Argentina: corre más lento: la economía se recuperó rápido de la crisis; será difícil sostener el ritmo
Alejandro Rebossio
LA NACION
En un centro infantil de Sol y Verde, en la localidad de José C. Paz, no todos pueden festejar el aumento del 22% de la asignación familiar por hijo que el Gobierno otorgó esta semana a los padres y a las madres desocupados o con trabajo en negro. Esta medida, que apuntalará el consumo y, por consiguiente, el crecimiento económico en la segunda mitad del año, todavía no alcanza a los niños del centro que nunca fueron anotados en el Registro Civil -se calcula que aún un millón de argentinos carece de DNI, pese al avance del plan de documentación gratis del Gobierno-, ni a los hijos de padres con trabajo formal que se han separado, pero no divorciado, de sus esposas, a las que no les pasan dinero. No todos los marginados percibirán, entonces, el estímulo a la demanda.
Algunos analistas políticos y económicos consideran que el gobierno de Cristina Kirchner puede seguir cebando el crecimiento sobre la base del consumo y así mantener el fuerte repunte de los primeros cinco meses del año, del 8,6%, tras la recesión del 1,5 o 3% de 2009, según la calcule una u otra consultora privada. No sólo prevén que la Argentina seguirá creciendo a tasas casi chinas (el gigante asiático se expandirá 10% en 2010, según el banco JP Morgan) en esta segunda mitad del año, con una leve desaceleración respecto de la primera, sino que incluso puede continuar haciéndolo hasta octubre de 2011, cuando se celebren las elecciones presidenciales. Lo que también afirman algunos de esos analistas es que resultará un proceso insustentable en el que muchos argentinos vivirán por encima de sus posibilidades, gracias al crédito o al abaratamiento de los precios en dólares (a la inflación se suma el tipo de cambio casi fijo que prometió esta semana Cristina Kirchner en la Bolsa). Otros economistas consideran que resultará imposible que el Gobierno repita entre este año y el próximo el fuerte crecimiento de 2003/2007, previo a la crisis mundial que estalló en septiembre de 2008. Creen que la Presidenta no podrá cumplir su otro deseo expresado en la Bolsa: que el año próximo, cuando vuelva a visitar esa institución por su aniversario, la economía siga creciendo al mismo ritmo.
Este debate sobre la posibilidad de mantener o no el crecimiento argentino del primer semestre -en el segundo trimestre ya se recuperó toda la caída sufrida por la crisis mundial y comenzó la expansión genuina- se entrelaza, a su vez, con las dudas que persisten sobre el devenir de la economía mundial. Están quienes confían en que la lenta recuperación global se mantendrá, con la actividad describiendo la forma de una U. Hay una mayoría que comienza a creerse que esa reactivación gradual se desacelerará. Por último, están los economistas críticos de este mundo, como el Nobel Paul Krugman o el consultor Nouriel Roubini, que anticipan una segunda caída, una W.
La consultora Analytica, de Ricardo Delgado -asesor del diputado Francisco de Narváez (Peronismo Federal)- y de Eduardo Levy Yeyati, tituló a mediados de julio un informe como "¿Boom? ¿Qué boom?". En él se preguntaba si la expansión de los primeros cinco meses se puede "perpetuar" el resto del año. Y responde que el PBI terminará aumentando en todo 2010 sólo el 5,7%. Analytica advierte que la capacidad utilizada de la industria está nuevamente en niveles récord (75%) en un contexto de inversión moderado (21% del PBI), el segundo semestre de 2010 arrojará un salto interanual menor porque en el mismo período de 2009 fue cuando comenzó la recuperación, hasta junio el aporte del factor trabajo al crecimiento fue casi nulo, en la segunda mitad del año en general no se conceden alzas salariales -salvo que se reabran las paritarias-, es probable que también comience a diluirse el efecto "consumo de bienes durables o televisores LCD en 50 cuotas" y una evolución modesta de las operaciones inmobiliarias en la primera mitad del año desalentaría la construcción en la segunda.
A Miguel Bein, secretario de Política Económica del gobierno de Fernando de la Rúa, lo acusaban el año pasado de oficialista cuando era de los pocos que pronosticaban que la Argentina se recuperaría rápidamente en 2010. La realidad le ha dado la razón y pronostica que el PBI se incrementará el 7,6%. En el primer trimestre se creció, según Bein, el 6,8% en relación con el mismo período del año anterior, cuando el mundo estaba hundido en lo más profundo del pozo que había empezado a cavar la quiebra de Lehman Brothers. En el segundo trimestre, en el que se concentra la cosecha gruesa de soja y maíz, el PBI se expandió entre el 10,5 y el 11%, según Bein, porque en 2009 se había registrado la peor sequía de los últimos 53 años y en 2010 se levantó una cosecha récord de la oleaginosa y casi se duplicó la del cereal respecto del ciclo anterior. En este tercer trimestre ya no se registra el brusco cambio agrícola y, además, el mismo período de 2009 había marcado el inicio de la recuperación; pero los estímulos del Gobierno, como el aumento de jubilaciones y asignaciones de esta semana, llevarán a que la desaceleración sea paulatina. Por eso, Bein prevé una expansión del 7,6% este trimestre. En el cuarto, cuando se compare el crecimiento con el que ya había a fines de 2009, el PBI subiría el 5,8%, con el impacto positivo de la cosecha fina de trigo.
"El ritmo de crecimiento no se sostiene, pero se sostiene", opina Bein. "A esto no lo para nadie hasta las elecciones por el sesgo expansivo del gasto público. No entraste en una zona en que un aumento del 22% de la asignación te genera más inflación que reactivación. Te genera las dos", añade Bein. Si bien una inflación del 22% anual y una apreciación del dólar frente al peso del 6% desincentiva la inversión de largo plazo y alienta la importación, las empresas invertirán lo necesario para acompañar el aumento de la demanda en el corto y mediano plazo porque no quieren perder participación de mercado, según el ex secretario. Porque el que importa también depende de los designios del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Bein calcula, además, que los datos del segundo trimestre evidenciarán que por fin se recupera también el empleo.
"No hay una sombra para que esto se frene", coincide Alfredo García, economista del Banco Credicoop y del Grupo Fénix. Calcula que el PBI aumentará el 7,5% en 2010 por el consumo y porque el uso de la capacidad instalada de la industria aún es menor que las de Brasil y México. Desde otra vereda ideológica, su colega Miguel Angel Broda prevé un alza aún mayor (8%), pero advierte que en algún momento de 2011 comenzará la desaceleración porque, entre otros factores, la inflación superará el 25% que alcanzará en el presente año, con su consiguiente efecto en el consumo y la inversión.
fuente. http://www.lanacion.com.ar
LA NACION
En un centro infantil de Sol y Verde, en la localidad de José C. Paz, no todos pueden festejar el aumento del 22% de la asignación familiar por hijo que el Gobierno otorgó esta semana a los padres y a las madres desocupados o con trabajo en negro. Esta medida, que apuntalará el consumo y, por consiguiente, el crecimiento económico en la segunda mitad del año, todavía no alcanza a los niños del centro que nunca fueron anotados en el Registro Civil -se calcula que aún un millón de argentinos carece de DNI, pese al avance del plan de documentación gratis del Gobierno-, ni a los hijos de padres con trabajo formal que se han separado, pero no divorciado, de sus esposas, a las que no les pasan dinero. No todos los marginados percibirán, entonces, el estímulo a la demanda.
Algunos analistas políticos y económicos consideran que el gobierno de Cristina Kirchner puede seguir cebando el crecimiento sobre la base del consumo y así mantener el fuerte repunte de los primeros cinco meses del año, del 8,6%, tras la recesión del 1,5 o 3% de 2009, según la calcule una u otra consultora privada. No sólo prevén que la Argentina seguirá creciendo a tasas casi chinas (el gigante asiático se expandirá 10% en 2010, según el banco JP Morgan) en esta segunda mitad del año, con una leve desaceleración respecto de la primera, sino que incluso puede continuar haciéndolo hasta octubre de 2011, cuando se celebren las elecciones presidenciales. Lo que también afirman algunos de esos analistas es que resultará un proceso insustentable en el que muchos argentinos vivirán por encima de sus posibilidades, gracias al crédito o al abaratamiento de los precios en dólares (a la inflación se suma el tipo de cambio casi fijo que prometió esta semana Cristina Kirchner en la Bolsa). Otros economistas consideran que resultará imposible que el Gobierno repita entre este año y el próximo el fuerte crecimiento de 2003/2007, previo a la crisis mundial que estalló en septiembre de 2008. Creen que la Presidenta no podrá cumplir su otro deseo expresado en la Bolsa: que el año próximo, cuando vuelva a visitar esa institución por su aniversario, la economía siga creciendo al mismo ritmo.
Este debate sobre la posibilidad de mantener o no el crecimiento argentino del primer semestre -en el segundo trimestre ya se recuperó toda la caída sufrida por la crisis mundial y comenzó la expansión genuina- se entrelaza, a su vez, con las dudas que persisten sobre el devenir de la economía mundial. Están quienes confían en que la lenta recuperación global se mantendrá, con la actividad describiendo la forma de una U. Hay una mayoría que comienza a creerse que esa reactivación gradual se desacelerará. Por último, están los economistas críticos de este mundo, como el Nobel Paul Krugman o el consultor Nouriel Roubini, que anticipan una segunda caída, una W.
La consultora Analytica, de Ricardo Delgado -asesor del diputado Francisco de Narváez (Peronismo Federal)- y de Eduardo Levy Yeyati, tituló a mediados de julio un informe como "¿Boom? ¿Qué boom?". En él se preguntaba si la expansión de los primeros cinco meses se puede "perpetuar" el resto del año. Y responde que el PBI terminará aumentando en todo 2010 sólo el 5,7%. Analytica advierte que la capacidad utilizada de la industria está nuevamente en niveles récord (75%) en un contexto de inversión moderado (21% del PBI), el segundo semestre de 2010 arrojará un salto interanual menor porque en el mismo período de 2009 fue cuando comenzó la recuperación, hasta junio el aporte del factor trabajo al crecimiento fue casi nulo, en la segunda mitad del año en general no se conceden alzas salariales -salvo que se reabran las paritarias-, es probable que también comience a diluirse el efecto "consumo de bienes durables o televisores LCD en 50 cuotas" y una evolución modesta de las operaciones inmobiliarias en la primera mitad del año desalentaría la construcción en la segunda.
A Miguel Bein, secretario de Política Económica del gobierno de Fernando de la Rúa, lo acusaban el año pasado de oficialista cuando era de los pocos que pronosticaban que la Argentina se recuperaría rápidamente en 2010. La realidad le ha dado la razón y pronostica que el PBI se incrementará el 7,6%. En el primer trimestre se creció, según Bein, el 6,8% en relación con el mismo período del año anterior, cuando el mundo estaba hundido en lo más profundo del pozo que había empezado a cavar la quiebra de Lehman Brothers. En el segundo trimestre, en el que se concentra la cosecha gruesa de soja y maíz, el PBI se expandió entre el 10,5 y el 11%, según Bein, porque en 2009 se había registrado la peor sequía de los últimos 53 años y en 2010 se levantó una cosecha récord de la oleaginosa y casi se duplicó la del cereal respecto del ciclo anterior. En este tercer trimestre ya no se registra el brusco cambio agrícola y, además, el mismo período de 2009 había marcado el inicio de la recuperación; pero los estímulos del Gobierno, como el aumento de jubilaciones y asignaciones de esta semana, llevarán a que la desaceleración sea paulatina. Por eso, Bein prevé una expansión del 7,6% este trimestre. En el cuarto, cuando se compare el crecimiento con el que ya había a fines de 2009, el PBI subiría el 5,8%, con el impacto positivo de la cosecha fina de trigo.
"El ritmo de crecimiento no se sostiene, pero se sostiene", opina Bein. "A esto no lo para nadie hasta las elecciones por el sesgo expansivo del gasto público. No entraste en una zona en que un aumento del 22% de la asignación te genera más inflación que reactivación. Te genera las dos", añade Bein. Si bien una inflación del 22% anual y una apreciación del dólar frente al peso del 6% desincentiva la inversión de largo plazo y alienta la importación, las empresas invertirán lo necesario para acompañar el aumento de la demanda en el corto y mediano plazo porque no quieren perder participación de mercado, según el ex secretario. Porque el que importa también depende de los designios del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Bein calcula, además, que los datos del segundo trimestre evidenciarán que por fin se recupera también el empleo.
"No hay una sombra para que esto se frene", coincide Alfredo García, economista del Banco Credicoop y del Grupo Fénix. Calcula que el PBI aumentará el 7,5% en 2010 por el consumo y porque el uso de la capacidad instalada de la industria aún es menor que las de Brasil y México. Desde otra vereda ideológica, su colega Miguel Angel Broda prevé un alza aún mayor (8%), pero advierte que en algún momento de 2011 comenzará la desaceleración porque, entre otros factores, la inflación superará el 25% que alcanzará en el presente año, con su consiguiente efecto en el consumo y la inversión.
fuente. http://www.lanacion.com.ar
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