ONU condena atentado contra misión humanitaria
27 de febrero, 2014 — La Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos condenó el atentado del 21 de febrero contra una misión humanitaria en el Norte del Cauca, que dejó heridos a tres defensores de los derechos humanos de los pueblos indígenas.
La misión, debidamente identificada, estaba conformada por ocho personas entre autoridades tradicionales, guardias indígenas, personal de salud e integrantes de una organización de derechos humanos.
Cuando fue agredida, la comisión regresaba de la vereda Guayope, donde había verificado la situación y prestado asistencia humanitaria a las familias indígenas afectadas por combates entre el ejército y las FARC ocurridos en la zona desde el 20 de febrero, provocando el desplazamiento forzado de 68 familias.
Durante el atentado a la misión resultó gravemente herido, por arma de fuego, Yohiner Medina Tálaga, de 25 años de edad, guardia indígena y encargado de un sistema de monitoreo de derechos humanos.
Los otros dos lesionados, de menor gravedad, fueron Germán Valencia y Nelson Pilcue, comuneros indígenas.
La Oficina de la ONU destacó que de 2012 a la fecha en el Norte del Cauca han sido asesinados cinco médicos tradicionales y más de 50 autoridades e integrantes de comunidades indígenas, además de que unas 200 personas están amenazadas de muerte.
La ONU recordó a todos los actores armados su obligación de respetar los derechos humanos de las personas civiles, y en particular las garantías de los defensoras de esos derechos, respetando el principio fundamental de distinción.
Asimismo, aseveró que los actores armados deben entender que los pueblos indígenas en el Cauca trabajan por sus derechos a la autonomía y al territorio garantizados tanto por la Constitución de Colombia como por la Declaración de Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas.
Finalmente, instó a la Fiscalía a obtener resultados de las investigaciones y pidió una mayor coordinación entre las autoridades de las jurisdicciones indígena y ordinaria para lograr una mejor protección de las comunidades de esa región colombiana.
La misión, debidamente identificada, estaba conformada por ocho personas entre autoridades tradicionales, guardias indígenas, personal de salud e integrantes de una organización de derechos humanos.
Cuando fue agredida, la comisión regresaba de la vereda Guayope, donde había verificado la situación y prestado asistencia humanitaria a las familias indígenas afectadas por combates entre el ejército y las FARC ocurridos en la zona desde el 20 de febrero, provocando el desplazamiento forzado de 68 familias.
Durante el atentado a la misión resultó gravemente herido, por arma de fuego, Yohiner Medina Tálaga, de 25 años de edad, guardia indígena y encargado de un sistema de monitoreo de derechos humanos.
Los otros dos lesionados, de menor gravedad, fueron Germán Valencia y Nelson Pilcue, comuneros indígenas.
La Oficina de la ONU destacó que de 2012 a la fecha en el Norte del Cauca han sido asesinados cinco médicos tradicionales y más de 50 autoridades e integrantes de comunidades indígenas, además de que unas 200 personas están amenazadas de muerte.
La ONU recordó a todos los actores armados su obligación de respetar los derechos humanos de las personas civiles, y en particular las garantías de los defensoras de esos derechos, respetando el principio fundamental de distinción.
Asimismo, aseveró que los actores armados deben entender que los pueblos indígenas en el Cauca trabajan por sus derechos a la autonomía y al territorio garantizados tanto por la Constitución de Colombia como por la Declaración de Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas.
Finalmente, instó a la Fiscalía a obtener resultados de las investigaciones y pidió una mayor coordinación entre las autoridades de las jurisdicciones indígena y ordinaria para lograr una mejor protección de las comunidades de esa región colombiana.
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