Expertos internacionales destacan a Chile en el manejo de coqueluche, que afecta principalmente a los niños, yestá experimentando desde el 2010 un aumento de casos en Europa, Estados Unidos, Canadá y América Latina. En Chile eso se tradujo en un brote que afectó a la región de Biobío y se extendió a Valparaíso, O’Higgins y Metropolitana. En 2012 hubo 5.754 casos, con 13 fallecidos.
Expertos internacionales destacan a Chile en el manejo de coqueluche, que afecta principalmente a los niños, yestá experimentando desde el 2010 un aumento de casos en Europa, Estados Unidos, Canadá y América Latina. En Chile eso se tradujo en un brote que afectó a la región de Biobío y se extendió a Valparaíso, O’Higgins y Metropolitana. En 2012 hubo 5.754 casos, con 13 fallecidos.
Expertos de la Organización Panamericana de la Salud -con sede en
Washington- y de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades
(CDC) de Atlanta, Estados Unidos, alabaron la manera como Chile ha
enfrentado el brote mundial de coqueluche. Los especialistas están en el
país desde el 28 de enero para conocer las estrategias de vigilancia,
detección, tratamiento y prevención, que en un año lograron revertir la
tendencia y volver a los niveles históricos de normalidad.
La visita forma parte de una gira por México, Panamá, Colombia y Argentina, para analizar la forma cómo los países han enfrentado el brote de coqueluche que ha afectado en los últimos años a diversos lugares del mundo, y generar una red de cooperación para potenciar métodos de diagnóstico de la enfermedad.
El Asesor Regional para Inmunizaciones de la Organización Panamericana de la Salud, Mauricio Landaverde, dijo que el nivel de respuesta en Chile ‘ha sido envidiable. Esta es una enfermedad que presenta epidemias yo diría en todo el mundo. Aunque haya cobertura de vacunaciones tan buenas como las que hay acá, esas epidemias se van a presentar y se han presentado en Europa, Estados Unidos. Lo que inusual es la respuesta y el grado de compromiso que ustedes han mostrado acá’.
Según el epidemiólogo Matthew Griffith, del CDC de EEUU, ‘es reconocido en el continente la calidad del Ministerio de Salud de Chile y su sistema de vigilancia. Entonces nosotros venimos aquí a aprender qué es lo bueno del sistema para poder compartir con otros países que se enfrentan con este mismo problema. Estamos muy satisfechos con lo que hemos visto. La calidad de trabajo, la dedicación, interés y conocimiento del personal de salud realmente nos impresiona’.
Por su parte, el subsecretario de Salud Pública, Jorge Díaz, destacó que “hemos vuelto a los valores históricos en cuanto a la presentación de casos en Chile y lo más importante: ha desaparecido la mortalidad’.
El coqueluche, que afecta principalmente a los niños, está experimentando desde el 2010 un aumento de casos en Europa, Estados Unidos, Canadá y América Latina. En Chile eso se tradujo en un brote que afectó a la región de Biobío y se extendió a Valparaíso, O’Higgins y Metropolitana. En 2012 hubo 5.754 casos, con 13 fallecidos.
El Ministerio de Salud enfrentó este brote en dos etapas: primero aplicó la vacunación en ‘capullo’- para inmunizar a las mamás de recién nacidos y al entorno familiar de las guaguas de las regiones más afectadas. Luego extendió la vacunación a los niños de los Octavos Básicos en las regiones afectadas, porque como la protección de la vacuna dura alrededor de 10 años, los jóvenes ya han perdido la inmunidad que adquirieron de niños y se convierten en fuente de contagio para los más pequeños, que aún no han recibido su vacuna o que no han completado el esquema de inmunización.
Hay que recordar que la vacuna contra el coqueluche o tos ferina se coloca en varias dosis al comienzo de la vida: a los 2, 4, 6 y 18 meses, y luego un refuerzo a los 6 años.
Por eso, el Ministerio de Salud decidió agregar esta dosis a los 13 años, para garantizar protección hasta la edad adulta, y aplicarla no sólo en las regiones afectadas, sino en todo el país, como parte del Plan Nacional de Inmunizaciones.
‘Con eso esperamos que en el transcurso de los próximos años, todas las generaciones que cursen el Octavo Básico mantengan un nivel de inmunidad alto para esta enfermedad, por lo menos hasta después de los 20 años, y así poder proteger a los grupos más importantes, porque ya empiezan las mujeres por ejemplo a tener hijos, y todavía vamos a tener inmunidad residual con este programa de vacunación’, explicó el subsecretario de Salud Pública Jorge Díaz.
La visita forma parte de una gira por México, Panamá, Colombia y Argentina, para analizar la forma cómo los países han enfrentado el brote de coqueluche que ha afectado en los últimos años a diversos lugares del mundo, y generar una red de cooperación para potenciar métodos de diagnóstico de la enfermedad.
El Asesor Regional para Inmunizaciones de la Organización Panamericana de la Salud, Mauricio Landaverde, dijo que el nivel de respuesta en Chile ‘ha sido envidiable. Esta es una enfermedad que presenta epidemias yo diría en todo el mundo. Aunque haya cobertura de vacunaciones tan buenas como las que hay acá, esas epidemias se van a presentar y se han presentado en Europa, Estados Unidos. Lo que inusual es la respuesta y el grado de compromiso que ustedes han mostrado acá’.
Según el epidemiólogo Matthew Griffith, del CDC de EEUU, ‘es reconocido en el continente la calidad del Ministerio de Salud de Chile y su sistema de vigilancia. Entonces nosotros venimos aquí a aprender qué es lo bueno del sistema para poder compartir con otros países que se enfrentan con este mismo problema. Estamos muy satisfechos con lo que hemos visto. La calidad de trabajo, la dedicación, interés y conocimiento del personal de salud realmente nos impresiona’.
Por su parte, el subsecretario de Salud Pública, Jorge Díaz, destacó que “hemos vuelto a los valores históricos en cuanto a la presentación de casos en Chile y lo más importante: ha desaparecido la mortalidad’.
El coqueluche, que afecta principalmente a los niños, está experimentando desde el 2010 un aumento de casos en Europa, Estados Unidos, Canadá y América Latina. En Chile eso se tradujo en un brote que afectó a la región de Biobío y se extendió a Valparaíso, O’Higgins y Metropolitana. En 2012 hubo 5.754 casos, con 13 fallecidos.
El Ministerio de Salud enfrentó este brote en dos etapas: primero aplicó la vacunación en ‘capullo’- para inmunizar a las mamás de recién nacidos y al entorno familiar de las guaguas de las regiones más afectadas. Luego extendió la vacunación a los niños de los Octavos Básicos en las regiones afectadas, porque como la protección de la vacuna dura alrededor de 10 años, los jóvenes ya han perdido la inmunidad que adquirieron de niños y se convierten en fuente de contagio para los más pequeños, que aún no han recibido su vacuna o que no han completado el esquema de inmunización.
Hay que recordar que la vacuna contra el coqueluche o tos ferina se coloca en varias dosis al comienzo de la vida: a los 2, 4, 6 y 18 meses, y luego un refuerzo a los 6 años.
Por eso, el Ministerio de Salud decidió agregar esta dosis a los 13 años, para garantizar protección hasta la edad adulta, y aplicarla no sólo en las regiones afectadas, sino en todo el país, como parte del Plan Nacional de Inmunizaciones.
‘Con eso esperamos que en el transcurso de los próximos años, todas las generaciones que cursen el Octavo Básico mantengan un nivel de inmunidad alto para esta enfermedad, por lo menos hasta después de los 20 años, y así poder proteger a los grupos más importantes, porque ya empiezan las mujeres por ejemplo a tener hijos, y todavía vamos a tener inmunidad residual con este programa de vacunación’, explicó el subsecretario de Salud Pública Jorge Díaz.
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