Ministros Pérez y Lavín entregan en Curanilahue la primera villa para personas con discapacidad. Son 75 viviendas, de las cuales 39 fueron adaptadas para personas con algún tipo de discapacidad. El Titular del Minvu anunció que las casas que se construyan desde 2012 para personas con movilidad reducida recibirán 80 UF adicionales para adecuar su diseño.

Los ministros de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez Mackenna y de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, inauguraron en la comuna de Curanilahue, Región del Biobío, el primer conjunto habitacional del país para personas con discapacidad. De las 75 viviendas sociales entregadas hoy, 39 fueron adaptadas especialmente para personas con algún tipo de discapacidad.


El conjunto “Casas Dignas” está compuesto por los comités Luz de Esperanza, que tiene a 16 familias beneficiadas, de ellas 9 son para personas con alguna discapacidad; Las Margaritas, con un total de 19 viviendas, de las cuales 10 fueron adaptadas; Las Araucarias, para 17 familias, con 10 viviendas para personas con discapacidad y Casas Dignas con 23 viviendas, de las cuales 10 fueron adaptadas. El costo total del proyecto superó los 960 millones de pesos.

Las viviendas tienen 41 metros cuadrados, construidos en un piso, estar- comedor, baño, cocina y 2 dormitorios. Cuentan, además, con rampa de acceso al condominio y a la casa, puertas amplias de 90 centímetros, baño más grande con barras de seguridad y receptáculo en ducha, en vez de tina.

El conjunto habitacional contempla cuatro condominios con un portón de acceso en la avenida O´Higgins, vía que tiene una ubicación óptima ya que está en el acceso principal de la comuna, cercana al hospital, colegios y otros servicios.

El ministro Pérez Mackenna señaló que “como ministerio tenemos un compromiso real con las personas con discapacidad y que necesitan una atención especial. Por ello, quiero anunciar que a partir de 2012 las casas que se construyan para personas con movilidad reducida recibirán 80 UF adicionales, que permitirán acondicionar el inmueble a sus necesidades”.

El ministro Lavín añadió que “estas casas son el inicio de una política social que incorporan la discapacidad como un nuevo factor dentro de las viviendas sociales. Nuestra preocupación son las personas, en todos los ámbitos de su vida, por eso queremos equiparar las oportunidades de acceso a quienes tienen algún tipo de discapacidad para mejorar las condiciones en las que desarrollan normalmente sus actividades”.

“Por fin vamos a tener nuestra casa propia, pero más importante aún, es que mi hija va a poder desplazarse sin ningún problema en su casa, porque con las puertas más anchas no tendrá problemas con la silla de ruedas y el baño está impecable”, señaló Teolinda Terán, vicepresidenta del Club de Lisiados de Curanilahue, donde surgió la idea de crear un proyecto habitacional para personas con discapacidad de la comuna.

Su hija Rosana Nova, de 39 años, posee una discapacidad física y mental de un 80%, por lo que recibe una pensión asistencial de 75 mil pesos. Cuando nació fue sacada con fórceps y tras el procedimiento cayó al suelo recibiendo un fuerte golpe en la cabeza, que le produjo una parálisis cerebral en el lado derecho. “Estoy realmente feliz y agradecida”, dijo Rosana, quien actualmente se traslada apoyada de un bastón y tiene problemas para hablar.

Monto adicional de 80 UF

El ministro Pérez explicó que las 80 UF (casi un millón 800 mil pesos) adicionales están contempladas en el nuevo Decreto Supremo 49 “Fondo Solidario de Elección de Vivienda”, que regirá el próximo año y que establece que las viviendas que se construyan para personas con movilidad reducida de los programas habitacionales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo deberán ser accesibles desde el espacio público hasta la puerta de ingreso mediante rampas.

También deberán contemplar un diseño adecuado para el ingreso y maniobra de la silla de ruedas, con un espacio que permita giros en los recintos de estar, comedor, cocina, baño y al menos un dormitorio.

El diseño e instalación de los artefactos sanitarios deberá ceñirse a la ergonomía de las personas con discapacidad usuarias de silla de rueda. A modo de ejemplo, el lavamanos no podrá considerar pedestal y la grifería será de palanca o presión, y en la cocina el mobiliario de trabajo y lavaplatos considerarán alturas libres o fáciles de liberar entre el nivel de piso terminado y las cubiertas de mesones.

En el país hay más de 2 millones de personas que tienen diversos grados de discapacidad –uno de cada 8 personas—, de los cuales un millón 150 mil personas la tienen en forma leve, 513 mil en grado moderado y 403 mil en carácter grave.

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