Edad Media: “La peste negra de 1348 y las epidemias posteriores”.

La “crisis agraria del siglo XIV”. La peste de 1348 y las epidemias posteriores y sus efectos sobre la sociedad y el desarrollo demográfico.


La cultura medieval alcanzó su apogeo en el siglo XIII. Este siglo marcó el máximo desarrollo de la teocracia papal y de la monarquía feudal. Florecieron la escolástica y la arquitectura gótica. La cultura caballeresca se desarrolló en toda su riqueza y se estabilizaron las relaciones feudales de producción. La roturación de la tierra, la desecación de los pantanos y el poblamiento de regiones hasta entonces incultas experimentaron grandes progresos. El aumento de la población era señal de un vigoroso desarrollo económico y social.

Hacia fines del siglo XIII se presentaron los primeros síntomas de disolución y decadencia y luego se inició un proceso de cambios generales en el curso del cual se desintegró el orden medieval e irrumpieron nuevas fuerzas y nuevos valores que hicieron nacer el mundo moderno.

Este proceso estuvo marcado, en parte, por grandes catástrofes y calamidades públicas que hicieron pensar a muchos contemporáneos en que se estaba acercando el fin de los tiempos.

Hambruna
Entre 1315 y 1317 se produjo en la mayor parte de Europa una terrible hambruna que causó tremendo estragos entre la población. Durante dos años consecutivos lluvias torrenciales dificultaron las siembras y fríos excepcionales en verano impidieron que maduraran los granos. Las cosechas fueron pobrísimas. Al cabo de dos años se habían consumido las últimas reservas. El hambre se hizo presente como angustiosa realidad tanto en las aldeas rurales como en las ciudades. En todos los países, desde la península de los Pirineos hasta Rusia, murieron millares de personas. En la ciudad de Ypres, que entonces tenía unos 20 mil habitantes, el magistrado comunal mandó a enterrar 2.794 cadáveres entre principios de mayo y mediados de octubre de 1316.

Peste Negra.
Mucho peor aún fue el desastre producido por la Peste Negra que azotó a Europa entre 1347 y 1352 y que provocó la mayor catástrofe demográfica que se registra en la historia europea. La epidemia fue introducida en Europa desde Oriente. En 1347 se registró su aparición en Constantinopla. Desde allí fue propagada por las naves italianas hacia puertos del Mediterráneo. En el mismo año 1347 causó terribles estragos en Messina y Marsella, al año siguiente en Venecia, Nápoles, Génova, Barcelona y Valencia. Desde la costa avanzó hacia el interior siguiendo los valles de los ríos y las rutas comerciales. Entre 1349 y 1352 recorrió Francia, Inglaterra, Alemania, Escandinavia y Rusia.
La mortalidad fue espantosa en todas partes. En los días de mayor virulencia, morían en Berna cada día unas 60 personas, en Colonia, unas cien. De los estudiantes de la Universidad de Oxford murieron dos tercios. Los minoritas perdieron en el curso de dos años a ciento veinte mil hermanos. A los diez años del primer brote de la peste en Europa, 33 millones de personas habían perecido. La población de Europa quedó diezmada en un 30%. Al terminar finalmente la Muerte Negra, algunos opinaban que sería más fácil contar a los sobrevivientes que a los muertos.

La Peste Negra de 1350 fue la peor epidemia que menciona la historia. Pero no fue la única. A partir de entonces y hasta el siglo XVIII las epidemias se repitieron periódicamente cada 20 ó 30 años, provocando cada vez una aguda crisis demográfica. En la Edad Media, los contemporáneos calificaron todas estas epidemias simplemente de “peste”. De hecho, eran distintas enfermedades: peste pulmonar, peste intestinal y peste bubónica. Esta última particularmente temida, era transmitida por las pulgas que eran propagadas por las ratas. El bacilo que causa la peste bubónica es el Pasteurella pestis que se alberga en el estómago de la pulga.

Las condiciones de higiene, salud y alimentación de entonces hacían que los hombres fuesen casi indefensos frente al tremendo flagelo.

Dada la falta de datos exactos, es imposible conocer con precisión el número de habitantes que vivían entonces en Europa y los estragos causados por las epidemias. Sin embargo para algunos países pueden darse, al menos, datos estimativos.

Inglaterra fue devastada por cuatro epidemias en el curso de treinta años: 1348-1350, 1360-1361, y 1369-1375. Las pestes continuaron en periódicos intervalos durante los tiempos siguientes. Entre 1348 y 1430 la población de Inglaterra bajó de 3.757.000 a 2.100.00, o sea un 44%. Recién en el siglo XVII Inglaterra volvería a alcanzar el nivel que había tenido con anterioridad a la Peste Negra. Francia fue azotada por la peste en los siguientes años: 1347-1348, 1361-1363, 1382-1384, 1427, 1491, 1517-1519. En Brabante el número de “fuegos” o casas bajó de 92.000 a mediados del siglo XIV a 75.000 a fines del siglo XV. En Cataluña el número de fuegos bajó de 95.300 a 77.980 entre 1365 y 1378. En una memorable descripción de la peste que Bocaccio hace en el prólogo de su famosa novela “Decamerón”, afirma que durante las epidemias murieron unos 100.000 florentinos. En Sicilia había, en 1277, unos 600.000 habitantes y solamente 500.000 en 1374. Recién a fines de siglo XV se restableció el nivel a que se había llegado dos siglos antes.

Las terribles epidemias repercutieron en todos los sectores de la vida humana. La tremenda realidad de la muerte hizo que unos perdieran la fe en Dios y en la justicia divina y se entregaran al más desenfrenado goce de los placeres sensuales, mientras que otros buscaran su consuelo justamente en una acentuada religiosidad y trataran de aplacar la ira divina mediante la penitencia y las obras piadosas. Algunos echaron la culpa a los judíos los cuales habrían envenenado las fuentes y los pozos. En muchas partes los judíos fueron perseguidos, torturados y muertos cruelmente.

La Peste Negra dio origen en Alemania a los flagelantes: en largas procesiones los flagelantes recorrían el campo y las ciudades y se daban violentos latigazos en señal de penitencia. A los efectos espirituales y psíquicos se sumaron las consecuencias sociales y económicas. No hay información estadística exacta sobre la amplitud y duración de estas consecuencias, pero hay numerosos documentos que se refieren a la reducción de la población, a la escasez de mano de obra, al abandono de las tierras, la regresión de los cultivos y la disminución general de la producción agrícola. Quedaron alteradas las relaciones entre el patrón y el obrero y entre el terrateniente y el arrendatario. Bajo los efectos de la Peste Negra se intensificó la depresión agraria y se acentuaron ciertas tendencias del desarrollo económico y social que ya habían surgido antes, siendo el resultado una transformación general de la estructura del campo.

Fuente: Krebs W, Ricardo: Historia Universal, 2º Año Medio. Editorial Universitaria. Santiago de Chile.1980, pp 12-14.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las 3 banderas de Chile

FALLECE ROY GARBER, UNO DE LOS PROTAGONISTAS DE LA SERIE “GUERRA DE ENVÍOS” EN A&E

Falleció hija de dos años de la periodista Mónica Rincón.Clara Galdames dejó de existir en horas de esta mañana, tras llevar días internada en la UTI por problemas al corazón. La niña había presentado complicaciones físicas desde su nacimiento.