Más de 3.000 personas y autoridades locales disfrutaron de la ópera infantil "La Flauta Mágica" en el Centro Cívico de Vitacura.
Con la presencia de alrededor de 3.000 personas, del Alcalde de Vitacura Raúl Torrealba; los diputados Ernesto Silva y Cristián Monckeberg; el concejal Guillermo Agüero y el Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile Ignacio Sánchez, la explanada del Centro Cívico de Vitacura se transformó en escenario de misticismo, romance, aventura, misterio y humor.
La ópera infantil "La Flauta Mágica", obra maestra de Mozart, mostró una versión y diálogos originales que fueron reducidos, sin modificar el espíritu de la obra y manteniendo la participación de todos los personajes originales.
LA ÓPERA
La flauta mágica es sin duda una de las joyas inmortales en el repertorio lírico universal. Estrenada en Viena en1791, apenas dos meses antes de la muerte del compositor a los 35 años, pocas óperas logran conmover, fascinar y entretener por igual a espectadores de todas las edades, desde niños a ancianos.
Mostrando los contrastes entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, lo sacro y lo profano, la obra consigue equilibrar los alcances religiosos y filosóficos con el candor, la ternura y los elementos populares; en ella están presentes por igual los fenómenos de la naturaleza y los sentimientos inherentes a todo ser humano. Aunque en Chile debutó tardíamente, recién en 1954, desde entonces ha logrado convertirse en una de las óperas favoritas del público local.
La ópera infantil "La Flauta Mágica", obra maestra de Mozart, mostró una versión y diálogos originales que fueron reducidos, sin modificar el espíritu de la obra y manteniendo la participación de todos los personajes originales.
LA ÓPERA
La flauta mágica es sin duda una de las joyas inmortales en el repertorio lírico universal. Estrenada en Viena en1791, apenas dos meses antes de la muerte del compositor a los 35 años, pocas óperas logran conmover, fascinar y entretener por igual a espectadores de todas las edades, desde niños a ancianos.
Mostrando los contrastes entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, lo sacro y lo profano, la obra consigue equilibrar los alcances religiosos y filosóficos con el candor, la ternura y los elementos populares; en ella están presentes por igual los fenómenos de la naturaleza y los sentimientos inherentes a todo ser humano. Aunque en Chile debutó tardíamente, recién en 1954, desde entonces ha logrado convertirse en una de las óperas favoritas del público local.
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