Ecuador: Productos orgánicos con más demanda en exterior
El crecimiento de la demanda de productos saludables en Europa y Estados Unidos hace cada día más atractivo el mercado de las exportaciones de hortalizas y frutas orgánicas ecuatorianas.
Los orgánicos o bio son productos que durante su cultivo, nutrición y explotación utilizan métodos distintos de los fertilizantes y pesticidas químicos. Ello no implica una agricultura sin supervisión ni trabajo. Al contrario, estos cultivos requieren mayor mano de obra e insumos de origen natural.
Aunque no hay un registro consolidado del crecimiento en volúmenes de exportación dentro del país, la Corpei y el Ministerio de Agricultura han hecho un registro de cifras de las tierras certificadas y en proceso de certificación para productos orgánicos.
Así, desde el 2002 el Ecuador registra un incremento anual de tierras certificadas para orgánicos del 10% al 49,1%. Hasta el 2007, en el país se contabilizaron cerca de 60.000 hectáreas certificadas.
Entre los principales productos que se venden al exterior están el banano, café, cacao, quinua, mango y la caña de azúcar. Sus mercados son Estados Unidos, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda, España, Austria e Italia. Sin embargo, para exportar los agricultores deben pasar por un proceso de certificación con aval internacional.
Jorge Andrade, presidente de Bana Org, se dedica al cultivo de banano orgánico desde hace cuatro años. Cuando comenzó vendía 6.000 cajas de fruta a la semana. Ahora su nivel de exportación se ha duplicado.
Los principales mercados son Europa y Estados Unidos, y sus costos de producción oscilan entre el 20% y 30% más que los de una plantación bananera tradicional. Pero esta fruta se cotiza a niveles superiores y su precio también es más estable. Indica que la caja fluctúa entre $ 7 y $ 8, mientras que los costos oscilan entre $ 5 y $ 6 por caja. Asimismo, en una plantación tradicional una persona supervisa una hectárea y en las plantaciones orgánicas de banano se necesitan ocho por hectárea.
Juan Pablo Clavijo, gerente de Gratisana, produce hortalizas de clima frío en el noroccidente de Pichincha. Dice que por cada 10 hectáreas emplea a doce personas para desarrollar orgánicos, mientras que un monocultivo exige un solo trabajador por igual área de cultivo.
El público objetivo de sus productos es la clase media de los supermercados de la Sierra y aún no exporta porque el aumento de la producción es controlado cuidadosamente.
Destaca que los ejes de producción en su granja son el reciclamiento de nutrientes, la captura de carbono por medios naturales, el aprovechamiento de recursos naturales y el descanso de la tierra. Fuente: El Universal/ISI Emerging Markets.
Los orgánicos o bio son productos que durante su cultivo, nutrición y explotación utilizan métodos distintos de los fertilizantes y pesticidas químicos. Ello no implica una agricultura sin supervisión ni trabajo. Al contrario, estos cultivos requieren mayor mano de obra e insumos de origen natural.
Aunque no hay un registro consolidado del crecimiento en volúmenes de exportación dentro del país, la Corpei y el Ministerio de Agricultura han hecho un registro de cifras de las tierras certificadas y en proceso de certificación para productos orgánicos.
Así, desde el 2002 el Ecuador registra un incremento anual de tierras certificadas para orgánicos del 10% al 49,1%. Hasta el 2007, en el país se contabilizaron cerca de 60.000 hectáreas certificadas.
Entre los principales productos que se venden al exterior están el banano, café, cacao, quinua, mango y la caña de azúcar. Sus mercados son Estados Unidos, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda, España, Austria e Italia. Sin embargo, para exportar los agricultores deben pasar por un proceso de certificación con aval internacional.
Jorge Andrade, presidente de Bana Org, se dedica al cultivo de banano orgánico desde hace cuatro años. Cuando comenzó vendía 6.000 cajas de fruta a la semana. Ahora su nivel de exportación se ha duplicado.
Los principales mercados son Europa y Estados Unidos, y sus costos de producción oscilan entre el 20% y 30% más que los de una plantación bananera tradicional. Pero esta fruta se cotiza a niveles superiores y su precio también es más estable. Indica que la caja fluctúa entre $ 7 y $ 8, mientras que los costos oscilan entre $ 5 y $ 6 por caja. Asimismo, en una plantación tradicional una persona supervisa una hectárea y en las plantaciones orgánicas de banano se necesitan ocho por hectárea.
Juan Pablo Clavijo, gerente de Gratisana, produce hortalizas de clima frío en el noroccidente de Pichincha. Dice que por cada 10 hectáreas emplea a doce personas para desarrollar orgánicos, mientras que un monocultivo exige un solo trabajador por igual área de cultivo.
El público objetivo de sus productos es la clase media de los supermercados de la Sierra y aún no exporta porque el aumento de la producción es controlado cuidadosamente.
Destaca que los ejes de producción en su granja son el reciclamiento de nutrientes, la captura de carbono por medios naturales, el aprovechamiento de recursos naturales y el descanso de la tierra. Fuente: El Universal/ISI Emerging Markets.
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