación de la estrategia de manejo. En esta etapa además, se dará especial énfasis a pequeños productores mapuche de La Araucanía, estableciendo semilleros participativos y entregando asesoría a comunidades indígenas socias del proyecto.

Se espera que el proyecto permita generar una producción territorial de quínoa de aproximadamente 400 a más de 1.800 MM$/año; aumentar la contratación de mano de obra temporal en 1 jornada hombre/año/ha, incrementar el rendimiento de quinua de 0,6 a 2,5 toneladas por hectárea, considerar exportaciones de quinua en el sur de Chile en 500 toneladas año y aumentar la superficie sembrada con quinua en más de 2.000 hectáreas al año.

Este proyecto viene a relevar el trabajo de la pequeña agricultura del sur a través de alimentos con desarrollo territorial e Identidad, donde Vilcun  tiene mucho que aportar a través de las comunidades socias. Es aquí donde  INIA Carillanca tendrá un rol relevante, a través de una alianza virtuosa con sus asociados y el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que apostó por esta región.

Durante el día de campo se informó de algunos resultados logrados a la fecha con ensayos de campo, cuyos rendimientos obtenidos en la temporada 2015-2016 superaron los 70 qq/ha, dejando muy atrás el promedio nacional de 6 qq/ha.  Para la presente temporada, es decir, 2016-2017 se espera continuar con estos logros productivos a nivel de ensayo y replicarlos en los semilleros establecidos con las comunidades. Junto a lo anterior, los análisis nutricionales realizados al grano de quínoa indican un contenido de proteína en torno al 16%, muy superior a cualquier cereal, y de alta calidad al incluir todos los aminoácidos esenciales requeridos por el ser humano.