Diputados: Iniciativa sanciona inducción a alarma pública mediante medios de comunicación masivos. En el texto se da el ejemplo del grupo brasileño Quake Red Alert (QRA), que ha sido noticia este último semestre en Chile debido, precisamente, por la supuesta predicción de eventos sísmicos.Su tasa de aciertos es 1 de cada 7 sismos
Diputados: Iniciativa sanciona inducción a alarma pública mediante medios de comunicación masivos. En el texto se da el ejemplo del grupo brasileño Quake Red Alert (QRA), que ha sido noticia este último semestre en Chile debido, precisamente, por la supuesta predicción de eventos sísmicos.Su tasa de aciertos es 1 de cada 7 sismos
Publicado el 26 de diciembre del 2012
El proyecto propone sancionar tanto a los falsos promotores de pánico y alarma pública como a los medios de comunicación que difundan esta información.
Fuertes sanciones para quienes difundan una falsa alarma pública de terremoto u otro desastre natural, considera la moción (boletín 8747) presentada por un grupo de diputados de diversas bancadas.
La iniciativa establece que "La persona que difundiere, por cualquier medio de comunicación, una falsa alarma pública de terremoto u otro desastre natural, incurrirá en la pena de presidio en su grado máximo (hasta 20 años de cárcel)”.
Agrega el texto que la misma pena será aplicable a los dueños y ejecutivos de los medios de comunicación a través de los cuales se difunda la información falsa.
El proyecto fue presentado por los diputados Pedro Velásquez (Ind), Roberto Delmastro (Ind), Ramón Farías (PPD), Sergio Ojeda (DC), Alberto Robles (PRSD), Manuel Rojas (UDI), David Sandoval (UDI), Marta Isasi (Ind), Claudia Nogueira (UDI) y Mónica Zalaquett (UDI), y será estudiado por la Comisión de Constitución.
En el texto se indica que además de los cuantiosos daños que dejó el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, las secuelas psicológicas son inconmensurables.
Agregan los autores que “hay quienes pretenden sacar ventaja y beneficio de esta sensible situación; circunstancia que es absolutamente inadmisible”, ante lo que es menester adoptar rápidas medidas para evitar que sigan sufriendo aquellos que, desde ya, han soportado demasiado.
En ese sentido, menciona el texto a un sinnúmero de personas malintencionadas que han abarrotado los medios de comunicación y las redes sociales con anuncios de supuestas catástrofes sobrevinientes. “Utilizan la plataforma que los medios mencionados proporcionan para vaticinar los más atroces eventos y se aprovechan descaradamente de la sensibilidad de nuestra población a los desastres naturales (producto del terremoto acaecido el 27 de febrero de 2010), para lucrar y obtener réditos mediáticos”.
También se menciona que los medios incentivan “la aparición de estos embaucadores para abultar el rating de los programas que componen las respectivas parrillas de trasmisión. Esta actitud, que permite y estimula el anuncio de desastres facilitando horas al aire para el efecto, es igualmente reprochable pues lucra del mismo modo con el dolor de todos nuestros conciudadanos que aún sufren los estragos del terremoto. Y ello es, sencillamente, intolerable”.
En el texto se da el ejemplo del grupo brasileño Quake Red Alert (QRA), que ha sido noticia este último semestre en Chile debido, precisamente, por la supuesta predicción de eventos sísmicos.
No obstante, señala la moción que en base a los datos arrojados por el servicio de sismología de Chile, la tasa de aciertos de QRA para anuncios de movimientos telúricos en Chile es de apenas un 14.55%. Eso es el equivalente a acertar en la predicción de un sismo en 1 de cada 7 anuncios. Este porcentaje está bastante lejos del 80% anunciado por QRA en los medios de comunicación.
“Queda de manifiesto, por tanto (…), que detrás de estos anuncios y apariciones no hay más que un ánimo enfermizo por obtener ganancias económicas profiriendo, positivamente, daño en la salud psíquica de un pueblo sumamente golpeado por circunstancias naturales ajenas a cualquier tipo de predicción, hecho que no puedo menos que catalogar como delito”.
Publicado el 26 de diciembre del 2012
El proyecto propone sancionar tanto a los falsos promotores de pánico y alarma pública como a los medios de comunicación que difundan esta información.
Fuertes sanciones para quienes difundan una falsa alarma pública de terremoto u otro desastre natural, considera la moción (boletín 8747) presentada por un grupo de diputados de diversas bancadas.
La iniciativa establece que "La persona que difundiere, por cualquier medio de comunicación, una falsa alarma pública de terremoto u otro desastre natural, incurrirá en la pena de presidio en su grado máximo (hasta 20 años de cárcel)”.
Agrega el texto que la misma pena será aplicable a los dueños y ejecutivos de los medios de comunicación a través de los cuales se difunda la información falsa.
El proyecto fue presentado por los diputados Pedro Velásquez (Ind), Roberto Delmastro (Ind), Ramón Farías (PPD), Sergio Ojeda (DC), Alberto Robles (PRSD), Manuel Rojas (UDI), David Sandoval (UDI), Marta Isasi (Ind), Claudia Nogueira (UDI) y Mónica Zalaquett (UDI), y será estudiado por la Comisión de Constitución.
En el texto se indica que además de los cuantiosos daños que dejó el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, las secuelas psicológicas son inconmensurables.
Agregan los autores que “hay quienes pretenden sacar ventaja y beneficio de esta sensible situación; circunstancia que es absolutamente inadmisible”, ante lo que es menester adoptar rápidas medidas para evitar que sigan sufriendo aquellos que, desde ya, han soportado demasiado.
En ese sentido, menciona el texto a un sinnúmero de personas malintencionadas que han abarrotado los medios de comunicación y las redes sociales con anuncios de supuestas catástrofes sobrevinientes. “Utilizan la plataforma que los medios mencionados proporcionan para vaticinar los más atroces eventos y se aprovechan descaradamente de la sensibilidad de nuestra población a los desastres naturales (producto del terremoto acaecido el 27 de febrero de 2010), para lucrar y obtener réditos mediáticos”.
También se menciona que los medios incentivan “la aparición de estos embaucadores para abultar el rating de los programas que componen las respectivas parrillas de trasmisión. Esta actitud, que permite y estimula el anuncio de desastres facilitando horas al aire para el efecto, es igualmente reprochable pues lucra del mismo modo con el dolor de todos nuestros conciudadanos que aún sufren los estragos del terremoto. Y ello es, sencillamente, intolerable”.
En el texto se da el ejemplo del grupo brasileño Quake Red Alert (QRA), que ha sido noticia este último semestre en Chile debido, precisamente, por la supuesta predicción de eventos sísmicos.
No obstante, señala la moción que en base a los datos arrojados por el servicio de sismología de Chile, la tasa de aciertos de QRA para anuncios de movimientos telúricos en Chile es de apenas un 14.55%. Eso es el equivalente a acertar en la predicción de un sismo en 1 de cada 7 anuncios. Este porcentaje está bastante lejos del 80% anunciado por QRA en los medios de comunicación.
“Queda de manifiesto, por tanto (…), que detrás de estos anuncios y apariciones no hay más que un ánimo enfermizo por obtener ganancias económicas profiriendo, positivamente, daño en la salud psíquica de un pueblo sumamente golpeado por circunstancias naturales ajenas a cualquier tipo de predicción, hecho que no puedo menos que catalogar como delito”.
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