Desde la llegada de los colonos alemanes a Melipulli hasta la fundación de Puerto Montt. Breve reseña histórica
Por
Félix Berger Mercado
Los inmigrantes alemanes , comenzaron a llegar a Chile en sucesivas oleadas, en especial al puerto de Corral , donde en
1852 se hacinaban más de mil personas, cuyo principal anhelo , era asentarse
cuanto antes en las tierras que se les había prometido entregar.
Vicente Pérez
Rosales, el emprendedor agente
colonizador, se abrumaba por esta situación y estimó que era indispensable
obrar sin tardanza.
Fletó el “Susana”, buque de apenas 300 toneladas que
había arribado recién con una parte de los colonos provenientes de diversos
estados alemanes. Más de 200 personas se aglomeraron en la nave y la travesía
desde allí rumbo al sur fue una pesadilla. Dos veces la embarcación estuvo a
punto de zozobrar en su navegación hacia Ancud sacudida por terribles temporales,
frecuentes en la zona, y los pasajeros
aferrados a sus biblias elevaban plegarias a Dios. Fueron 8 días que
demoró el trayecto, en que los colonos tuvieron gran temor por sus vidas, no bastaba con
llegar hasta Ancud , en la Isla de Chiloé
donde se les proporcionó víveres y ayuda material a las familias pues era
necesario continuar rumbo a Melipulli , lugar elegido por su abrigada y amplia bahía como puerta de
entrada a la zona por colonizar. En
lanchones abiertos, alimentándose con mariscos recogidos durante el viaje y
soportando estoicamente intensas lluvias llegaron por fin los primeros colonos
alemanes o primeros habitantes del futuro
Puerto Montt a su destino. Justo ese 28 de noviembre de 1852 se celebraba
el primer domingo de adviento .
Cuál no sería la impresión y desánimo de los colonos al ver
que frente a ellos se extendían sólo playas inhóspitas y cerrados bosques . En
tierra firme los esperaba un galpón de madera de piso de tierra apisonada, de 30
por 12 metros que serviría como único albergue para 212 personas . Mujeres,
niños y varones debieron refugiarse allí mientras esperaban mejorar su
situación. Testimonios de la época revelan el desencanto y la angustia que
sobrecogía a los colonos ante esta situación, pero a la vez hacen constar la
confianza que tenían en Vicente Pérez Rosales para salir de ella en breve , y la
inmensa fe religiosa que los animaba .
Era Melipulli
entonces, un sitio de arribada de
hacheros que venían desde Calbuco y Chiloé a cortar los gigantescos alerces que
profusamente crecían en los alrededores. Fue para los colonos una gran ayuda la
presencia de ellos en Melipulli , porque
como eran avezados hombres , acostumbrados
a toda suerte de rudas faenas, les servirían luego de ayuda para despejar el terreno y los sitios donde
levantarían estos inmigrantes alemanes sus casas. Nada podrían haber hecho los
colonos, sin la ayuda de estos resistentes trabajadores, que por una paga le iban a construir sus viviendas. Por su parte, entre los propios
colonos habían numerosos carpinteros y artesanos, diestros y capaces de llevar adelante la tarea de
edificar las casas donde residirían este primer movimiento migratorio de colonos alemanes en el Territorio de
Llanquihue .
La
fundación de Puerto Montt .
El 20 de enero de 1853,
llega a Melipulli , Vicente Pérez Rosales acompañando a otra partida de colonos a bordo del
buque “Meteoro”, y escoltado por
dos buques de la marina de guerra chilena: el “Janaqueo” y el “Infatigable” ,
determinando fundar rápidamente la
ciudad a la que llamaría Puerto Montt , efectuó el trazado de sus manzanas y
sitios a la manera española, las calles
se trazaron de dieciséis metros
de ancho y las manzanas de sólo 50 metros, divididos en cruz con sitios
de 25 x 25 metros. Siguiendo la
línea curva dejada por las altas mareas se trazó la calle marítima
que se denominó “calle de Varas” ,
siguiendo después otras dos calles llamadas “Urmeneta” y de “ Godefroy” . El sábado 12 de febrero de 1853 , en una solemne
ceremonia presidida por Vicente Pérez Rosales , como Agente de Colonización , procedió a la
fundación de Puerto Montt, en el sector denominado Astillero de Melipulli, A las 10 horas , el sacerdote Miguel Sevilla
y el canónigo Pérez de Ancud, celebraron
una solemne Santa Misa , acompañado de un coro de alemanes que cantaban bajo la batuta de Mechsner, el canto
“Hier liegt vor deiner Majestaet” (Aquí
estoy ante mi majestad), mientras que la
viuda de Lincke tocaba el organillo.
Terminado el
acto religioso , junto a las tranquilas
aguas del seno de Reloncavi y rodeados
de un espeso bosque, se procedió a leer el acta de fundación a la que asistieron un centenar de inmigrantes alemanes, taladores
chilotes y algunos indígenas huilliches.
Para los colonos
alemanes el día de la fundación de Puerto Montt fue una verdadera fiesta, todos se pusieron sus mejores trajes y
vestidos , la viuda de Lincke hacía escuchar el organillo, se
entonaban cantos alemanes, ellos no entendían nada de la ceremonia ,debido a que no
sabían ninguna palabra en español porque hacía sólo tres meses que habían
llegado a Puerto Montt . En homenaje al Presidente Manuel Montt que gobernaba al
país, Melipulli pasó a llamarse Puerto Montt. El pequeño puerto sería el punto
de partida de los colonos alemanes que se asentarían en torno al lago
Llanquihue y sectores aledaños. Con un
hacha se abrió una senda entre el puerto
y el lago , para permitir la penetración
al interior de la zona , y hacer de este modo posible la instalación de los
colonos y familiares en las feraces tierras próximas al lago.
Por último, Puerto
Montt nació de la fecunda imaginación de don Vicente Pérez Rosales, ciudad destinada
a servir de puerto para la Colonia que debía asentarse en las márgenes del lago
Llanquihue. Después de su fundación ,
fueron pocos los colonos que se
instalaron en Callenel: Jacob Foltz, casado con Ema Decher, administrador de la Colonia desde el
15 de noviembre de 1852, e Intendente suplente desde abril a noviembre de 1853;
Mathias Doggenweiler, carpintero, casado con Agnes Eisele, quien reemplazó a
Foltz en la custodia de los intereses fiscales en el invierno de 1853.
Otros alemanes
fueron Adolfo Schott Finck, quien
oficiaba de secretario del Administrador y, después, de la Intendencia; Hermann
Driedrich Geisse, casado con Emile Ulrich, doctor en Teología y quien fuera el
primer pastor y profesor de la Colonia; Franz Geisse Reinold, ingeniero, casado
con Marcela Renous, comisionado para mensurar las chacras asignadas,; Johann
Heck y David Hoertz, jardineros; August Mechsner, tintorero, casado con Berta
Hermann; Jacob Ebensperger, comerciante; Karl Bittner, Franz Hahn, Guillermo
Manser, Zimmermann, Gloss, Jorge Weppler
Recuerdos
de Antonio Olavarría :
Antonio
Olavarría dejó un testimonio valioso del día de la fundación de Puerto
Montt ,
cuenta que “Ese día amaneció muy
bonito y desde temprano las diferentes familias alemanas se reunieron en una
vega, donde ahora está la Plaza de Armas, todos ataviados con sus mejores
trajes. Estaban fondeados en la bahía los veleros “Esmeralda” , “Janaqueo” y
“Meteoro” y un vapor con dos ruedas a
los costados. Estos buques habían desembarcado casi toda su tripulación con sus
bandas de músicos. También se sacaron algunas velas de lonas y con ellas se
hizo una carpa muy grande en el lugar que hoy ocupa la casa parroquial y en
medio se levantaba un altar sobre una mesa de madera.
A las
diez en punto se dio inicio a una misa de campaña debajo de la carpa
oficiándola el canónigo Pérez , que vino desde Ancud con este fin porque aquí
no había todavía curato ni iglesia.
Estábamos oyendo la misa cuando en el momento de alzar la hostia consagrada
comenzaron las salvas con los cañones que se sacaron de los buques y los de a
bordo les contestaron con otros cañonazos que hacían tal estruendo que parecía
que se venía el mundo abajo. Terminados la Misa y el Te Deum se procedió a
colocar la primera piedra de la
fundación de la ciudad. Después continuó un gran almuerzo mientras todas las
familias alemanas cantaban en su idioma y bailaban en la vega,
almorzando también al aire libre, a todo sol. En la noche se siguió con un
baile en la casa de mi padre, la única que existía, después se retiraron las
mesas y empezó la fiesta que duró dos días y donde sólo se bebía champaña y
cerveza negra traída desde el extranjero”.
- Diario El Llanquihue de Puerto Montt, Suplemento Especial. Sábado 28 de noviembre de 1987
Fuente:
- Diario El Llanquihue de Puerto Montt, Suplemento Especial. Sábado 28 de noviembre de 1987
- Diario
El Llanquihue de Puerto Montt:. ”Historia y Esfuerzo de la gente del sur”.
Edición Especial siglo XX. Viernes 31 de diciembre de 1999
- Diario
El Llanquihue de Puerto Montt.
Suplemento “150 Años Colonización Alemana”. 2002.
- Diario
El Llanquihue de Puerto Montt, Suplemento Especial. Edición Bicentenario. 2010
- Horn, Bernardo; Kinzel Enrique: “Puerto Varas, 131
años de Historia, 1852-1983” .Imprenta
Horn, Puerto Varas,1983
- O.N.G. Corporación Cultural Ciudad de Llanquihue:
“Llanquihue entre lago y río”. Segunda Edición . Imprenta América. Osorno de
Chile. 2008
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