COlumna Extensión del postnatal.Por CARMEN BIRKE LÜTTECKE. Psicóloga, Universidad San Sebastián

OPINIÓN

La nueva ley que contempla la extensión del postnatal ha generado reacciones muy positivas entre un vasto sector de la población. Posee innumerables beneficios para las madres que dan a luz, para sus hijos, y para familias en general. Entre ellos se pueden destacar:




- Permite mantener la lactancia más allá de los tres meses con todos los beneficios que ello implica, como fortalecimiento del sistema inmunológico del niño, favorecer el desarrollo cerebral y disminuir riesgos de obesidad, entre otros.



- Permitir el desarrollo de un vínculo de apego seguro que constituye el establecimiento de las bases para el desarrollo psíquicamente sano de un niño y que determinará como éste se desenvuelva en la sociedad.



- Evita el estrés de la madre que debía “correr” durante su jornada laboral tratando de amamantar al hijo o, en su efecto, extraerse la leche para poder continuar con la alimentación natural de éste. En esas condiciones, se intenta alimentar lo que no siempre resulta de manera adecuada, pero no se fortalece el vínculo de apego.



- Disminuirá al ausentismo laboral y las licencias por enfermedad del hijo menor de un año, ampliamente difundidas en la actualidad como forma de mantener el cuidado necesario del bebé



- Por otro lado, permitirá con mayor certeza, que el empleador sepa cuando se reintegrará la madre a sus actividades laborales, la que lo hará en mejores condiciones tanto físicas como emocionales.



No obstante, no todo es maravilloso. Situándose en el lado del empleador, la extensión del postnatal podría afectar la empleabilidad de las mujeres jóvenes, ya que será más “rentable” contratar varones que no requieren un tiempo de ausencia tan prolongado (ya que a ley también otorga a éstos la posibilidad de compartir parte del posnatal con la mujer). Es probable que esta situación de discriminación afecte más a aquellas mujeres de cargos altos o directivos que son más difícilmente reemplazables, que a cargos con menor especialización.