SENADOR kUSCHEL DICE QUE NOS PARECEMOS A UN MUNDO DE CARRETAS Y ARRIEROS PORQUE NO HAY FLEXIBILIDAD , AVANZAMOS 3 AÑOS Y RETROCEDEMOS 8
Opinión
Cuesta entender la importancia de la flexibilidad en nuestra economía y su incidencia en la generación de más y mejores empleos.
Hasta hace unas décadas usábamos carretas y caballos, teníamos herreros y carreteros que junto con construir yugos y carretones hacían arados muy usados en las faenas de los campos. La agricultura generaba más de la mitad del PIB y del empleo en Chile, especialmente en la parte no minera, de Santiago al sur de Chile.
A comienzos del 1900 llega el ferrocarril, luego los automóviles y tractores. Los herreros dejan de hacer zunchos, herradura, pértigos. Desaparecen las posadas y hospederías de los arrieros, desaparecen los arreadores, las carretas.
Las personas que se desempeñaban en esas actividades pasan de las herrerías a los talleres de reparación automotriz. Desaparecen posadas y tambos pero surgen gran cantidad de otras actividades valorizadas por la sociedad.
Así como cada vez la velocidad de incremento del conocimiento es mayor, la velocidad de los cambios económicos y de las estructuras económicas también es mayor. Las oportunidades se abren rápidamente y con rapidez se copan o se desplazan.
Por eso la capacidad de la fuerza de trabajo de una economía tiene que ser flexible y versátil. En un horizonte menor de tiempo debe adaptarse y llegar antes. Para ello es fundamental una educación apropiada.
Cada vez más nuestra situación actual queda pareciendo un mundo de carretas, arrieros o pastores si no nos adaptamos al momento o mejor si no nos anticipamos.
Pero no solamente se requiere asignar rápida y eficazmente la fuerza laboral, la que tiene que dejar de desarrollar ciertas tareas para dedicarse a otras. También debemos asignar o reasignar el capital, la tecnología, los equipos a las nuevas oportunidades. Los permisos, los trámites largos y engorrosos pasan a ser autogoles, disparos en los propios pies.
Esto no es asunto de ricos o pobres, de gobierno o sector privado, de viejos o jóvenes. Es un tema de todos y para todos.
La flexibilidad no puede seguir confundiéndose con la precariedad laboral como pretexto en las relaciones laborales. Es el futuro que nos alcanzó y nos empieza a superar a no ser que nos arreglemos para avanzar en beneficio de todos.
En Chile, de los últimos once años, en ocho hemos perdido competitividad y hemos ganado en tres. En particular hemos perdido competitividad en cada uno de los últimos cuatro años seguidamente.
Tenemos la responsabilidad de generar más recursos para financiar los compromisos actuales y futuros.
Carlos Ignacio Kuschel Silva.
Senador.
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