Ascenso de los nuevos Oficiales Generales de la Armada de Chile
Con la presencia del Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Edmundo González Robles, y su esposa Patricia Corssen, se desarrolló este 30 de diciembre la ceremonia de ascenso de los Oficiales Generales que conformarán el Alto Mando Naval 2010.
La ceremonia contó con la asistencia de los ex Comandantes en Jefe de la Armada, Senador Jorge Arancibia Reyes y Almirante Rodolfo Codina Díaz, junto con el Obispo General Castrense, Juan Pablo Barros Madrid, además de todos los miembros del Alto Mando actual y sus esposas, familiares de los Oficiales ascendidos e invitados especiales.
En la ocasión, ascendieron al grado de Vicealmirante los Contraalmirantes Federico Niemann Figari y Enrique Larrañaga Martin, en tanto que a Contraalmirante ascendieron los Comodoros Matías Purcell Echeverría y Ricardo Böke Friederichs; junto con los Capitanes de Navío Gastón Massa Barros, Giancarlo Stagno Canziani, Gabriel Barros Orrego, Cristián Davanzo Hyslop y Marco Amigo Jiménez..
Asimismo, a los Contraalmirantes Federico Niemann Figari y Enrique Larrañaga Martin les fueron impuesta las condecoraciones "Orden al Mérito Naval" en el grado de "Comendador" y "Cruz de la Victoria", esta última junto con los Vicealmirantes Francisco Guzmán Vial, Robert Gibbons Hodgson y Eduardo Junge Pumpin.
Tras la lectura de los decretos que nombra a los nuevos Oficiales Generales, el Almirante Edmundo González les formuló todas las expectativas que tiene de sus trabajos, aclarando que "concretado en su parte medular el proceso de renovación del material, deben ser las dotaciones activas y pasivas y sus familias el patrimonio más preciado a preservar, proteger y motivar. En ello espero estén vertidos sus esfuerzos". Además, explicó que les pedirá "equilibrio en las exigencias, justicia en el actuar, dedicación y lealtad en la relación sus superiores y subordinados y sobriedad en la conducta de vida". Finalmente agregó que deberán tener también "la más absoluta tranquilidad de que en la adversidad, no van a estar solos, quien les habla será el más fiel custodio de vuestros intereses, velando en todas circunstancias por sus más preciados anhelos".
Por su parte, el Vicealmirante Federico Niemann se dirigió a los presentes a nombre de todos los nuevos Oficiales Generales, manifestando que "cada uno de nosotros se siente afortunado de haber elegido, no como profesión, sino como forma de vida, una carrera tan hermosa, apasionante y llena de contenidos espirituales, como la que se vive siendo Oficial de Marina". Además agradeció a la Institución, a sus superiores y subalternos y, en especial, sus familias, a quienes ofrendó "los altos honores recibidos hoy, simbolizados por nuestros ascensos y condecoraciones, como una muestra de reconocimiento, de amor y de gratitud".
Finalmente, dirigiéndose al Comandante en Jefe de la Armada, expresó su deseo de "renovar el compromiso de trabajar, con esfuerzo y lealtad, para entregarle una asesoría profesional y oportuna, que le facilite la toma de decisiones; para transformar sus orientaciones en acciones concretas, y para transmitir con la mayor fidelidad posible, su pensamiento y doctrina, con el propósito de obtener la plena adhesión y compromiso, de todos los hombres y mujeres que integran la Marina".
Luego, el Obispo General Castrense, Monseñor Juan Barros Madrid, procedió a bendecir las espadas de los nuevos miembros del Alto Mando Naval, luego de lo cual el Comandante en Jefe, junto a su esposa, Patricia Corssen, entregaron presentes y un ramo de flores a cada una de las cónyuges de los Oficiales.
La ceremonia contó con la asistencia de los ex Comandantes en Jefe de la Armada, Senador Jorge Arancibia Reyes y Almirante Rodolfo Codina Díaz, junto con el Obispo General Castrense, Juan Pablo Barros Madrid, además de todos los miembros del Alto Mando actual y sus esposas, familiares de los Oficiales ascendidos e invitados especiales.
En la ocasión, ascendieron al grado de Vicealmirante los Contraalmirantes Federico Niemann Figari y Enrique Larrañaga Martin, en tanto que a Contraalmirante ascendieron los Comodoros Matías Purcell Echeverría y Ricardo Böke Friederichs; junto con los Capitanes de Navío Gastón Massa Barros, Giancarlo Stagno Canziani, Gabriel Barros Orrego, Cristián Davanzo Hyslop y Marco Amigo Jiménez..
Asimismo, a los Contraalmirantes Federico Niemann Figari y Enrique Larrañaga Martin les fueron impuesta las condecoraciones "Orden al Mérito Naval" en el grado de "Comendador" y "Cruz de la Victoria", esta última junto con los Vicealmirantes Francisco Guzmán Vial, Robert Gibbons Hodgson y Eduardo Junge Pumpin.
Tras la lectura de los decretos que nombra a los nuevos Oficiales Generales, el Almirante Edmundo González les formuló todas las expectativas que tiene de sus trabajos, aclarando que "concretado en su parte medular el proceso de renovación del material, deben ser las dotaciones activas y pasivas y sus familias el patrimonio más preciado a preservar, proteger y motivar. En ello espero estén vertidos sus esfuerzos". Además, explicó que les pedirá "equilibrio en las exigencias, justicia en el actuar, dedicación y lealtad en la relación sus superiores y subordinados y sobriedad en la conducta de vida". Finalmente agregó que deberán tener también "la más absoluta tranquilidad de que en la adversidad, no van a estar solos, quien les habla será el más fiel custodio de vuestros intereses, velando en todas circunstancias por sus más preciados anhelos".
Por su parte, el Vicealmirante Federico Niemann se dirigió a los presentes a nombre de todos los nuevos Oficiales Generales, manifestando que "cada uno de nosotros se siente afortunado de haber elegido, no como profesión, sino como forma de vida, una carrera tan hermosa, apasionante y llena de contenidos espirituales, como la que se vive siendo Oficial de Marina". Además agradeció a la Institución, a sus superiores y subalternos y, en especial, sus familias, a quienes ofrendó "los altos honores recibidos hoy, simbolizados por nuestros ascensos y condecoraciones, como una muestra de reconocimiento, de amor y de gratitud".
Finalmente, dirigiéndose al Comandante en Jefe de la Armada, expresó su deseo de "renovar el compromiso de trabajar, con esfuerzo y lealtad, para entregarle una asesoría profesional y oportuna, que le facilite la toma de decisiones; para transformar sus orientaciones en acciones concretas, y para transmitir con la mayor fidelidad posible, su pensamiento y doctrina, con el propósito de obtener la plena adhesión y compromiso, de todos los hombres y mujeres que integran la Marina".
Luego, el Obispo General Castrense, Monseñor Juan Barros Madrid, procedió a bendecir las espadas de los nuevos miembros del Alto Mando Naval, luego de lo cual el Comandante en Jefe, junto a su esposa, Patricia Corssen, entregaron presentes y un ramo de flores a cada una de las cónyuges de los Oficiales.
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