JELARE: promoviendo las energías limpias en América Latina .El proyecto JELARE, cuyos logros se presentan en Hamburgo, buscó allanarle el camino a las fuentes de energía limpia en América Latina estimulando el intercambio académico entre sus países y Alemania durante tres años.
Aunque el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, se ha ufanado con frecuencia del largo alcance de la política latinoamericana promovida por su cartera desde agosto de 2010, expresando interés en darle una dimensión comunitaria para rescatar del abandono las relaciones entre Europa y los países al sur del río Bravo, hay sectores en donde los nexos trasatlánticos se venían revitalizando desde antes de que América Latina y el Caribe, puestos a prueba por la crisis financiera global, se erigieran de nuevo en socios comerciales atractivos.
El de las energías alternativas es uno de esos ámbitos. Como muestra, un botón: este 29 de septiembre, en el marco del seminario internacional Transferencia tecnológica y cooperación para el desarrollo, la Escuela Superior de Ciencias Aplicadas de Hamburgo (HAW) presenta los resultados de un proyecto de tres años que propició el trabajo conjunto de universidades de ambos continentes con miras a optimizar la integración del tema de las energías renovables a las cátedras e investigaciones de las escuelas superiores latinoamericanas.
Primero la teoría y la cooperación académica
“La meta a largo plazo es que en esos países se desarrolle un mercado para ese tipo de energías”, señala Julia Gottwald, del centro de investigaciones Aplicaciones de las Ciencias de la Vida (FTZ-ALS), adscrito a la HAW. Durante la presentación del proyecto en cuestión –bautizado JELARE y financiado por el programa ALFA III de la Unión Europea– se expusieron estrategias concebidas en Alemania, Brasil, Bolivia, Chile y Guatemala para estimular el interés de los estudiantes en esta área de conocimiento y mecanismos para la generación de energía renovable a pequeña escala.
“Los centros de enseñanza superior de Brasil, Guatemala y Bolivia crearon cursos electrónicos dedicados a esta materia en función de necesidades académicas específicas”, explica Gottwald, una de las gerentes del proyecto JELARE, subrayando la importancia de las herramientas teóricas para llevar a la práctica la generación y el consumo de energías alternativas en el futuro. “Las universidades se han aliado con empresas e instituciones estatales para allanarle el camino a las energías renovables en la región”, agrega la investigadora.
Transferencia de conocimiento en ambas direcciones
“Alemania, Chile, Brasil y Bolivia participaron en un proyecto de transferencia tecnológica para desarrollar sistemas energéticos independientes en zonas no integradas a las redes eléctricas nacionales. Cada país puso énfasis en los aspectos que les resultaban prioritarios. En Chile, por ejemplo, se crearon centrales hidroeléctricas de pequeña escala con base en una tecnología fácil de usar y de mantener. El prototipo estará listo a finales de 2011 para ponerlo a prueba y ver si se puede mercadear a mediano plazo”, dice Gottwald.
En Brasil se construyeron artefactos –una turbina de viento y una instalación térmica fotovoltaica– que sirvieron de modelos didácticos para los estudiantes y en Alemania se trabajó en un sistema solar destinado a abastecer de electricidad a una vivienda unifamiliar, un proyecto piloto que se desarrolló en Hamburgo gracias a la transferencia bidireccional de conocimiento entre Alemania y Bolivia. “Ese era uno de los objetivos principales de JELARE en Bolivia”, sostiene Franziska Buch, gerente del proyecto en el país suramericano.
Alemania aprende de la experiencia boliviana
“Los estudiantes de la HAW han sacado provecho al conocimiento acumulado en la Universidad Católica Boliviana de La Paz sobre electrificación en medios rurales, un tema en el que los alemanes tienen poca experiencia. Ese saber le sirve sobre todo a quienes están interesados en trabajar en países no industrializados más adelante”, añade Buch, aludiendo al hecho de que los expertos germanos no siempre saben cómo aplicar en otras latitudes las tecnologías para el desarrollo de energías renovables.
“Todos estos proyectos deben contribuir a demostrar cómo funcionan los sistemas de generación y consumo de energías renovables para que los estudiantes salgan a la calle mejor preparados en lo que a las fuentes alternativas de abastecimiento energético se refiere y para que la población entre en contacto con estas tecnologías, sólo así podrá sopesar si esos mecanismos son aplicables en los lugares donde viven”, comenta Gottwald.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López
fuente: Deutsche Welle , http://www.dw-world.de/dw/article/0,,15422931,00.html
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