El Director de Aeronáutica Civil destaca el equilibrio entre la normativa, seguridad y facilitación a operadores aéreos privados y empresariales.
DGAC: ROL COLABORATIVO CON USUARIOS
Director de Aeronáutica, General de Brigada Aérea (A) Jaime Alarcón Pérez.
Sector Aeronáutico: uno de los más regulados en el mundo
No obstante las regulaciones internacionales respecto a la actividad aérea, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), ha sabido aplicar un modelo de gestión que compatibiliza su principal misión que es la seguridad aérea, con las exigencias de la normativa y las facilidades hacia quienes promueven el desarrollo de la actividad aérea del país.
En esta entrevista, el Director General de Aeronáutica Civil, General de Brigada Aérea (A), Jaime Alarcón, hace algunas reflexiones sobre este tema de interés público.
1.-La industria aeronáutica es fundamental para el desarrollo, pero al mismo tiempo se dice que es el sector productivo más regulado del mundo ¿Cómo se compatibiliza esta percepción?
Efectivamente la actividad aérea es fundamental para la conectividad y es una de las industrias más reguladas del mundo, pero la particularidad es que se desarrolla en las tres dimensiones del espacio aéreo, que es compartido por todos los que hacen uso de él y es una actividad expuesta a fenómenos naturales.
A lo anterior se agrega la compleja tecnología utilizada por los aviones y además que estos operan sin fronteras. Ello implica la necesidad de una normativa internacional que coordine y regule las relaciones entre los Estados, cuya responsabilidad la tiene la organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo dependiente de las Naciones Unidas. Cabe recordar que Chile suscribió el Acuerdo de Chicago y se compromete a cumplir sus normas y métodos recomendados.
2.- ¿La normativa chilena incorpora complejidades adicionales a la que exige la normativa internacional?
Definitivamente no. La normativa chilena no es diferente a la que aplican otros Estados en sus territorios y que son adaptadas a normativas propias. En el caso de la DGAC chilena estos corresponden a reglamentos, normas y procedimientos que regulan y asesoran todas las actividades aéreas que se desarrollan en el país.
Adicionalmente, y a través de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC), la DGAC ha liderado iniciativas tendientes a estandarizar normas a nivel latinoamericano, tales como convalidación de licencias, certificados de aeronaves y de centros de mantenimientos, entre muchos otros.
3.- ¿Qué sentido tendría esta compleja regulación aeronáutica para el país?
Tal como se dijo y salvo algunas particularidades, la normativa exigida no es sólo validada por Chile, sino que también la aplican todos los países y su sentido único y final es garantizar la seguridad aérea para proteger la actividad aérea y, por sobre todo, la vida de las personas que hacen uso del avión como medio de transporte, misión fundamental que el propio Estado de Chile le ha asignado a la DGAC.
Lo que sucede es que como en muchos casos, las personas sometidas a cumplir exigencias para desarrollar algún tipo de actividad, en este caso la aérea, quisieran tener más libertades y menos control, pero la DGAC debe velar para que no se ponga en riesgo la vida de quienes la ejecutan, de quienes se transportan por avión, y menos de terceros que pueden ser afectados producto de un accidente aéreo. En consecuencia y para tranquilidad de la ciudadanía, nuestra misión será cumplida con los más altos estándares de seguridad y con el justo equilibrio en materias de facilitación para desarrollarla, eliminando cualquier regulación que amenace la eficiencia de las operaciones, y que no afecte su seguridad.
4.- Respecto a lo anterior ¿cómo se manifiestan los resultados del Sistema Aeronáutico chileno en materia de seguridad aérea?
En la operación de aeronaves de menos de 19 pasajeros, entre los que se cuentan Clubes aéreos y deportivos, empresas de trabajos aéreos, aviación ejecutiva y particular, nuestras estadísticas indican que el índice de accidentabilidad es uno de los más bajos de Latinoamérica, con un 0,00008%, tomando como base el cálculo internacional de un accidente cada 100.000 despegues. En cuanto a Transporte Público, Chile se ubica mejor que los estándares de países desarrollados, con un último accidente ocurrido hace 20 años. A su vez la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) y la OACI, auditan permanentemente a las Autoridades Aeronáuticas y de acuerdo a sus propios registros, Chile se ubica entre los 5 países que mejor cumplen la normativa internacional en las áreas de licencias, operaciones y aeronavegabilidad, según el informe de la última Auditoria Universal de la Seguridad Operacional (USOAP), realizada por la OACI y clasificado en Categoría 1 por la FAA, categoría que nunca se ha perdido y que permite el libre acceso de líneas aéreas de bandera nacional a ciudades norteamericanas, constituyéndose así en un referente para el ingreso a otros mercados mundiales.
Por otro lado, el año 2007 Chile obtuvo el premio Eagle Award como el mejor proveedor de servicios de navegación aérea en el mundo, otorgado por la IATA, organización que reúne a 238 líneas aéreas de 115 países.
5.- Entonces, ¿cómo se explican las críticas hechas a su eficiencia, en cuanto a que existirían trabas por parte de la Autoridad a la actividad aérea?
Lamentablemente, muchas críticas se emiten sin el debido sustento y sin analizar los altos estándares de seguridad y eficiencia que hemos indicado en comparación a otros países. Tal como se dijo, Chile aplica una normativa propia basada en la internacional y que no es diferente a la que se debiera aplicar en otros países, que obviamente deseen ser reconocidos como serios y responsables, lo cual tiene un impacto directo sobre el turismo, el mundo empresarial y su conectividad territorial y mundial, lo que queda claramente en evidencia con los resultados de las auditorías externas antes señaladas.
En el ámbito reglamentario, la DGAC ha sido extremadamente proactiva. Por señalar algunas acciones, nuestra normativa es publicada y remitida previamente a los usuarios para que participen en las materias que les van a regular, discusión que se hace a través de las opiniones recogidas formalmente y de mesas de trabajo que se realizan permanentemente con organismos tales como FEDACH, Líneas Aéreas comerciales, clubes aéreos y la AOPA que reúne a los propietarios de aviones particulares en Chile.
En materia de tecnología a disposición del usuario, la DGAC está considerada como uno de los mejores sistemas aeronáuticos del continente, en cuanto a desarrollo de sistemas satelitales, radares, radioayudas y, muy en particular, otros proyectos directamente relacionadas con aviación menor y que consideran entre otros, cámaras meteorológicas en toda la red aeroportuaria en donde la actividad aérea lo amerita, y autorizaciones de plan de vuelo y convalidación de licencias vía Internet, éstas dos últimas, tecnologías que se aplican en muy pocos países del mundo. Cuesta explicarse entonces las motivaciones de ciertas opiniones en contrario a los hechos.
6.- En relación a la creación de nuevas empresas, se dice que la burocracia limita el desarrollo de conectividad regional y que afecta a la propia actividad en general. ¿Qué podría decir sobre esta materia?
Yo espero que los números hablen por sí mismos. En Chile se encuentran funcionando 98 empresas de aviación general y 29 de Transporte Público, tanto nacionales como internacionales; y tan sólo desde el año 2010 a la fecha, se han creado 13 nuevas empresas y se encuentran otras 7 en proceso de formación.
Para este efecto, la DGAC ha posicionado un rol francamente colaborativo con quienes deseen desarrollar actividades empresariales, diseñando un sistema de asesoría directa, sin costo, que acompaña a todos los interesados a partir de la intención de iniciar la actividad y que abarca 5 áreas, con sus respectivos especialistas, a disposición de la empresa en formación y fijándose un máximo de 45 días para otorgar el Certificado de Operador Aéreo (AOC) en cuanto se completan las carpetas exigidas. Este plazo nunca ha sido excedido y se ha ejecutado normalmente en menos tiempo del establecido, lo que ha sido reconocido por todas las empresas tanto nacionales como extranjeras que han participado en este proceso.
7.- También se ha dicho que en Chile no existen aviones turbohélices de más de 30 pasajeros para la interconexión regional, imputando esta limitación a la burocracia. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Como todos sabemos, las actividades comerciales son reguladas por el mercado, el cual incentiva la formación de empresas. En esta consulta precisa, la DGAC no ha recibido ninguna solicitud de empresarios que deseen incursionar en servicios regulares con este tipo de aviones de más de 20 pasajeros. Creemos que no están dadas las condiciones comerciales para su desarrollo y, al momento que esto suceda, seremos los primeros en ayudar y facilitar su creación, desde el punto de vista aeronáutico. Un claro ejemplo de lo que indico es la empresa aérea Aerovías DAP que opera en la zona de Magallanes y que ha experimentado un sostenido crecimiento en el tiempo incorporando nuevos aviones tipo BAE 146, entre otros muchos aviones y helicópteros que han ido incrementando su flota, siempre con la colaboración de la DGAC.
En consecuencia la poca participación de empresas regionales en el mercado aéreo, no se debe a la burocracia, ya que empresas aéreas mucho más pequeñas pueden cumplir en muy poco tiempo con las exigencias técnicas.
fuente: http://www.dgac.cl/
Director de Aeronáutica, General de Brigada Aérea (A) Jaime Alarcón Pérez.
Sector Aeronáutico: uno de los más regulados en el mundo
No obstante las regulaciones internacionales respecto a la actividad aérea, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), ha sabido aplicar un modelo de gestión que compatibiliza su principal misión que es la seguridad aérea, con las exigencias de la normativa y las facilidades hacia quienes promueven el desarrollo de la actividad aérea del país.
En esta entrevista, el Director General de Aeronáutica Civil, General de Brigada Aérea (A), Jaime Alarcón, hace algunas reflexiones sobre este tema de interés público.
1.-La industria aeronáutica es fundamental para el desarrollo, pero al mismo tiempo se dice que es el sector productivo más regulado del mundo ¿Cómo se compatibiliza esta percepción?
Efectivamente la actividad aérea es fundamental para la conectividad y es una de las industrias más reguladas del mundo, pero la particularidad es que se desarrolla en las tres dimensiones del espacio aéreo, que es compartido por todos los que hacen uso de él y es una actividad expuesta a fenómenos naturales.
A lo anterior se agrega la compleja tecnología utilizada por los aviones y además que estos operan sin fronteras. Ello implica la necesidad de una normativa internacional que coordine y regule las relaciones entre los Estados, cuya responsabilidad la tiene la organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo dependiente de las Naciones Unidas. Cabe recordar que Chile suscribió el Acuerdo de Chicago y se compromete a cumplir sus normas y métodos recomendados.
2.- ¿La normativa chilena incorpora complejidades adicionales a la que exige la normativa internacional?
Definitivamente no. La normativa chilena no es diferente a la que aplican otros Estados en sus territorios y que son adaptadas a normativas propias. En el caso de la DGAC chilena estos corresponden a reglamentos, normas y procedimientos que regulan y asesoran todas las actividades aéreas que se desarrollan en el país.
Adicionalmente, y a través de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC), la DGAC ha liderado iniciativas tendientes a estandarizar normas a nivel latinoamericano, tales como convalidación de licencias, certificados de aeronaves y de centros de mantenimientos, entre muchos otros.
3.- ¿Qué sentido tendría esta compleja regulación aeronáutica para el país?
Tal como se dijo y salvo algunas particularidades, la normativa exigida no es sólo validada por Chile, sino que también la aplican todos los países y su sentido único y final es garantizar la seguridad aérea para proteger la actividad aérea y, por sobre todo, la vida de las personas que hacen uso del avión como medio de transporte, misión fundamental que el propio Estado de Chile le ha asignado a la DGAC.
Lo que sucede es que como en muchos casos, las personas sometidas a cumplir exigencias para desarrollar algún tipo de actividad, en este caso la aérea, quisieran tener más libertades y menos control, pero la DGAC debe velar para que no se ponga en riesgo la vida de quienes la ejecutan, de quienes se transportan por avión, y menos de terceros que pueden ser afectados producto de un accidente aéreo. En consecuencia y para tranquilidad de la ciudadanía, nuestra misión será cumplida con los más altos estándares de seguridad y con el justo equilibrio en materias de facilitación para desarrollarla, eliminando cualquier regulación que amenace la eficiencia de las operaciones, y que no afecte su seguridad.
4.- Respecto a lo anterior ¿cómo se manifiestan los resultados del Sistema Aeronáutico chileno en materia de seguridad aérea?
En la operación de aeronaves de menos de 19 pasajeros, entre los que se cuentan Clubes aéreos y deportivos, empresas de trabajos aéreos, aviación ejecutiva y particular, nuestras estadísticas indican que el índice de accidentabilidad es uno de los más bajos de Latinoamérica, con un 0,00008%, tomando como base el cálculo internacional de un accidente cada 100.000 despegues. En cuanto a Transporte Público, Chile se ubica mejor que los estándares de países desarrollados, con un último accidente ocurrido hace 20 años. A su vez la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) y la OACI, auditan permanentemente a las Autoridades Aeronáuticas y de acuerdo a sus propios registros, Chile se ubica entre los 5 países que mejor cumplen la normativa internacional en las áreas de licencias, operaciones y aeronavegabilidad, según el informe de la última Auditoria Universal de la Seguridad Operacional (USOAP), realizada por la OACI y clasificado en Categoría 1 por la FAA, categoría que nunca se ha perdido y que permite el libre acceso de líneas aéreas de bandera nacional a ciudades norteamericanas, constituyéndose así en un referente para el ingreso a otros mercados mundiales.
Por otro lado, el año 2007 Chile obtuvo el premio Eagle Award como el mejor proveedor de servicios de navegación aérea en el mundo, otorgado por la IATA, organización que reúne a 238 líneas aéreas de 115 países.
5.- Entonces, ¿cómo se explican las críticas hechas a su eficiencia, en cuanto a que existirían trabas por parte de la Autoridad a la actividad aérea?
Lamentablemente, muchas críticas se emiten sin el debido sustento y sin analizar los altos estándares de seguridad y eficiencia que hemos indicado en comparación a otros países. Tal como se dijo, Chile aplica una normativa propia basada en la internacional y que no es diferente a la que se debiera aplicar en otros países, que obviamente deseen ser reconocidos como serios y responsables, lo cual tiene un impacto directo sobre el turismo, el mundo empresarial y su conectividad territorial y mundial, lo que queda claramente en evidencia con los resultados de las auditorías externas antes señaladas.
En el ámbito reglamentario, la DGAC ha sido extremadamente proactiva. Por señalar algunas acciones, nuestra normativa es publicada y remitida previamente a los usuarios para que participen en las materias que les van a regular, discusión que se hace a través de las opiniones recogidas formalmente y de mesas de trabajo que se realizan permanentemente con organismos tales como FEDACH, Líneas Aéreas comerciales, clubes aéreos y la AOPA que reúne a los propietarios de aviones particulares en Chile.
En materia de tecnología a disposición del usuario, la DGAC está considerada como uno de los mejores sistemas aeronáuticos del continente, en cuanto a desarrollo de sistemas satelitales, radares, radioayudas y, muy en particular, otros proyectos directamente relacionadas con aviación menor y que consideran entre otros, cámaras meteorológicas en toda la red aeroportuaria en donde la actividad aérea lo amerita, y autorizaciones de plan de vuelo y convalidación de licencias vía Internet, éstas dos últimas, tecnologías que se aplican en muy pocos países del mundo. Cuesta explicarse entonces las motivaciones de ciertas opiniones en contrario a los hechos.
6.- En relación a la creación de nuevas empresas, se dice que la burocracia limita el desarrollo de conectividad regional y que afecta a la propia actividad en general. ¿Qué podría decir sobre esta materia?
Yo espero que los números hablen por sí mismos. En Chile se encuentran funcionando 98 empresas de aviación general y 29 de Transporte Público, tanto nacionales como internacionales; y tan sólo desde el año 2010 a la fecha, se han creado 13 nuevas empresas y se encuentran otras 7 en proceso de formación.
Para este efecto, la DGAC ha posicionado un rol francamente colaborativo con quienes deseen desarrollar actividades empresariales, diseñando un sistema de asesoría directa, sin costo, que acompaña a todos los interesados a partir de la intención de iniciar la actividad y que abarca 5 áreas, con sus respectivos especialistas, a disposición de la empresa en formación y fijándose un máximo de 45 días para otorgar el Certificado de Operador Aéreo (AOC) en cuanto se completan las carpetas exigidas. Este plazo nunca ha sido excedido y se ha ejecutado normalmente en menos tiempo del establecido, lo que ha sido reconocido por todas las empresas tanto nacionales como extranjeras que han participado en este proceso.
7.- También se ha dicho que en Chile no existen aviones turbohélices de más de 30 pasajeros para la interconexión regional, imputando esta limitación a la burocracia. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Como todos sabemos, las actividades comerciales son reguladas por el mercado, el cual incentiva la formación de empresas. En esta consulta precisa, la DGAC no ha recibido ninguna solicitud de empresarios que deseen incursionar en servicios regulares con este tipo de aviones de más de 20 pasajeros. Creemos que no están dadas las condiciones comerciales para su desarrollo y, al momento que esto suceda, seremos los primeros en ayudar y facilitar su creación, desde el punto de vista aeronáutico. Un claro ejemplo de lo que indico es la empresa aérea Aerovías DAP que opera en la zona de Magallanes y que ha experimentado un sostenido crecimiento en el tiempo incorporando nuevos aviones tipo BAE 146, entre otros muchos aviones y helicópteros que han ido incrementando su flota, siempre con la colaboración de la DGAC.
En consecuencia la poca participación de empresas regionales en el mercado aéreo, no se debe a la burocracia, ya que empresas aéreas mucho más pequeñas pueden cumplir en muy poco tiempo con las exigencias técnicas.
fuente: http://www.dgac.cl/
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