El total de la chicha de la Región Metropolitana aprobó la fiscalización del SAG
La Ministra de Agricultura, Marigen Hornkohl, anunció hoy que el 100% de la chicha que se produce en la Región Metropolitana aprobó con éxito las fiscalizaciones realizadas por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), labor que se intensifica con motivo del incremento del consumo de este producto durante septiembre, en el marco de la celebración de las Fiestas Patrias.
La secretaria de Estado visitó la Viña Las Palmas, en la comuna de Pudahuel, donde certificó en terreno el estricto proceso de fiscalización realizado por el SAG, organismo que, según indica la Ley 18.455 que regula la elaboración de alcoholes, debe certificar la genuinidad y la potabilidad de los vinos y licores.
Marigen Hornkohl expresó su satisfacción por el efecto concreto que ha tenido la labor de fiscalización del SAG “y también porque los productores de chicha se la han jugado por hacer bien las cosas y, con esfuerzo, han hecho lo necesario para cumplir la norma, lo que habla muy bien de su labor”.
“Esta es una muy buena noticia, porque el año pasado sólo el 60% de las muestras aprobó la fiscalización. Hemos progresado enormemente y esto es mérito tanto del SAG como de los productores, especialmente de aquellos que fabrican el producto con mecanismos artesanales o semi industriales”, dijo.
MAYOR EXIGENCIA
Asimismo, reconoció que hay también mérito en el cambio de actitud de comercializadores y de los consumidores del producto, ya que ahora existe una mayor exigencia, “lo que sin duda promueve el mejoramiento de la calidad”.
La Ministra de Agricultura explicó que, a una semana de las Fiestas Patrias, y debido al incremento en el consumo de esta bebida alcohólica típica, “hemos redoblado nuestras fiscalizaciones, no sólo en Santiago, sino en todas las regiones del país, lo que permitirá a los chilenos y chilenas disfrutar con tranquilidad y, ciertamente, con moderación, como es recomendable, disfrutar de un producto tan tradicional en esta época como es la chicha”.
Agregó la secretaria de Estado que, en su mayoría, los vinos elaborados industrialmente presentan un alto nivel de calidad y estándares internacionales, pero que, no obstante, en el caso de la elaboración de las chichas y de los vinos pipeños, aún se mantienen tecnologías más artesanales.
Respecto de los vinos pipeños, recordó la Ministra Hornkohl que la labor del SAG también ha mejorado la calidad de este producto, ya que mientras en 2007 un 90% de la producción no cumplía la norma, en 2008 esa cifra bajó a un 75%.
“Por ello, se hace necesario fiscalizar la elaboración de todos estos productos, para evitar que se comercialicen productos que no correspondan genuinamente a esos tipos de bebidas alcohólicas”, señaló.
Si el análisis de un lote entrega resultados fuera de norma, es destruido, así como también se aplica una multa al infractor, la que va entre los $150.000 y los $2.300.000.
Durante 2008, el SAG ha levantado 235 infracciones a diversos elaboradores de vinos y licores, 76 de las cuales han sido cursadas en la Región Metropolitana.
En Chile, cada año se producen 800 mil litros de chicha, de los cuales 40 se fabrican en la Región Metropolitana.
RECOMENDACIONES
Marigen Hornkohl recordó que, la chicha es el único producto que la ley autoriza a comercializar en envases abiertos, por lo que siempre existe un riesgo de adulteración.
“Y es por eso que queremos que los consumidores tengan muy claro en qué deben fijarse al momento de adquirir este producto: para la elaboración de la chicha está prohibida la adición de agua, el uso de endulzantes artificiales no permitidos, como sacarina, el uso de preservantes no autorizados y la elaboración a partir de materias primas no autorizadas”, dijo.
El SAG llamó a los consumidores y consumidoras a adquirir chichas sin ningún olor extraño, porque lo normal es un buen aroma, entre fruta y vino; sin sabor a sacarina, sin partículas en suspensión, y en el caso de dudas sobre el producto, a exigir procedencia con documentación de respaldo.
La secretaria de Estado visitó la Viña Las Palmas, en la comuna de Pudahuel, donde certificó en terreno el estricto proceso de fiscalización realizado por el SAG, organismo que, según indica la Ley 18.455 que regula la elaboración de alcoholes, debe certificar la genuinidad y la potabilidad de los vinos y licores.
Marigen Hornkohl expresó su satisfacción por el efecto concreto que ha tenido la labor de fiscalización del SAG “y también porque los productores de chicha se la han jugado por hacer bien las cosas y, con esfuerzo, han hecho lo necesario para cumplir la norma, lo que habla muy bien de su labor”.
“Esta es una muy buena noticia, porque el año pasado sólo el 60% de las muestras aprobó la fiscalización. Hemos progresado enormemente y esto es mérito tanto del SAG como de los productores, especialmente de aquellos que fabrican el producto con mecanismos artesanales o semi industriales”, dijo.
MAYOR EXIGENCIA
Asimismo, reconoció que hay también mérito en el cambio de actitud de comercializadores y de los consumidores del producto, ya que ahora existe una mayor exigencia, “lo que sin duda promueve el mejoramiento de la calidad”.
La Ministra de Agricultura explicó que, a una semana de las Fiestas Patrias, y debido al incremento en el consumo de esta bebida alcohólica típica, “hemos redoblado nuestras fiscalizaciones, no sólo en Santiago, sino en todas las regiones del país, lo que permitirá a los chilenos y chilenas disfrutar con tranquilidad y, ciertamente, con moderación, como es recomendable, disfrutar de un producto tan tradicional en esta época como es la chicha”.
Agregó la secretaria de Estado que, en su mayoría, los vinos elaborados industrialmente presentan un alto nivel de calidad y estándares internacionales, pero que, no obstante, en el caso de la elaboración de las chichas y de los vinos pipeños, aún se mantienen tecnologías más artesanales.
Respecto de los vinos pipeños, recordó la Ministra Hornkohl que la labor del SAG también ha mejorado la calidad de este producto, ya que mientras en 2007 un 90% de la producción no cumplía la norma, en 2008 esa cifra bajó a un 75%.
“Por ello, se hace necesario fiscalizar la elaboración de todos estos productos, para evitar que se comercialicen productos que no correspondan genuinamente a esos tipos de bebidas alcohólicas”, señaló.
Si el análisis de un lote entrega resultados fuera de norma, es destruido, así como también se aplica una multa al infractor, la que va entre los $150.000 y los $2.300.000.
Durante 2008, el SAG ha levantado 235 infracciones a diversos elaboradores de vinos y licores, 76 de las cuales han sido cursadas en la Región Metropolitana.
En Chile, cada año se producen 800 mil litros de chicha, de los cuales 40 se fabrican en la Región Metropolitana.
RECOMENDACIONES
Marigen Hornkohl recordó que, la chicha es el único producto que la ley autoriza a comercializar en envases abiertos, por lo que siempre existe un riesgo de adulteración.
“Y es por eso que queremos que los consumidores tengan muy claro en qué deben fijarse al momento de adquirir este producto: para la elaboración de la chicha está prohibida la adición de agua, el uso de endulzantes artificiales no permitidos, como sacarina, el uso de preservantes no autorizados y la elaboración a partir de materias primas no autorizadas”, dijo.
El SAG llamó a los consumidores y consumidoras a adquirir chichas sin ningún olor extraño, porque lo normal es un buen aroma, entre fruta y vino; sin sabor a sacarina, sin partículas en suspensión, y en el caso de dudas sobre el producto, a exigir procedencia con documentación de respaldo.
Comentarios