Cómo retomar las rutinas al terminar las vacaciones Por: Carmen Birke Psicóloga Universidad San Sebastián
OPINIÓN
Cómo retomar las rutinas al terminar las vacaciones
Por: Carmen Birke
Psicóloga Universidad San Sebastián
Después
de unas largas vacaciones, cuesta retomar el ritmo y las rutinas.
Luego de haber descansado, disfrutado de la playa,
del campo, de la familia, amigos u otros panoramas, todo debe
reorganizarse para poder hacernos cargo de manera apropiada de las
actividades que comienzan.
Si
se encuentran desmotivados o con actitud negativa, será más difícil
retomar el trabajo, los estudios o las actividades
habituales, por lo que se recomienda mantener una actitud positiva,
dejando de lado las quejas y los lamentos que sólo contribuirán a hacer
más difícil el inicio. Pensar en forma positiva, mirando los beneficios
que obtendremos con el trabajo o estudio, así
como plantearse metas y buenos propósitos, generarán un estado anímico
favorable.
Durante
las vacaciones se producen muchos desórdenes, en alimentación, horarios
de sueño, entre otros, por lo que debemos
reorganizar cada uno de ellos. En cuanto al sueño, se necesita retomar
horarios fijos para acostarse, adelantándolos gradualmente, haciendo lo
mismo con la hora de levantarse. En cuanto a las comidas, habitualmente
quedamos sorprendidos cuando nos subimos
a la balanza, ya que ésta nos muestra una realidad poco alentadora: es
frecuente subir algunos kilos cuando estamos más relajados, preparamos
cosas ricas, compartimos más con otras personas, lo que con frecuencia
se realiza en torno a la comida. Ordenar hábitos
alimenticios, tanto para los adultos como para los niños, es una de las
tareas para el regreso de las vacaciones. Aquí se sugiere comer
porciones más pequeñas, beber bastante agua para hidratarse, comer
frutas y verduras y, si es creativo, utilizar nuevas
formas de preparar los alimentos. Se recomienda reinstalar el desayuno,
que en vacaciones muchas veces se suspende por levantarse tarde y, en
general, reordenar los horarios de comidas, realizando 4 ingestas
diarias, lo que evita comer en exceso en la siguiente
ocasión. Está absolutamente contraindicada la ingesta continua de
alimentos, el tan común “picoteo”. Al regreso de las vacaciones solemos
traer “souvenirs” alimenticios, preparaciones típicas de la zona que
visitamos, como mermeladas, salmón ahumado, chumbeque,
tortitas de Curicó, dulces de La Ligua, alfajores, manjar o chocolates,
los que se recomienda “guardar a distancia”, hasta que hayan pasado
unas semanas y estemos más ordenados. En forma paralela a este
ordenamiento, éste es el momento adecuado para abandonar
el sedentarismo y retomar o iniciar la actividad física, la que puede
realizarse en torno a un gimnasio, a algún deporte específico o
simplemente caminar.
Por
último, es importante señalar que las rutinas se van recuperando poco a
poco, ya que nuestro organismo también debe reorganizarse.
Por ello, no debemos obsesionarnos con recuperar todos los aspectos en
una semana, ya que lo lograremos gradualmente. Un cambio brusco en la
rutina relajada y libre de preocupaciones propia de las vacaciones,
puede borrar el efecto reparador del descanso.
Por ello, se sugiere que se regrese de las vacaciones por lo menos 24
horas antes de comenzar a trabajar o estudiar, lo que da un tiempo de
adaptación a la mente y al cuerpo y hace menos traumática la
recuperación de la rutina laboral o estudiantil.
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