Iniciativa piloto mide la sustentabilidad a pequeños productores de Petorca
Iniciativa piloto mide la sustentabilidad a pequeños productores de Petorca
Por Eliana San Martín, Encargada de Comunicaciones de INIA La Cruz
Con altas expectativas y mucho entusiasmo, ejecutivos y profesionales de INDAP y organizaciones campesinas acogieron una herramienta basada en indicadores de la sustentabilidad.
La herramienta permitió orientar el trabajo del asesor Indap hacia intervenciones que mejoren la sustentabilidad del predio de los usuarios en las tres dimensiones: económico, social y medioambiental.
Esta iniciativa fue presentada en la Dirección Nacional del Indap en Santiago por los expertos en sustentabilidad del INIA La Cruz, doctores Aart Osman y Carlos Ovalle.
Los participantes de INDAP y organizaciones campesinas expresaron su interés en replicar esta experiencia en otras regiones, ya que hasta el momento no lograron abarcar la sustentabilidad en forma integral, tomando en cuenta sus tres dimensiones.
El ingeniero agrónomo Dr. Aart Osman explicó que el objetivo que se persigue es “generar una herramienta, que permita diagnosticar y monitorear el grado de sustentabilidad de los predios agrícolas. De este modo se definen prácticas que orienten el trabajo del extensionistas de Indap hacia intervenciones que mejoren la sustentabilidad de los predios”.
Aart Osman lideró este proyecto con el apoyo de la encargada del GTT Extensionistas, Victoria Muena Zamorano. Dijo el especialista que “el instrumento se desarrolló con un Grupo de Transferencia Tecnológica GTT de Extensionistas, en la provincia de Petorca, integrado por funcionarios Indap y asesores de los Programas SAT y Prodesal de los rubros de frutales, hortalizas, flores y ganadería”.
Con el trabajo realizado a través del GTT de extensionistas en primera instancia se fortalecieron los conocimientos en el ámbito de la sustentabilidad. En una segunda etapa se elaboró un instrumento que permitió realizar un trabajo integrado entre productores, extensionistas e Indap, en desarrollar predios más sustentables, abordando los ámbitos económicos, ambientales y sociales de los sistemas productivos.
La evaluación de la sustentabilidad implicó la identificación y priorización de puntos críticos, para luego definir indicadores y prácticas que permitan avanzar en los puntos críticos definidos.
Para desarrollar el trabajo se utilizaron actividades de metodología participativas, las cuales estaban integradas por productores, extensionistas e Indap, donde cada actor aportó desde su realidad.
Dentro del trabajo desarrollado fue posible identificar, por ejemplo, que desde el ámbito económico se priorizaron como punto críticos los canales de comercialización, ingreso económico, capacidad de invertir y uso y costo de insumos externos. Así como también el ámbito medioambiental los puntos críticos que se detectaron fueron la disponibilidad de agua, calidad del suelo, ocurrencia de plagas y enfermedades y consumo de energía. En el ámbito social el análisis consideró como punto crítico la demanda y disponibilidad de mano de obra, el acceso a información y conocimiento, el cambio generacional y el estado de salud de los integrantes de la familia.
La transición a una agricultura sustentable no es un proceso de un día para otro. “Pasar de una agricultura convencional que aplica insumos agroquímicos, fertilizantes de manera poco racional y que tiene mucho impacto sobre el medioambiente es un proceso o un camino que poco a poco debe incorporar prácticas agronómicas a su sistema productivo”.
En tanto, el doctor Carlos Ovalle, coordinador nacional del Programa de Sustentabilidad del INIA asegura que “para implementar sistemas productivos sustentables lo primero es tener un desarrollo tecnológico y apoyo en conocimiento para producir sano y limpio y segundo fomentar cambios en el comportamiento de los productores y conocer la demanda de los consumidores”.
El INIA lleva alrededor de 20 años de trabajo en este ámbito y con el Programa atracción e inserción de capital humano avanzado de Conicyt que dirige Aart Osman se logró reforzar esta línea en la Región de Valparaíso. El proyecto se llama “Fortalecimiento Institucional mediante la incorporación de un investigador en sistemas de producción agroecológicos, que permitan mejorar la sustentabilidad de la horticultura nacional”.
Carlos Ovalle enfatiza que la idea es avanzar hacia sistemas productivos que tengan en consideración los principios de la ecología en la producción agrícola, vale decir, que incorporen conceptos de reciclaje, biodiversidad, control biológico, uso eficiente del agua, disminución de uso de agroquímicos, y producción de alimentos más saludables e inocuos.
Aseguró el profesional que el componente productivo es sólo una parte para avanzar hacia sistemas productivos. “Se requiere integrar otros componentes como la equidad social, la condición de los productores, canales de comercialización más adecuados además de lo medioambiental, que no tenga efectos negativos sobre el medioambiente, que no contamine las napas, el agua, los suelos, etcétera”.
Armando Ahumada, encargado de los Servicios de Asesoría Técnica (SAT) de La Ligua, que participó desde el inicio en esta iniciativa, valoró positivamente este plan piloto que consideró el estudio de indicadores para evaluar la sustentabilidad en los predios de los productores. “Fue una tremenda contribución en términos de cuantificar la sustentabilidad en sus tres dimensiones ya que es una forma diferente de valorizar a los pequeños productores que trabajan bajo estos conceptos”. Más adelante agregó, “a nosotros nos permite obtener datos eficientes para la toma de decisiones incorporando en nuestro trabajo un instrumento que mida y apoye el camino proponiendo prácticas más sustentables en términos del daño que producen al medioambiente y de producir alimentos inocuos, que no posean residuos de agroquímicos en su composición”.
Comentarios