. Con el título “Luz al interior. Arte y vida en el claustro”, la Municipalidad de Las Condes y su corporación cultural, recrearán los espacios interiores de un monasterio de clausura femenino. Del 11 de septiembre al 21 de octubre de 2012.

Del 11 de septiembre al  21 de octubre de 2012. Con el sugerente título “Luz al interior. Arte y vida en el claustro”, la Municipalidad de Las Condes y su corporación cultural, junto a la Corporación del Patrimonio Religioso y Cultural de Chile presentan uno de los proyectos más ambiciosos del año, consistente en la recreación de los espacios interiores de un monasterio de clausura femenino.


 



La exposición, abierta al público entre el 11 de septiembre y el 21 de octubre en las salas de la Corporación Cultural de Las Condes, toma como referencia el Monasterio de la Santísima Trinidad de Clarisas Capuchinas, orden religiosa que llegó a Chile en 1727 y que trajo consigo desde Lima un valioso patrimonio artístico, compuesto por pinturas, tallas y objetos realizados por los principales artistas coloniales del continente. Muchas de esas obras se incluyen en el montaje, complementándose con piezas exclusivas de otras instituciones, como el Museo del Carmen de Maipú y el Museo Histórico Nacional, y colecciones privadas chilenas.



La muestra será inaugurada el lunes 10 de septiembre, a las 19:30 horas, en ceremonia encabezada por Marta Cruz Coke, presidenta de la Corporación del Patrimonio Religioso y Cultural; Francisco de la Maza, alcalde de Las Condes, y Francisco Javier Court, director de la Corporación Cultural de Las Condes.



A diferencia de otras exposiciones de arte religioso, “Luz al interior” no sólo exhibirá pinturas y obras de arte, sino también mobiliario y objetos, planteándose como una instalación, una ambientación de la vida del claustro, con diferentes espacios, como la capilla, el comedor (refectorio), los corredores, los dormitorios (celdas) y otros espacios propios de los conventos, donde las religiosas pasaban gran parte de su vida, entregadas a la vida contemplativa, pero también con clara conciencia de lo que sucedía en el exterior.



Desde los albores de nuestra Nación, las órdenes religiosas ocuparon un lugar fundamental en la conformación social del nuevo país. Su misión, centrada básicamente en la evangelización, alcanzó esferas inimaginables y contribuyó con obras concretas a la educación y desarrollo cultural de la población. Desde el siglo XVI se asentaron en nuestro territorio órdenes masculinas y femeninas que difundieron la palabra cristiana y junto a ello construyeron templos y conventos para albergar lo mejor de pinturas y tallas destinadas a propagar la fe. De esta manera conformaron un patrimonio artístico de incalculable valor y pilar fundamental para la evolución de las artes locales.



La muestra en Las Condes da cuenta de este período histórico. “La idea es recrear en pleno siglo XXI, un espacio de tiempo en que la vida, el ritmo y los valores eran otros. Los monasterios de claustro son espacios detenidos en el tiempo pero aún así continúan vivos, albergando a hombres y mujeres empeñados en la trascendencia espiritual de la humanidad y que desde su posición contribuyen a enriquecer nuestra cultura e identidad. Queremos que aquellos que asistan a la exposición se sumerjan en esa atmósfera y que capten el espíritu de esa época”, señala Francisco Javier Court, director de la Corporación Cultural de Las Condes.



Todas las piezas que integran el montaje son auténticamente coloniales de los siglos XVII y XVIII y muestran lo que debió haber sido la vida monástica durante ese período, en que las religiosas realizaban una importante labor cultural, docente y social. Habrá pinturas, como las series del Vía Crucis, del Alabado, de la Virgen María, y muebles, objetos y ornamentos para la devoción al Niño Dios, a Cristo, a la Virgen, a la Eucaristía, y también enseres domésticos, como camas, baúles, banquillos y otros objetos para la comida, el descanso y el silencio.



Se destaca la custodia monumental de plata donada por el Gobernador de Chile y más tarde Virrey del Perú, José Antonio Manso de Velasco y Samaniego, Conde de Superunda, y un retrato del Virrey Manuel Amat y Junient, benefactor del convento, quien donó todas sus posesiones a la congregación antes de viajar a Lima. También se exhiben muchos objetos de plata para el culto, como patenas, copones, atriles, sagrarios, candelabros, navetas, incensarios, que dan una imagen del esplendor barroco en Chile.



A juicio de Marta Cruz Coke, presidenta de la Corporación del Patrimonio Religioso y Cultural de Chile, el proyecto, además de hacer público uno de los patrimonios más importantes del país y permitir el acceso a espacios comúnmente ocultos, intenta crear conciencia sobre el estado de conservación de gran parte del patrimonio histórico chileno –especialmente el religioso- y de cómo podemos contribuir para salvarlo del paso del tiempo.

En el marco de la exposición se exhibirá en forma continuada el documental Mujeres del silencio, de Catalina Vergara, que muestra la vida al interior del Monasterio de las Clarisas Capuchinas en la actualidad. También como complemento, se ofrecerán charlas con la historiadora Isabel Cruz y la historiadora del arte Maricarmen García-Atance, y se realizará el concierto Sonatas da Chiesa, con el Conjunto Les Carillons. Como es habitual, habrá talleres de arte para niños y visitas guiadas.



El viaje de la fe



En plena colonización de América, las primeras seis hermanas Capuchinas venidas de Toledo llegaron a México en 1666, donde realizan su primera fundación americana. Después fueron requeridas por el Virreinato del Perú, haciéndose la solicitud a España, para fundar en Lima en 1713.



Diez años después, el Rey de España Felipe V de Borbón dispone la fundación del Monasterio de Contemplativas, en Santiago de Chile, entre las calles Morandé con Rosas, a donde llegan en 1727 las primeras religiosas. Arribaron en procesión a la Catedral de Santiago con el Santísimo expuesto bajo un gran y barroco palio y escoltadas por gran cantidad de gente. La fama de santidad y austeridad de las hermanas hizo que pronto más de 200 jóvenes ingresaran a formar parte de la comunidad.



Después de dos siglos, se vio la necesidad de alejarse del centro de la ciudad, fundándose un nuevo monasterio en 1915 en Carmen 876, donde residen actualmente. “La vida de los monasterios de clausura, en general, se caracteriza por una vida de silencio y austeridad, de penitencia y oración. El concepto de estos estilos de consagración era la fuga mundi, razón por la cual debían instalarse lejos de las ciudades y su misma arquitectura facilitaba la vida al interior con claustros cerrados, ventanales altos y jardines interiores, que evocan al jardín bíblico…”, señala el padre Carlos González Riffo, director de Patrimonio Cultural del Monasterio de la Santísima Trinidad.



Arte y devoción





Durante el período colonial, el arte sirvió para promover la devoción a Cristo, la Virgen y los Santos. Con este propósito las obras de arte, los lienzos, llegan a los conventos, iglesias, catedrales, casas particulares y monasterios. Las Monjas Capuchinas no dudan en traer desde Lima los objetos religiosos regalados por el Virrey José de Armendáriz, Marqués de Casalfuerte. Es así como llegan a Chile un conjunto de imágenes quiteñas como Santa Clara y Santa Coleta, talladas por la mano de Bernardo de Legarda, el maestro mestizo quiteño que tanta fama dio al arte de la imaginería. También, un conjunto de “cruces de celda”, verdaderas joyas plásticas en miniatura de origen altoperuano, única compañía en las celdas que aún se conservan. “Con este fin devocional y didáctico se fue constituyendo el rico patrimonio del Monasterio de la Santísima Trinidad”, agrega el padre Carlos González.



Para la historiadora Isabel Cruz, este invaluable legado a resguardo, tras los gruesos y herméticos muros conventuales, acompaña a las religiosas en su trayectoria histórica y espiritual desde su fundación en 1727.

“Constituye un ignoto y fascinante micromundo cultural femenino, que empieza a develarse ahora. El arte y la contemplación, la tradición y las devociones, la vida material y la vida del espíritu, han confluido en el Monasterio de las Capuchinas en una unidad muy peculiar, tan difícilmente comprensible para el siglo XXI como rica en significados, abierta a los estudios y experiencias muy variados, que motiva al historiador o al restaurador sino al amplio público en una experiencia de alteridad espacio temporal y humana”.



Y agrega: “Este micromundo formado exclusivamente por mujeres emerge y se dibuja tras los lienzos, se contacta a través de la imaginería, es legible en los libros y se asocia a la experiencia sensorial en ornamentos y vasos sagrados. Un micromundo sobre el que se ha proyectado retrospectivamente, desde algunas ideologías actuales, una noción peyorativa: exceso de reglas e inactividad, rigidez, cerrazón y aislamiento del acontecer de ayer y de hoy. Comprender y apreciar esta exposición supone revertir y flexibilizar tal noción, evitando las barreras mentales que aíslan –no a las religiosas sino a nosotros- dificultando la comprensión de tal realidad, distinta y también distante de la nuestra”.



Fecha: 11 de septiembre - 21 de octubre de 2012

Lugar: Salas de Exposición. Corporación Cultural de Las Condes. Apoquindo 6570

Teléfono: 562 8969800

Horario: Martes a domingo, 10.30 a 19.00 horas





ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS



CINE

• Mujeres del silencio, de Catalina Vergara. El documental –que se exhibirá en forma continuada en las salas de exposición- muestra la vida al interior del Monasterio de las Clarisas Capuchinas en la actualidad. Es un cortometraje de 36 minutos, galardonado en FIDOCS en 2004 por “su plenitud, maduro sentido fílmico expresado en un brillante manejo del tiempo y el ritmo cinematográfico, por su búsqueda al interior del silencio, a través de una mirada clara, sensible y femenina". Se ha presentado en el Festival Internacional de Cine Pobre, de Cuba.





CONFERENCIAS

• Historia y arte del antiguo Monasterio de las Capuchinas. Un micromundo patrimonial por rescatar, con la historiadora Isabel Cruz. Miércoles 26 de septiembre, 19:00 horas. Entrada liberada.

• Ave Maria, Gratia Plena, fundamento del arte, con la historiadora del arte M. Carmen Garcia-Atance. Martes 2 de octubre, 19:00 horas. Entrada liberada.



MÚSICA

• Sonatas da Chiesa, Sonatas de Iglesia de América y Europa, con el Conjunto Les Carillons. Martes 16 de octubre, 19:30 horas. Entrada liberada.

El programa es el siguiente:

- Anónimo (El Cusco, S XVII) - Canzona a 2

- Giovanni B. Bassani (1650-1716) - Sonata en la menor

- Anónimo (Catedral de México, S. XVIII) - Sonata para flauta y continuo

- Arcangelo Corelli (1653-1713) - Trío Sonata en Fa Mayor

- Anónimo (Chiquitos, Bolivia S.XVIII) - Sonata Chiquitana XIII

- Antonio Vivaldi (1678-1741) - Concerto en re menor





TALLERES

La artista Paula Salas ofrece talleres de arte para niños de 6 a 12 años los días sábados, de 11 a 13 horas. Entrada liberada, previa inscripción en recepción de las salas de exposición.



VISITAS GUIADAS

En forma especial se harán visitas guiadas sábados a las 17 horas, y domingos, a las 12 y 17 horas. Gratis.

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