Final feliz después de 1 mes de búsqueda hallaron a perrito que enamoró a turista estadounidense: " Turista de Seattle se llevará a quiltro que encontró en Valparaíso. Organización animalista buscó a Chili Dog, que le robó el corazón a Kaylan O´Connor






K aylan Marie O’Connor, de 25 años, participó en carreras de cuarto de milla en Estados Unidos, arma motores como quien se peina y la marca Saab la invita a probar sus vehículos. “Hacer mis autos más rápidos y correrlos es divertido”, cuenta.
En febrero pasado, con su familia, esta mujer que dirige un local de la cadena Starbucks en Seattle viajó en un crucero a Valparaíso y en el Muelle Prat se encariñó con un perro callejero. El quiltro café de mirada lánguida y pelo largo, propio del paisaje de cualquier megápolis de Chile, le robó el corazón. “Fue el único realmente amistoso. Se sentó en mis pies, saltó, nos dio besos. Quería que todos lo acariciaran”, recuerda.
Kaylan bautizó al perro como Chili Dog, igual que los hotdogs bien picantes de Estados Unidos, y decidió que tenía que llevárselo a su casa en Seattle, pero no era llegar y hacerlo así como quien compra un souvenir. En el largo viaje de regreso comenzó a pedir ayuda. El primer problema era encontrarlo. ¿Las pistas? Una foto y una mancha blanca en la pata trasera izquierda. “De vuelta a Estados Unidos tuvimos que tomar cuatro aviones distintos. En cada aeropuerto, sin saber nada de español, tomé el teléfono y traté de encontrar alguna organización de rescate de perros en Chile”, recuerda.
Al final se contactó con el Equipo de Defensa y Rescate Animal (EDRA), que dirige Alexis Castillo. “Nunca me dijeron que era una locura”, dice Kaylan.
“Fue una misión complicada, pero ya ha habido casos similares. Lo difícil era que había que buscarlo”, cuenta Castillo.
Kaylan mandó 400 dólares, para que la gente de EDRA recorriera Valparaíso. Fueron varias jornadas, de madrugada incluso, hasta que el lunes Chili Dog apareció. Una mujer que tiene un local en una feria artesanal del Cerro Bellavista lo encontró y lo amarró con un cordel.
Luego le enviaron unas fotos a Kaylan y sí, tiene la famosa mancha blanca. “Es definitivamente él. Recibimos una foto en la que aparece en una clínica veterinaria y se ve tan feliz”, dice la mujer, casada con un oficial de policía del estado de Washington, que también está entusiasmado con la idea de tener un huésped.
El perro estará en cuarentena, al cuidado de una persona en Santiago. Le pondrán todas las vacunas, será desparasitado interna y externamente y luego se realizarán los trámites para su viaje. El SAG debe entregar un certificado sanitario oficial, pero cada país tiene sus propias normas para el ingreso de mascotas.
“Ya tenemos dos perros y tenemos las esperanza de que él pueda convivir con ellos”, dice Kaylan.
Es definitivamente él. Recibimos una foto en la que aparece en una clínica veterinaria y se ve tan felizKaylan O’Connor
Fuente: Diario Las Últimas Noticias, jueves 28 de febrero de 2013,pp 2


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Un mes antes , el miércoles 27 de febrero  en su página 19  este matutino de circulación nacional publicaba lo siguiente: 

Gringa se volvió loca por un quiltro porteño y se lo quiere llevar
Vive en Seattle, Estados Unidos
E l 19 de febrero, Kaylan O'Connor llegó a Valparaíso en el crucero Carnival Splendor con su prima y su madre. Se bajaron, se sacaron un par de fotos por la ciudad puerto y cuando estaban listas para subir vieron a un perro café que movía la cola y posaba para sus fotografías.
“Me gustó mucho, porque no pedía comida ni nada y apenas nos vio se puso de nuestro lado. Es joven, dulce y juguetón. Cuando lo vi sentí que me decía que necesitaba un hogar”, cuenta Kaylan, de 25 años.
La estadía del grupo en Valparaíso tan solo duró un día, tiempo que le bastó para bautizar al perro callejero como “Chili dog”, pero no para llevárselo, legalmente, hasta Seattle, Washington, Estados Unidos, donde vive. Así que apenas regresó, entró a Facebook y se puso en contacto con Alexis Castillo, fundador del Equipo de Defensa y Rescate Animal (Edra) en Santiago, para pedirle que se pegara el pique hasta Valparaíso, encontrara al perro y se lo enviara por avión.
“Yo le dije que me mandara 150 dólares para ir a buscarlo, porque necesitaba viajar desde Santiago y comprar todo lo necesario para transportar el animal. A los 20 minutos ya me había hecho una transferencia”, cuenta Castillo.
El 24 de febrero la organización partió en búsqueda del animal, pero le fue mal, pues muchos lo habían visto, pero nadie sabía dónde se encontraba. Ayer fueron nuevamente, esta vez con 300 flyers que repartieron por todo el puerto.
Tan decidida está la norteamericana a adoptar a “Chili dog”, que pretende viajar hasta Santiago apenas lo encuentren para llevarlo ella misma en avión hasta su ciudad. “No estoy segura de los costos finales, ¿tal vez un millón y medio de pesos?”, pregunta. “Con mi marido, que es comisario, sabemos cuidar muy bien los perros. En la casa hay dos, pero yo me enamoré de este perro, porque no me pidió nada, sólo movía la cola”, comenta Kaylan, ansiosa desde Seattle.






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