Nuevas exigencias podrían poner en riesgo a las pequeñas farmacias. Por Carlos Kuschel
OPINIÓN .
Nuevas exigencias podrían poner en riesgo a las pequeñas farmacias. Por Carlos Kuschel
Respecto al proyecto de ley de
fármacos que discutimos, quiero expresar una vez más mi preocupación, la
misma que la planteé por primera vez creo que en el año 1991 o 1992,
que es la situación de las pequeñas farmacias y medianas, especialmente
en comunas y localidades pequeñas.
Ello porque la norma establece una serie
de exigencias que no creo que pueda cumplir una farmacia en una pequeña
localidad. Existe una masa crítica insuficiente, un mercado mínimo o un
punto de equilibrio inexistente que no permite cumplir con lo que se
requiere para instalar uno de estos recintos comerciales donde existe
una pequeña población.
Me refiero particularmente a la
información que se exige, es decir, los precios que debe tener cada
medicamento, la presencia de numerosos genéricos y principios activos, y
la seguridad de contar con fármacos bioequivalentes. El rol del Estado
en estos casos es muy insuficiente a mi juicio, porque se deja a las
leyes del mercado la posibilidad de que estas pequeñas pymes puedan
sobrevivir frente a las grandes cadenas.
Estoy pensando en cosas tan cotidianas
pero peligrosas como las intoxicaciones que a veces, efectivamente, se
producen cuando no se cuenta con el control debido para revisar las
fechas de vencimiento, por ejemplo. A ello debemos sumar que muchos
adultos mayores y mujeres no tienen cómo acceder a la información
apropiada.
Lo peor de todo es que las exigencias
presentes más las que se están proponiendo, podrían acentuar la
disminución de las farmacias en determinadas localidades donde no hay
los medios para cumplir con lo mínimo.
Después, aquí mismo en el Senado, nos
quejamos que el mercado farmacéutico está concentrado en solo tres
cadenas. Las grandes empresas no tienen problemas porque cumplen los
requisitos debido a que pueden enfrentar las circunstancias que implica
vender en pequeñas comunas, ellos pueden adquirir productos, pueden
integrarse, fijar precios y generar utilidades.
Pero, con estas exigencias, muchas veces
dificultamos que se instalen nuevas farmacias y que las existentes
desaparezcan en comunas de pocos habitantes. Allí muchas veces existe
una única farmacia, y el supermercado de esos lugares –que muchas veces
es solo uno- eventualmente podría vender estos medicamentos, pero como
está el proyecto actualmente ello no se podría llevar a cabo.
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