Diputados: Rector de la Universidad de Playa Ancha, UPLA y Gobierno explicaron proceso de reubicación de alumnos de la Universidad del Mar
Rector de la Universidad de Playa Ancha, UPLA y Gobierno explicaron proceso de reubicación de alumnos de la Universidad del Mar
Publicado el 23 de mayo del 2014
Ante la Comisión de Educación de la Cámara, se aclaró que el sistema opera por una doble vía: incorporación a una universidad del CRUCH, ajustándose a sus exigencias; o continuar con el plan de estudios de la UDM, el cual será impartido por una tercera institución. En la oportunidad, el rector Patricio Sanhueza expuso a los diputados su visión crítica del sistema y no dudó en reconocer que el actual modelo educacional superior está "fracasado".
Dos vías estarían vigentes hoy para subsanar la situación de los alumnos de la Universidad del Mar (UDM) que no alcanzaron a terminar sus estudios antes del colapso de la institución y la correspondiente declaratoria de cierre y término de su personalidad jurídica: incorporarse a una universidad del CRUCH y ajustarse a sus exigencias normativas; o continuar con su mismo plan de estudios, el cual será impartido por una tercera institución.
Así lo expusieron ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados el jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, Francisco Martínez, y su equipo directo y el rector de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), Patricio Sanhueza.
El rector informó que, por petición del ex Subsecretario de Educación, Fernando Rojas, la UPLA (así como otras instituciones pertenecientes al Consejo de Rectores) suscribió en 2013 un acuerdo que permitía la incorporación de alumnos de la UDM, en el entendido que estos cumplieran con sus exigencias y requisitos de admisión.
Explicó que, bajo este precepto, sólo 18 estudiantes fueron aceptados, porque, entre otras razones, no todos los postulantes poseían el puntaje de corte exigido por la Universidad o porque los alumnos no aceptaron retroceder en sus años de estudios (el proceso de homologación fue a la baja en todas las casas de estudios que se acogieron a este programa, debiendo los alumnos retroceder dos o más años).
Relató que, frente a la problemática suscitada para gran parte de los estudiantes de la UDM que continuaban sin una solución, el Ministerio de Educación avanzó en una segunda alternativa, que implicó requerir fondos vía Ley de Presupuesto y la firma de dos nuevos convenios con universidades del CRUCH para que impartieran el plan de estudio fijado para cada carrera por la Universidad del Mar. En este caso, precisó, la institución actúa como anfitriona, proporcionando la infraestructura y el soporte académico, pero no el título profesional, el cual será otorgado por la entidad de origen.
Patricio Sanhueza y Carmen Ibáñez, prorrectora y coordinadora del proceso en la UPLA, reconocieron ante los diputados que el proceso es bastante complejo, porque implica crear cursos muy atomizados, incluso para una única persona, y en algunos casos, sobre materias que no son impartidas en la institución y que requieren la implementación o contratación de laboratorios y académicos especializados.
Francisco Martínez informó que los convenios, firmados ambos en el primer trimestre de este año, fijan las condiciones de implementación del programa (vence en 2015), así como un aporte estatal para la universidad, equivalente a 3.012 millones de pesos, pagaderos en una sola vez.
Comunicó que el universo potencial de beneficiados es de 600 alumnos, de los cuales se han inscrito a la fecha 230 (el plazo vence hoy, aunque se anunció una posible prórroga). Acotó que quedan excluidos aquellos alumnos que a mayo de 2013 no se matricularon en la UDM y los que participaron en la toma de la universidad.
Para el diputado Giorgio Jackson (Ind), queda claro que en absoluto hay una solución completa para los alumnos de la UDM. “Es un drama constatarlo. Existe una gran cantidad de ataduras respecto de cómo establecer una solución definitiva, sobre todo en estas materias en que se requiere la voluntad del Poder Ejecutivo, que es el que más injerencia puede tener en este tema y el hecho que las universidades tengan una autonomía que impida que se puedan ejercer acciones con total prontitud. Ello dificulta que estudiantes que hoy están con esperanzas, puedan ver un camino hacia el anhelado título”, planteó.
Reconoció que existe un problema en torno a la continuidad de los planes de estudio de los alumnos de la UDM y la obtención de su título profesional y, en ese plano, relevó el papel que puede jugar en futuros procesos la figura de un administrador provisional para evitar que instituciones de educación superior caigan en una situación de prestigio tal que invalide en la sociedad los títulos que allí se entregan.
La diputada Cristina Girardi (PPD) recordó que ya en 2011 se le pidió al entonces Ministro de Educación, Harald Beyer, que actuara sobre el tema y destacó que recién el primer convenio concreto fue firmando en marzo de este año. Dijo que la idea era intervenir la universidad y fijar un proceso de cierre diferenciado, reconociendo las diferentes realidades de las distintas sedes y carreras de la Universidad del Mar.
“Finalmente la UDM se desmiembra y ya no hay nada que administrar y el Estado se obliga a generar estos convenios. El problema es que lo que hace la UPLA es administrar una malla curricular que le es ajena. Hay una responsabilidad del Estado de autorizar una malla que no era viable, Medicina fundamentalmente, que no tenía nada que ver con lo que ocurría en Chile y que es imposible homologarla. Pero aún más no se entiende que se siga administrando una malla inviable porque esos alumnos no van a poder encontrar un mercado, porque no es acorde a los requerimientos que se exigen hoy para ser médico”, alertó.
Planteó que esta opción, muy cara de implementar y con pocas luces de efectividad, no era lo que tenían en mente a la hora de aprobar los recursos. Dijo que la idea era costear un proceso de nivelación, a lo cual los estudiantes estaban dispuestos, para que terminaran finalmente sus estudios en una institución que les diera garantías que iban a tener un futuro laboral. “Tengo mis dudas que si con la decisión que se tomó la van a tener”, sentenció.
Modelo “fracasado”
En el contexto de este debate, el rector Patricio Sanhueza efectuó ante los legisladores una sincera crítica al sistema de educación superior y no dudó en evaluar que el actual modelo “está fracasado”. “Es absolutamente necesario corregirlo, porque me da la impresión que cuando prima en todo el accionar del mundo académico y universitarios los intereses más económicos que académicos, cuando transformamos la educación en un negocio, me parece que estamos delante de un tema que no debe primar”, comentó.
Planteó que el subsidio a la demanda distorsiona y hace crear programas estudiantiles que muchas veces tienen una alta convocatoria y que se llenan de estudiantes, pero que no necesariamente se condicen con un alto nivel de calidad, ni en la oferta ni en la demanda.
Estimó que la autonomía universitaria tiene que estar presente para los temas académicos, pero consideró que debe haber sistemas regulatorios de cómo funciona una institución. “Tienen que existir regulaciones, supervisiones y fiscalizaciones, porque creo que a veces se ha llegado a extremos de exceder en este casi libertinaje que le ha hecho tan mal a las personas, casos en que ven que los dineros que han pagado no les ha servido para sus legítimos fines de obtener un título válido”, puntualizó.
Publicado el 23 de mayo del 2014
Ante la Comisión de Educación de la Cámara, se aclaró que el sistema opera por una doble vía: incorporación a una universidad del CRUCH, ajustándose a sus exigencias; o continuar con el plan de estudios de la UDM, el cual será impartido por una tercera institución. En la oportunidad, el rector Patricio Sanhueza expuso a los diputados su visión crítica del sistema y no dudó en reconocer que el actual modelo educacional superior está "fracasado".
Dos vías estarían vigentes hoy para subsanar la situación de los alumnos de la Universidad del Mar (UDM) que no alcanzaron a terminar sus estudios antes del colapso de la institución y la correspondiente declaratoria de cierre y término de su personalidad jurídica: incorporarse a una universidad del CRUCH y ajustarse a sus exigencias normativas; o continuar con su mismo plan de estudios, el cual será impartido por una tercera institución.
Así lo expusieron ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados el jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, Francisco Martínez, y su equipo directo y el rector de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), Patricio Sanhueza.
El rector informó que, por petición del ex Subsecretario de Educación, Fernando Rojas, la UPLA (así como otras instituciones pertenecientes al Consejo de Rectores) suscribió en 2013 un acuerdo que permitía la incorporación de alumnos de la UDM, en el entendido que estos cumplieran con sus exigencias y requisitos de admisión.
Explicó que, bajo este precepto, sólo 18 estudiantes fueron aceptados, porque, entre otras razones, no todos los postulantes poseían el puntaje de corte exigido por la Universidad o porque los alumnos no aceptaron retroceder en sus años de estudios (el proceso de homologación fue a la baja en todas las casas de estudios que se acogieron a este programa, debiendo los alumnos retroceder dos o más años).
Relató que, frente a la problemática suscitada para gran parte de los estudiantes de la UDM que continuaban sin una solución, el Ministerio de Educación avanzó en una segunda alternativa, que implicó requerir fondos vía Ley de Presupuesto y la firma de dos nuevos convenios con universidades del CRUCH para que impartieran el plan de estudio fijado para cada carrera por la Universidad del Mar. En este caso, precisó, la institución actúa como anfitriona, proporcionando la infraestructura y el soporte académico, pero no el título profesional, el cual será otorgado por la entidad de origen.
Patricio Sanhueza y Carmen Ibáñez, prorrectora y coordinadora del proceso en la UPLA, reconocieron ante los diputados que el proceso es bastante complejo, porque implica crear cursos muy atomizados, incluso para una única persona, y en algunos casos, sobre materias que no son impartidas en la institución y que requieren la implementación o contratación de laboratorios y académicos especializados.
Francisco Martínez informó que los convenios, firmados ambos en el primer trimestre de este año, fijan las condiciones de implementación del programa (vence en 2015), así como un aporte estatal para la universidad, equivalente a 3.012 millones de pesos, pagaderos en una sola vez.
Comunicó que el universo potencial de beneficiados es de 600 alumnos, de los cuales se han inscrito a la fecha 230 (el plazo vence hoy, aunque se anunció una posible prórroga). Acotó que quedan excluidos aquellos alumnos que a mayo de 2013 no se matricularon en la UDM y los que participaron en la toma de la universidad.
Para el diputado Giorgio Jackson (Ind), queda claro que en absoluto hay una solución completa para los alumnos de la UDM. “Es un drama constatarlo. Existe una gran cantidad de ataduras respecto de cómo establecer una solución definitiva, sobre todo en estas materias en que se requiere la voluntad del Poder Ejecutivo, que es el que más injerencia puede tener en este tema y el hecho que las universidades tengan una autonomía que impida que se puedan ejercer acciones con total prontitud. Ello dificulta que estudiantes que hoy están con esperanzas, puedan ver un camino hacia el anhelado título”, planteó.
Reconoció que existe un problema en torno a la continuidad de los planes de estudio de los alumnos de la UDM y la obtención de su título profesional y, en ese plano, relevó el papel que puede jugar en futuros procesos la figura de un administrador provisional para evitar que instituciones de educación superior caigan en una situación de prestigio tal que invalide en la sociedad los títulos que allí se entregan.
La diputada Cristina Girardi (PPD) recordó que ya en 2011 se le pidió al entonces Ministro de Educación, Harald Beyer, que actuara sobre el tema y destacó que recién el primer convenio concreto fue firmando en marzo de este año. Dijo que la idea era intervenir la universidad y fijar un proceso de cierre diferenciado, reconociendo las diferentes realidades de las distintas sedes y carreras de la Universidad del Mar.
“Finalmente la UDM se desmiembra y ya no hay nada que administrar y el Estado se obliga a generar estos convenios. El problema es que lo que hace la UPLA es administrar una malla curricular que le es ajena. Hay una responsabilidad del Estado de autorizar una malla que no era viable, Medicina fundamentalmente, que no tenía nada que ver con lo que ocurría en Chile y que es imposible homologarla. Pero aún más no se entiende que se siga administrando una malla inviable porque esos alumnos no van a poder encontrar un mercado, porque no es acorde a los requerimientos que se exigen hoy para ser médico”, alertó.
Planteó que esta opción, muy cara de implementar y con pocas luces de efectividad, no era lo que tenían en mente a la hora de aprobar los recursos. Dijo que la idea era costear un proceso de nivelación, a lo cual los estudiantes estaban dispuestos, para que terminaran finalmente sus estudios en una institución que les diera garantías que iban a tener un futuro laboral. “Tengo mis dudas que si con la decisión que se tomó la van a tener”, sentenció.
Modelo “fracasado”
En el contexto de este debate, el rector Patricio Sanhueza efectuó ante los legisladores una sincera crítica al sistema de educación superior y no dudó en evaluar que el actual modelo “está fracasado”. “Es absolutamente necesario corregirlo, porque me da la impresión que cuando prima en todo el accionar del mundo académico y universitarios los intereses más económicos que académicos, cuando transformamos la educación en un negocio, me parece que estamos delante de un tema que no debe primar”, comentó.
Planteó que el subsidio a la demanda distorsiona y hace crear programas estudiantiles que muchas veces tienen una alta convocatoria y que se llenan de estudiantes, pero que no necesariamente se condicen con un alto nivel de calidad, ni en la oferta ni en la demanda.
Estimó que la autonomía universitaria tiene que estar presente para los temas académicos, pero consideró que debe haber sistemas regulatorios de cómo funciona una institución. “Tienen que existir regulaciones, supervisiones y fiscalizaciones, porque creo que a veces se ha llegado a extremos de exceder en este casi libertinaje que le ha hecho tan mal a las personas, casos en que ven que los dineros que han pagado no les ha servido para sus legítimos fines de obtener un título válido”, puntualizó.
Comentarios